La carretera Hato Mayor- Sabana de la Mar se encuentra muy deteriorada, tanto por los hoyos y parches como por varios derrumbes ocurridos últimamente a lo largo de toda la vía.
En algunos tramos ni siquiera existe la carpeta asfáltica, sino un suelo rústico que dificulta el rodaje.
La vía es apenas de dos carriles y los conductores se desplazan a altas velocidades, aumentando el riesgo de accidentes.
Trabajos paralizados. Aunque en algunos tramos se observa que se han iniciado los trabajos de reparación, estos han sido paralizados. Incluso en algunos derrumbes se puede verificar la construcción de muros de gaviones, pero algunos de éstos están desmantelados porque no cuenta con la maya metálica.
También se aprecian grandes tuberías de concreto que serían usados en el desagüe y que por el aspecto que presentan, se deduce que llevan allí un tiempo considerable.
José Báez, residente en el kilómetro 23, señaló que hace años que esa carretera se encuentra deteriorada y a veces inician la reparación de algún tramo, pero no terminan.
Con relación a los derrumbes, algunos de los cuales son de varios metros abajo, destacó que se han agravado con las últimas fuertes lluvias, sobre todo tras el paso de las tormentas Noel y Olga, a fines del año pasado.
Dijo que los accidentes se hacen frecuentes, sobre todo cuando llueve, porque hay zonas de deslizamiento donde no caben dos vehículos grandes a la vez.
Destacó Báez el peligro que representan los camiones y autobuses que se desplazan a gran velocidad.
Importancia
La carretera tiene una extensión aproximada de 45 kilómetros, hasta llegar al pueblo portuario de Sabana de la Mar, desde donde salen y entran embarcaciones con destino y procedentes de Samaná.
De ahí la importancia de esa vía para conectar a esa comunidad turística y pesquera.
También desde esa carretera se accede al Parque Nacional de Los Haitises, a través de El Valle, una zona productora de diferentes productos alimenticios y de extracción de ámbar.
En algunos tramos ni siquiera existe la carpeta asfáltica, sino un suelo rústico que dificulta el rodaje.
La vía es apenas de dos carriles y los conductores se desplazan a altas velocidades, aumentando el riesgo de accidentes.
Trabajos paralizados. Aunque en algunos tramos se observa que se han iniciado los trabajos de reparación, estos han sido paralizados. Incluso en algunos derrumbes se puede verificar la construcción de muros de gaviones, pero algunos de éstos están desmantelados porque no cuenta con la maya metálica.
También se aprecian grandes tuberías de concreto que serían usados en el desagüe y que por el aspecto que presentan, se deduce que llevan allí un tiempo considerable.
José Báez, residente en el kilómetro 23, señaló que hace años que esa carretera se encuentra deteriorada y a veces inician la reparación de algún tramo, pero no terminan.
Con relación a los derrumbes, algunos de los cuales son de varios metros abajo, destacó que se han agravado con las últimas fuertes lluvias, sobre todo tras el paso de las tormentas Noel y Olga, a fines del año pasado.
Dijo que los accidentes se hacen frecuentes, sobre todo cuando llueve, porque hay zonas de deslizamiento donde no caben dos vehículos grandes a la vez.
Destacó Báez el peligro que representan los camiones y autobuses que se desplazan a gran velocidad.
Importancia
La carretera tiene una extensión aproximada de 45 kilómetros, hasta llegar al pueblo portuario de Sabana de la Mar, desde donde salen y entran embarcaciones con destino y procedentes de Samaná.
De ahí la importancia de esa vía para conectar a esa comunidad turística y pesquera.
También desde esa carretera se accede al Parque Nacional de Los Haitises, a través de El Valle, una zona productora de diferentes productos alimenticios y de extracción de ámbar.
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