jueves, 23 de octubre de 2008

Crisis económica lleva jóvenes capturar jaibas para vender en carreteras del Este

MANUEL ANT. VEGA
HATO MAYOR.-La fuerte crisis económica que golpea a las poblaciones del Este del país, originada por la falta de empleos, ha obligado a muchos jóvenes correr a los ríos y arroyos de Hato Mayor a capturar jaibas y camarones, para vender en las carreteras que acceden a esta ciudad.
A la venta de crustàceos han sido integrados menores que oscilan entre los 9 y 13 años de edad, que dicen venden las jaibas para ayudarse con la dietas escolares.

Aunque la captura de los crustáceos está vedada por las autoridades de la Secretaría de Medio Ambiento y Recursos Naturales y la Secretaría de Estado de Agricultura, es notorio observar como decenas de jóvenes y adultos se estacionan en carreteras del Este a comercializar jaibas y camarones.

La jaiba se oferta entre 150 y 200 pesos la docena, mientras que la libra de langostines o camarones de agua dulce se expende a razón de 300 pesos la libra.

El Cabao, Km. 15, Km. 20, Guamira, Guayabo Dulce, Chicharrón y Jalonga, son las comunidades donde con mayor frecuencia se observa la venta de jaibas y camarones de agua dulce.

La venta de los crustáceos es más tangible en las carreteras que van a los municipios de El Valle, Sabana de la Mar y la que empalma esta ciudad con San Pedro de Macorís.




Grupos ecologista de la zona consideran la depredación a la fauna acuática como un crimen que está afectando los ríos Yabón, Sano, Río Claro, Yanigua, Guamira, Higuamo, Maguá, Almirante, Azuí, Casuí, entre otros de Sabana de la Mar, El Valle, Hato Mayor, Miches, Higüey y El Seibo

Andrés Peguero, síndico municipal del municipio de El Valle y ecologista de vieja datas, pidió la rápida intervención de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, para detener el crimen ecológico, que dijo constituye extraer de manera masiva jaibas y camarones de los ríos y arroyos.

“Es a una muerte segura que están llevando los ríos de Hato Mayor y toda la región Este, hay que parar ese crimen lo más rápido que se pueda, porque entonces las futuras generaciones no conocerán los camarones y las jaibas de agua dulce”, significó Peguero en declaraciones a este medio.

Advirtió que se están produciendo erupciones en los cauces de ríos y arroyos de Hato Mayor, que de seguir produciéndose afectarán sensiblemente el subsuelo y harán desaparecer definitivamente las especies acuáticas.

Grupos ecologistas de la zona consideran la depredación a la fauna acuática como un crimen que está afectando los ríos Yabón, Sano, Río Claro, Yanigua, Guamira, Higuamo, Maguá, Almirante, Azuí, Casuí, entre otros de Sabana de la Mar, El Valle, Hato Mayor, Miches, El Seibo e Higüey.

Se denuncia además que pescadores inescrupulosos estarían lanzando sustancias tóxicas a los ríos y arroyos para capturar camarones y peces, lo que está afectando la fauna acuática en las poblaciones del Este.



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