martes, 20 de enero de 2009

PN captura famoso ladrón en Hato Mayor

MANUEL A. VEGA
HATO MAYOR.- Desde siempre se ha dicho que una persona no es ladrón hasta que no es hecho preso con las manos en la masa, que fue lo que pasó con Melende Rosa Sandoval, 23 años, que fue apresado cargando el cuerpo del delito, una computadora portátil que había sustraído de una residencia en sector Las Mercedes de Hato Mayor.
Melende, siempre era perseguido por la policía, por supuestas acusaciones de robos, pero el mismo lograba obtener su libertad, porque nunca se les ocupaba nada de los hurtados.
El último robo de este caco solitario, según la policia, afectó la residencia de la señora Santa Ortiz Vásquez, ubicada en la calle Mercedes No. 62, del barrio Las Mercedes, al oste de Hato Mayor, de donde el delincuente cargó con una computadora portátil.
Fue apresado cuando vecinos escucharon que la puerta de la vivienda estaba siendo forzada por el individuo, dando parte a la policía, que actuó en tiempo record, apresando al sujeto cuando abandonaba la casa con su computadora en la mano, como si fuera de su propiedad.
La computadora hurtada era una portátil, marca Sateway, explica un parte policial entregado a la prensa local.
Lo más raro que rodea a Melende, es que la policía siempre lo sindicaba como ladrón, igualmente los munícipes de Hato Mayor, que ahora piden a la justicia no liberarlo, “para que el pueblo esté más tranquilo.
Por el hecho consumado, Melende (El Silencioso), recibió una medida de coerción impuesta por el juez de la Instrucción, Víctor Fragoso, de 3 meses de prisión preventiva.
“El Silencioso” purgará la medida en la cárcel pública de El Seibo, porque en Hato Mayor no hay un recinto penitenciario para albergar los reos que son procesados en los tribunales locales.
Al responder preguntas de este redactor, El Silencioso”, dijo “Vega eso fue un gancho que me puso la policía, yo no soy ladrón, sino “descuidita”, eso fue un gancho para quitarme de la calle, policía no quiere saber de mi”.Un descuidita en el lenguaje llano del dominicano, es un cleptómano, un randa, truhán, un ratero, que le pone la mano a lo ajeno en un abrir y cerrar de ojo

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