lunes, 2 de agosto de 2010

La fundación Oviedo y Medio Ambiente asisten familia pobre en Hato Mayor


 MANUEL A. VEGA
HATO MAYOR.- La Fundación Oviedo,  conjuntamente  con  la  Dirección Provincial  del ministerio de Medio Ambiente, entregaron   diversos  ajuares  a  una familia  pobre de solemnidad de  la comunidad de La Lajita,  en   el  Distrito Municipal de Mata Palacio,  dejando  resuelto  parte del problema  de  albergue  que  afectaba a la humilde familia.
 Nancy Clotilde  Medrano  de  45  años y  su  esposo  Cándido  Vásquez  de  57  viven junto a su  hijo  Peñin,  de  7  años, en una casa techada con tablas de palma, cobijada con pencas de yagua y piso de tierra, le cambió la vida en un pestañar y cerrar de ojo, cuando recibieron cama nueva, una estufa con cilindro
La entrega la hizo Juan Oviedo, presidente de la Fundación Oviedo de Santo Domingo en compañía de Miguel Laureano, director provincial del ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, que movido por un reportaje publicado en los periódicos nacionales Hoy y El Nacional, fueron en auxilio de la familia Vásquez-Medrano.La ayuda consistió en dos camas, una estufa con su cilindro, seis sillas plástica, una compra y los útiles escolares para su hijo Peñín,  que  aun  no  está  en   la escuela, pese a tener 7 años de edad.El cuadro de pobreza que rodea a la familia Vásquez-Medrano es tal que cuando llueve en su casa escampa afuera y  llueve adentro.La miseria que golpea a esta familia se hace más patética, al saberse que tienen que consumir el agua del río Maguá, a cuyo cauce caen de manera directa las aguas cloacales o residuales del sistema sanitario de Hato Mayor.
La  situación  es  deprimente,  para la familia  Vásquez   Medrano,  que  al igual  que  muchas  familias  de la zona,  el  principal  problema  es el  camino vecinal  y  la  falta  de  agua  para  el  consumo humano.
La Lajita, es una comunidad distantes a  unos 10 kilómetros al sur de Hato Mayor, donde unas 30 familias malviven en medio de la pobreza y la estrechez económica. 
Para llegar a la citada comunidad hay que hacerlo zigzagueando entre los charcos de agua y lodo, demandando sus habitantes la intervención de la muleta oficial, la construcción del camino y  una escuela para la educación de los pocos niños que hay en el lugar.

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