miércoles, 17 de noviembre de 2010

Caen ventas de haitianos ambulantes en calles de Higüey

JUAAN RAMON INIRIO
HIGÜEY.   La detección del primer caso de cólera en el país en esta ciudad, comenzó a surtir efectos negativos, especialmente en las vendedoras ambulantes de origen haitiano.
Según revelaron algunas de estas mujeres, que se ganan la comida vendiendo maní tostado, mangos, guineos, aguacates y frutos menores, la venta se les ha caído estrepitosamente.
Aunque pidieron no dar a conocer sus nombres porque en su mayoría están ilegales en el país, las “marchantes” dijeron que la situación se les ha puesto difícil por la negativa de la gente a adquirir sus productos.
“Yo misma soy una madre de familia con cuatro hijos pequeños, llegada recientemente de Haití, que me gano la vida vendiendo aguacates y mangos para mantenerlos”, expresó una de las afectadas.
Más de un centenar de haitianas circulan por las calles de esta ciudad pregonando sus productos.
El primer caso de cólera en el país fue detectado el sábado cuando el haitiano Wilmo Louwes, de 32 años, se presentó al centro médico Doctor Reyes, del sector San Martín, de aquí.

El obrero acababa de llegar de su país, donde pasaba sus vacaciones, y se desmontó del autobús frente a la estación de gasolina Isla, aproximadamente a 10 metros de distancia del centro médico privado, y para llegar al mismo tuvo que utilizar los servicios de un  motoconcho porque no tenía fuerzas para caminar.
El doctor José Reyes, propietario del centro médico, dijo que el paciente ha evolucionado satisfactoriamente y que lo mantienen aislado.
Cientos de personas acuden al lugar desde que se supo la noticia del descubrimiento y algunos manifiestan su temor de que  la enfermedad se propague.

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