sábado, 27 de noviembre de 2010

Familias de Hato Viejo comen hojas de un árbol

RAFAL G. SANTANA
Los moradores de Hato Viejo, ubicado en la antigua carretera Santo Domingo-San Pedro de Macorís (Mella), se alimentan con hojas de árbol. En esta comunidad, donde se vivía del corte de la caña, la miseria toca las puertas de 63 familias de Kananga, las cuales utilizan las hojas de un árbol llamado Lapayé para comer.
La señora Oliberta Rosario Alba tiene seis hijos que diariamente debe darle de comer. Con voz entrecortada afirma: “no tenemos dinero para comprar los alimentos y la carne, entonces buscamos las hojas de Lapayé, las hervimos, votamos la primera agua y la comemos guisada acompañada de yuca, lo que aparezca y en sopa. Eso es lo que hacemos, porque no tenemos trabajo, ni dinero”.
Para su esposo, Manuel Hernández Rosario (Papa), “la situación está muy dura, no hay trabajo y para sobrevivir alimentamos los niños con las hojas”.
Reunidos en la puerta de su habitat, una casita forrada de zinc, esta pareja, junto a sus hijos conocidos como Yahaira, Agustina, Víctor, Anabel, Sabina y el Pinto, narran el drama que viven, que no es solamente de ellos, sino de todos los que habitan en Kananga.
Cuando había corte de caña para las zafras de los ingenios se buscaban los pesos. Todos los cañaverales fueron quemados la semana santa pasada, y a pesar del Consejo Estatal del Azúcar (CEA), arrendar a Bioetanol Dominicana 93 mil tareas para fabricar etanol, los mismos terrenos fueron vendidos a otras personas que se identifican en la comunidad como altos oficiales de policía.
La población de Kananga no tiene letrinas y sus necesidades las hacían en los cañaverales. Ahora no tienen dónde realizarlas, porque los compradores (supuestos oficiales de la policía, coroneles y mayores) cercaron los terrenos advirtiendo que si penetran a esos lugares les entran a tiros, según narran los moradores.
Prácticamente, es una población cercada por los alambres de púa de los que se hacen llamar los dueños de los terrenos.
Los campos de caña donde estos nuevos dueños tienen cercadas grandes extensiones en las parcelas 550, 55l y 551, pertenecen a la sucesores de la familia Hichez, que tienen los títulos y una certificación del CEA reconociendo que las 8 mil tareas que ocupan los alegados altos oficiales son los legítimos propietarios.
Jefe PN dispone ayuda
La esperanza de un cambio de vida comienza a sentirse en Kananga de Hato Viejo, porque la jefatura de la Policía Nacional, que comanda el mayor general José Armando Polanco Gómez, dispuso que el sub-jefe general Víctor Campusano realice un levantamiento para darle asistencia médica, gestionar alimentos, medicinas e instalar las letrinas que se necesitan.
El director médico de la policía, coronel Cristóbal Fernández, visitó el lugar para rendir un informe sobre las necesidades en la población de Kananga. Este gesto humano y solidario de la jefatura de la policía ha despertado interés.
Todos agradecen las gestiones que hace la policía y esperan por la ayuda.

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