miércoles, 19 de enero de 2011

Frank Portalatin: Fue un visionario del cultivo del cacao en República Dominicana

FRANK PORTALATIN
MANUEL A. VEGA
atacando10@hotmail.com
HATO MAYOR.- Cuando se escriba la real historia del cacao en la República Dominicana, habrá necesariamente que hacer mención especial del Maximiliano Francisco José Portalatin Bernal, quien fue técnico pionero de la siembra organizada del cultivo del cacao en la región Este de la Isla Hispaniola.
Frank Portalatin, como era conocido este experto en el manejo de cacao, cultivó buenas amistades y se le reconoció por sus aportes y experiencias científicas en el manejo, poda y control de enfermedades y plagas en la producción del grano aromático.
A casi un año de su repentina muerte por infarto, Frank Porlatín sigue siendo recordado como artífice de la siembra organizada del cacao en la República Dominicana.
Su nombre retumbará debajo de muchas plantaciones de cacao, cuando se incorporen los Días de Campos y los cursos y talleres a los productores, donde Frank Portalatin fue maestro y nos dejó como legado que “Que el manejo de la finca, da más cacao y más rentabilidad”.
Nació el de 2 enero del año 1947 y murió el 21 de enero del 2010.
Era hijo de doña Consuelo Bernal y del contador Augusto Portalatín, oriundo de Hato Mayor.
Casó primero con Carmen Rodríguez, con con quien procreó a sus hijos Ochi, Antonio y Mariette, mientras que su segundo matrimonio con Malena Molina procreó a Franchezca
En vida fue director en varias ocasiones del Departamento de Cacao del Ministerio de Agricultura y llegó a desempeñarse como director regional de la cartera con asiento en Higüey.
En su afán por llevar nuevas técnicas en el cultivo del cacao en el país y buscando alternativas para enfrentar las plagas y enfermedades que afectaban el cultivo, viajó en varias ocasiones a seminarios y cursos a El Brasil, Ecuador, Costa Rica, Colombia.
Los conocimientos y técnicas adquiridas ayudaron en muchos a sanear las plantaciones del cacao de las regiones Este y Norte de República Dominicana.
Estudió con buenos frutos después, la genética del cacao y la evolución del cultivo en los últimos años.
A él se debe en gran parte la introducción de los famosos “Días de Campos”, que consistían en reunir a los productores de cacao de determinadas demarcación geográfica con los técnicos del Departamento de Cacao del Ministerio de Agricultura, para educar y enseñar literatura del cacao, como enfrentar las plagas del carpintero, el ratón, comején y enfermedades como la Mazorca Parda del Cacao, que tanto daño hace al cultivo.
Amaba tanto la cacaocultura, que antes de morir dejó organizado un vivero de plántulas de cacao en la que fuera su finca en la comunidad de El Manchado, a tres kilómetros al norte de Hato Mayor.
CITRICULTOR
Tras adquirir con muchos sacrificios unas 300 tareas, Frank la dedicó una parte a la siembra del cacao y otra buena parte al cultivo organizado de cítrico, en la comunidad de El Manchado, a unos 4 kilómetros por a carretera Hato Mayor-Sabana de la Mar.
Aquí también se especializó y supo enfrentar con audacia, la enfermedad de los cítricos conocida como “La Tristeza”, que devastó su finca, pero que renovó con patrones resistentes al virus.

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