sábado, 22 de octubre de 2011

Historia y Evolución Municipio El Valle

Las autoridades de la provincia Hato Mayor han sido parcas en atender los reclamos de este municio, que adoleces de todo, mientras la delincuencia y el narcotráfico se van apropiando de la poca juventud que queda en el agricola peblo.

MANUEL A. VEGA
atacando10@hotmail.com
Situado a 33 kilómetros de Hato Mayor y 139 de Santo Domingo, El Valle fue fundado hacia el año 1800, y aunque no se sabe con exactitud, al principio estuvo ubicado en otro lugar, unos 3 kilómetros de donde se encuentra actualmente. La fundación de El Valle se le atribuye al indígena Icagua.
Su traslado según cuentan ciudadanos, obedeció al ataque de una enorme plaga de hormigas aparecidas, durante un tiempo de lluvia. Hoy se denomina ese lugar Valle Viejo, dedicado en la actualidad a la crianza de ganado y palma africana.
El Valle está limitado al Norte con Sabana de la Mar, al Sur con Hato Mayor, al Este con El Seibo, y al Oeste con Bayaguana. Está dividido en tres secciones: San Rafael, Arenita y Rincón Fogón.
La sección San Rafael está subdividida en los parajes: kilómetros 20, El Cabao, kilómetro 23, Guachimanes, Pedro Pablo, Arroyón, Los Cacaillos y Río Chiquito; Rincón Fogón se subdivide en Rincón Fogón. Altos las Piedras y Los Callejones; en alto que Arenitas la integran los parajes Arenita, Las Filipinas, Los Plátanos, El Centro.
Para el año 1927 El Valle era un caserío de apenas 25 ó 30 casas, con cuatro calles: San Antonio, Las Guamas, Los Ajíes y Jacagua.
Entre sus primeros habitantes, conforme datos documentales de actos notariales aparecido en Hato Mayor figuran: Cleto Rogelio, José Tiburcio, Andrés Rojas, Pedro Jiménez y Andrés Peguero, y otros. Hay que destacar que estos apellidos han permanecido en el tiempo.
Isolina de León aparece hacia el año 1927 como la primera maestra del poblado y el padre Andrisson el primer sacerdote que visita la comunidad a dar misas.
Antes de ser elevado a municipio en 1982 y pertenecer a Hato Mayor, era una sección de Sabana de la Mar.
En 1939, el 26 de mayo por Ley del Congreso Nacional que tuvo sumiso al régimen, mediante el número 1111 fue aprobado una ordenanza del Ayuntamiento de la común de Sabana de la Mar que designó con el nombre de “Villa Trujillo”, la planicie de El Valle de Icagua de aquella jurisdicción en honor al benefactor de la Patria, Rafael Leonidas Trujillo.
Esta condición inmerecida permaneció hasta el año 1961 que fue elevado a Distrito Municipal, perteneciendo geográficamente al municipio costero de Sabana de la Mar y políticamente a la provincia de El Seibo.
Fue el primero de enero de 1982 que adquirió la categoría de municipio, pasando a pertenecer a la provincia de Hato Mayor en 1984, cuando fue aprobada la ley 246 que elevó el status de común a provincia a Hato Mayor.
La religión que predomina es la católica y Lidio Cadet Jiménez aparece como el primer cura párroco del municipio. Julio César Echavarría aparece como el encargado de la Junta Municipal Electoral y como primer fiscalizador Bienvenido de la Cruz y Floricel Núñez Martínez primer oficial civil. La primera acta de nacimiento expedida se hizo a favor de Andrea Fuentes y de defunción a nombre de Eugenio Sánchez.
Actualmente El Valle cuenta con una población de 8 mil habitantes, según el censo realizado en 2000; la población era mayor pero fue que más de 5 mil familias que vivían en la zona de amortiguamiento del Parque Nacional Los Haitises fueron desalojadas y ubicadas en Los Hatillos de Hato Mayor, matando la economía del municipio.
Los ríos principales con que cuenta El Valle son: Yabón, Manigua y El Sano, de éste último se abastece de agua la población.
El 60% de la población reside en la zona urbana y el 40 por ciento en la rural.
ECONOMÍA
La producción que predomina en la actualidad es la palma africana, cacao, café, coco, yautía, y la ganadería, que en principio fue el fuerte económico de este pujante municipio.
El Valle tiene una alta producción de Ámbar, de cuya explotación vive mucha gente. En los campos y ríos abunda mucho el carbón mineral y se sabe del hallazgo de oro.
Las industrias dedicadas a la explotación de palma africana son Induspalma e Inasca que absorben más del 50% de la mano de obra local.
La explotación turística ha llegado a El Valle y decenas de turistas nacionales y extranjeros visitan diariamente el Salto de Yanigua, un caño de aguas cristalinas que desciende de las montañas del Parque Nacional Los Haitises. Las plantaciones de palma africana son además un atractivo para los turistas que se detienen en las zonas productoras a hacer fotos y tomar fílmicas que traducen en hermosas postales y exhiben en salas de cines de Francia, Alemania y Estados Unidos.
En los últimos dos quinquenio han surgidos grupos culturales y sociales como son: Club “Jóvenes Valleros en Marcha”, Unión Amistad, Asociación Pro-desarrollo El Valle, Club Juvenil y Deportivo “El Valle, Asociación Campesina “La esperanza” y el Centro de Formación Artesanal y otros.
VIDA MUNICIPAL
La vida municipal de El Valle ha estado siendo dominada por el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) y el Revolucionario Dominicano (PRD), organizaciones que han tenido la mayoría de los síndicos que ha habido en el municipio; en el período 1982-2002. El período 2002-2006 se desempeñó como síndico Abelardo Pérez,  del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y quien actualmente ocupa de nuevo la alcaldía municipal.

En las elecciones de 1982 asumió como Síndico Eleuterio Sánchez Valdés, quien en 1984 decide radicarse en los Estados Unidos, asumiendo de manera interina Miguel Nolasco; Cecilio Morel fue síndico en el período 1986 – 90 y Ramón Tiburcio Céspedes se desempeñó como síndico desde 1990 hasta 1998, que asume Persi Peguero, quien falleció en un accidente de tránsito y termina el período Ramón Tiburcio Céspedes. Abelardo Pérez  fue síndico en el período 2002-2006

El Valle cuenta con su escudo Heráldico que fue develizado en 1991 y diseñado por técnicos de la Liga Municipal Dominicana, a solicitud del síndico Ramón Tiburcio Céspedes.

El escudo está dividido en cuatro cuarteles con un fondo dorado que simboliza el color del cacao, que por centurias fue la producción principal del  municipio.
El primer cuartel aparece el indígena Icagua que encabezó el primer asentamiento humano en 1795, huyéndole a la persecución española, y que simboliza la inocencia indígena  con un fondo azul tenue.
El segundo cuartel está representado por una piedra de ámbar con un fósil de insecto incrustado – carbón vegetal que abunda en la zona, en fondo rosado.
El tercer cuartel presenta el ave carpintero, autóctona y folklórica de la zona colocada sobre una rama y un fondo azul cielo y el cuarto y último cuartel presenta a un hombre tocando atabales, que identifica como parte de la cultura que perdura en el tiempo en el municipio de El Valle, con un fondo amarillo.
El cintillo superior aparece con el mensaje “Dios es nuestro guía”; en fondo amarillo y letra roja de la fe religiosa; el cintillo inferior con fondo verde se lee el nombre del municipio.
NECESIDADES
Calles en mal estado, un acueducto inservible, caminos vecinales en condiciones deplorables, electrificación de los barrios, un edificio para concentrar las oficinas públicas, un comedor económico y más fuentes de empleos están entre las necesidades más reclamadas por los habitantes de aquí, que denuncian que los gobiernos los han abandonado a su suerte.
Se requiere además que el gobierno le ponga una atención especial a la riqueza natural y mineral que tiene el municipio y ordene la instalación de un taller moderno para procesar el ámbar y equipos para extraer la riqueza mineral que hay en la zona.
Además en El Valle hace falta que el gobierno disponga la construcción de escuelas en barrios y comunidades rurales para elevar el nivel educacional y el intelecto de los habitantes de este empobrecido pueblo.
El abandono es tal, que las oficinas gubernamentales operan en locales alquilados y los bomberos cuando hay un siniestro tienen que correr de a pies y utilizar cubetas, galones y latas para sofocarlo, por falta de camión y equipos antifuegos. El Ayuntamiento opera en un local alquilado que se cae a pedazos.
Es el Valle merecedor de una mejor suerte de parte del gobierno Central y las autoridades Municipales.
RECURSOS HIDRICOS
En este municipio se encuentran varios de los más importantes recursos hídricos de la región Este, constituido especialmente por saltos de agua y lagunas naturales, así como parte de la cuenca hidrográfica del río Higuamo, que desemboca en San Pedro de Macorís.
Pese a la existencia de estos recursos naturales de gran importancia para el desarrollo de la zona, existen áreas a las que el sector privado o el oficial no han dado la protección adecuada.
Entre los saltos más importantes localizados en esta zona  figura  el de Yanigua, que en la actualidad es visitado por personas que acuden a darse un chapuzón, e incluso se habla de la necesidad de construir una hidroeléctrica en la zona.
Está protegido por una frondosa vegetación y el área donde se encuentra, según los lugareños, es rico en ámbar y carbón mineral.
Se produce en el río Yanigua, cuyas aguas posteriormente van a parar al río Yabón. El salto es una de las mayores bellezas que ofrece la naturaleza en toda esta área.
El río Yanigua tiene una extensión de 19 kilómetros, mientras que el Yabón tiene 26, desemboca en la costa norte de Sabana de la Mar.
Otros saltos importantes en esta comunidad son el salto de Apolinario y el de Yabón.
LAGUNAS IMPORTANTES
Situadas a unos 15 kilómetros al oeste de este municipio y bordeando la comunidad de Arroyón, área de amortiguamiento del Parque Nacional de Los Haitises, se localiza una de las lagunas más bellas de esta zona, la de Orleáns.
El camino hacia esta fuente de agua es difícil acceso, ya que producto del desalojo de los campesinos situados en la zona ha sido abandonado y prácticamente, se ha borrado. Está bordeada de montañas en las que se puede apreciar que alguna vez hubo presencia humana.
LAGUNA CLARA
Esta es otra fuente de agua clara de este municipio, encontrándose situada en medio de una finca del Consejo Estatal del Azúcar, que está siendo sometida a graves devastaciones por orden de mayordomos y empleados que tienen a cargo el cuido.
En la Colonia San Rafael se encuentra además la laguna de Los Hicacos, y otra conocida como Laguna Prieta

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