lunes, 18 de marzo de 2013

Anciano celebra 101 sembrando yautÍa en su conuco de Hato Mayor

No aprendió a leer, pero es poseedor de una lucida memoria, que lsirve para contar historias y cuentos de hace 100 años

TEOFILO GUERRERO
 Manuel Antonio Vega

Mango El Limpio, Hato Mayor.- Teófilo Guerrero es un longevo agricultor que nació el 20 de febrero de 1912, en la época cuando el arroz y el aceite para la comida se compraban con trueques de huevos de gallinas caseras y se comía más carne que beber agua.

Arribó a los 101 años y quiso celebrarlo en su conuco, al cual va todos los días a repasar y ver cómo van la yautía, yuca y plátano que sembró en su parcela, que labora desde hace varias décadas en la comunidad de Mango El Limpio, sección San Rafael, del municipio de El Valle, provincia Hato Mayor.

Su mente es lúcida, brillante y de una visión extraordinaria, que a su longeva edad le permite ensartar aguja. No aprendió a leer, pero es poseedor de una memoria brillante que le permite contar historias y anécdotas de hace 100 años.

No recuerda que se haya enfermado y revela que la juventud de ahora es una “mojiganga”, seres que se dejan utilizar para entrar a la violencia.


 Nadie labora más la tierra que él en Mango Limpio, pues desde que pones pies en tierra se va al conuco y regresa cuando deja ver el astro de luz.

A su edad solo le agobia la falta de una buena cama, una estufa y sillas para cuando llegue visita. Reside junto a su hijo Isidro y la mujer de este, en lo alto de una montaña, de donde se puede visualizar el poblado de El Limpio.

Su situación económica es precaria, porque los pocos que da el conuco son para el sustento de él, su hijo y la esposa de este.
Para llegar a su conuco, debe subir una loma con más de 200 metros de altura y allí sus cultivos se destacan por encima de los que hay en rededor.
En su juventud conoció a tres mujeres, pero solo con una procreó a sus tres hijos.
Teófilo no conoció a su madre y enviudó a pocos tiempos de haberse casado. Luce fuerte y aun se rasura el mismo el rostro.
“Llegué a esta edad comiendo muchas carnes, yuca y yautía amarilla”, confiesa el centenario hombre.

El cumpleaños 101
Atacando Digital se enteró que don Teófilo cumpliría sus 101 años, lo que él quería celebrar en el conuco y haciéndose fotos, para que les queden de recuerdo a sus hijos, de su valentía y arrojo por el trabajo que siempre le ha caracterizado.

Necesita ayuda
La casa donde vive junto a su hijo, está siendo afectada por una plaga de comején, que le está destruyendo el caballete, mientras que aún cocina en barbacoa con leña seca. No conoce de una cocina moderna, pero anhela una estufa y sillas para sentar la visita cuando llega.

Su habitación solo la separa una sábana de la pequeña sala y un cartón de la de su hijo Isidro, quién hace 20 años se lo llevó para su casa, para ponerle la atención como pueda.
No pasa hambre, pero pide que le donen compras de comida, para ayudar a su hijo en los gastos del hogar.



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