No aprendió a leer, pero es poseedor de una lucida memoria, que lsirve para contar historias y cuentos de hace 100 años |
TEOFILO GUERRERO |
Mango El Limpio, Hato Mayor.- Teófilo Guerrero es un
longevo agricultor que nació el 20 de febrero de 1912, en la época cuando el
arroz y el aceite para la comida se compraban con trueques de huevos de
gallinas caseras y se comía más carne que beber agua.
Arribó a los 101 años y quiso celebrarlo en su
conuco, al cual va todos los días a repasar y ver cómo van la yautía, yuca y
plátano que sembró en su parcela, que labora desde hace varias décadas en la
comunidad de Mango El Limpio, sección San Rafael, del municipio de El Valle,
provincia Hato Mayor.
Su mente es lúcida,
brillante y de una visión extraordinaria, que a su longeva edad le permite
ensartar aguja. No aprendió a leer, pero es poseedor de una memoria brillante
que le permite contar historias y anécdotas de hace 100 años.
No recuerda que se haya enfermado y revela que la
juventud de ahora es una “mojiganga”, seres que se dejan utilizar para entrar a
la violencia.
Nadie labora más la tierra que él en Mango Limpio,
pues desde que pones pies en tierra se va al conuco y regresa cuando deja ver
el astro de luz.
A su edad solo le agobia la falta de una buena cama,
una estufa y sillas para cuando llegue visita. Reside junto a su
hijo Isidro y la mujer de este, en lo alto de una montaña, de donde se puede visualizar
el poblado de El Limpio.
Su situación económica es precaria, porque los pocos
que da el conuco son para el sustento de él, su hijo y la esposa de este.
Para llegar a su conuco, debe subir una loma con más
de 200 metros de altura y allí sus cultivos se destacan por encima de los que
hay en rededor.
En su juventud conoció a tres mujeres, pero solo con
una procreó a sus tres hijos.
Teófilo no conoció a su madre y enviudó a pocos
tiempos de haberse casado. Luce fuerte y aun se rasura el mismo el rostro.
“Llegué a esta edad comiendo muchas carnes, yuca y
yautía amarilla”, confiesa el centenario hombre.
El cumpleaños 101
Atacando Digital se enteró que don Teófilo cumpliría
sus 101 años, lo que él quería celebrar en el conuco y haciéndose fotos, para
que les queden de recuerdo a sus hijos, de su valentía y arrojo por el trabajo
que siempre le ha caracterizado.
Necesita ayuda
La casa donde vive junto a su hijo, está siendo
afectada por una plaga de comején, que le está destruyendo el caballete,
mientras que aún cocina en barbacoa con leña seca. No conoce de
una cocina moderna, pero anhela una estufa y sillas para sentar la visita
cuando llega.
Su habitación solo la separa una sábana de la
pequeña sala y un cartón de la de su hijo Isidro, quién hace 20 años se lo
llevó para su casa, para ponerle la atención como pueda.
No pasa hambre, pero pide que le donen compras de
comida, para ayudar a su hijo en los gastos del hogar.
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