El “Tuerto” de la Comunicación en Hato Mayor

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Manuel Antonio Vega

Esta historia es un relato, lo publicamos al tiempo de advertir que si alguien se identifica o se siente aludido, no era la intención.

El "Tuerto de la Comunicación es un personaje de la raza humana, que se diferencia del "Felino de la Comunicación", porque trotea y baila como una yegua; se baña con ropa en la piscina y sale seco. Es una jaca mala.

Anda escondiendo la cabeza, para no dejarse ver el rostro, que para viejo arrugado va.

Es una arpía, un ave con rostro de mujer y mente de rapiña.

Ha embobado a varios síndicos de Hato Mayor, que lo abandonan inmediatamente se dan cuenta que es un chantajista y extorsionador.

No te fíes de él, es traidor y belicoso. Ni su propia clase busca reunirse con él, por baboso.
Se pinta de guapo, pero siempre los golpes se pierden en su rara anatomía.

La envidia le ha enfermado hasta el alma.
He visto que los dientes se le salen de la boca ante la cámara, porque su boca se le ha aflojado de tantas sandeces que habla.

Se vende como el más serio de los comunicadores pero dejó de dar pedales, porque se dice engañaba a los clientes con la tela. La empeñaba y no hacía el pantalón o  los bléiser.
Como no sirvió como sastre remendón, se enganchó a humorista, donde no le fue bien. En vez de hacer reír la gente, la gente se burlaba de él. 

No da pie con bola.

Ahora dice que es comunicador, donde tampoco ha podido alcanzar notoriedad.

Se le sugiere que se enganche a payaso, a ver si hace reír a los niños, que lo dudamos, porque los niños se ríen hasta de los movimientos del payaso y el tuerto ni eso sabe hacer.

Le hace falta madurez, es el más estúpido de la pantalla chica.

Cuando tiene un problema se enoja, grita, patalea... hasta se muestra "ofendido" por algún acontecimiento, que incluso no le incumbe. 

Cuando baila lo hace como la Yegua de Los Barriola en la hípica.

Hay un dicho que dice que "tenemos dos orejas y una boca porque tenemos que escuchar el doble que lo que decimos". Esta jaca habla sin escuchar.

Es un niño en cuerpo de adulto, por eso le dicen también El Loco.

Este hombre está enfermo, debe ser ayudado por un especialista de la conducta humana y una cardiologa atender su corazón.

Su perfil lo delata como un enajenado mental, un desquiciado, un desvencijado.

La paciencia, tenacidad, perseverancia y la inteligencia, nunca la ha conocido.

Es un Camaleón Pantera, por eso vive enjaulado, en cautiverio, porque nadie lo busca, lleva una vida sedentaria de amigos.

Es una especie humana rara, no había conocido un ser tan despreciable en la tierra como este.

Cambiar de partido es como mojar su cuerpo. No es estable. Ataca hasta a quien le ha dado comida y le ha comprado en la política.

Este ser extraño debe vivir en islotes, a las afueras de la tierra, en una bahía o isla adyacente.

Esta jaca humana no debe estar en los medios, Hato Mayor merece otro tipo de caballo dócil.

Está rebajando de peso, no se sabe que está afectando su cuerpo.

Parece que le han destruido su ecosistema para extorsionar y ahora no se adapta a su nueva vivienda politica.

No tiene casa propia, vivía en un barrio en una zahúrda y al lado de una cañada y por un comentario abandonó su hábitat.

Es un pelele de  los políticos de Hato Mayor.

Lo mejor que le puede pasar a Hato Mayor es que ya no se puede reproducir este tipo de gusano humano.

Es un ávido depredador de moral,  llevando a todo tipo de nombres que quepan en su boca.

Los viernes va donde los hechiceros, buscando remedio para conseguir mujeres, pero varias le han retirado su afecto, porque su boca es un gatadero.

Es un tuerto susceptible y puede ser devorado por los actos inmorales.

Cuando su cabeza se calenturienta vomita venenos con el público y lo llama enemigos de su espacio.

La luz molesta su visión, se le ve rabioso y cambia de color su temperatura jaca.

Es el ser más despreciable entre su propia raza de hablante.

Cuentan que recibió un merecido golpe y que se lo ganó por genoflexus.

Nota: Esta historia continuará...