jueves, 23 de enero de 2014

Pedigüeños e indigentes arroparon santuario de la Virgen de la Altagracia

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Manuel Antonio Vega

HIGÜEY.- Harapientos, descalzos y con pedidos de compasión, estuvieron presentes cientos de pedigüeños que más que visitar el santuario católico y dar agradecimiento a la virgen, se convirtieron en asedio para turistas y visitantes que cada año visitan el Santuario Católico en la Basílica que alberga la imagen de la madre protectora del pueblo dominicano.
El patio y las calles adyacentes del centro de peregrinación más grande del país, fue escenario de cientos de “pedilones”, que buscaban “hacer su agosto” en pleno enero.
Parece ser que cada 21 de enero, estos seres humanos, muchos merecedores de ayuda, tienen fueros o dominios del territorio visitado, que impide que las autoridades intervengan y ante el asombro de los conductores, se observa a minusválidos montados en su silla de ruedas que se sujetan a vehículos en marcha buscando que le den algo.
Las escenas más crudas se vivieron a la entrada del centro de devoción, donde ningún visitante a la catedral católica y santuario de la Virgen de la Altagracia, escapó al grito de “dame algo”.
Los “pedigüeños”, que se caracterizan por no ser ni mancos, minusválidos ni ciegos, fueron los que más insistieron en obtener ayuda económica de los visitantes locales e internacionales.
Aunque en los 365 días del año, la cantidad de indigentes que deambulan por las calles de Higüey o que utilizan como refugio los parques y centros importantes, son los días previos de la celebración  del 21 de Enero que se ven más indigentes pedilones y pedigüeños, en esta ciudad.
Quizás por el desarrollo y la bonanza económica que exhibe esta ciudad católica y turística es común observar en horas de la madrugada y el día, improvisadas camas frente a los grandes establecimientos comerciales, edificios de apartamentos o parques recreativos. 
 Muchos menores

Menores que oscilan entre los 7, 10 y 16 años fueron un grueso importante para pedir dinero, un pedazo de pan y hasta una menta para chupar.
Esa misma escena se repite con normalidad con niños dominicanos y haitianos que se dedican a limpiar zapatos, vender maní, dulces, jugos, quesos, flores y limpiar cristales.
El desarrollo arrastra pobreza
La expansión demográfica de Higüey que se vuelve atractiva para las demás poblaciones del Este, es uno de los graves problemas que deben enfrentar las autoridades municipales y del Gobierno Central. 
El progreso ha permitido que muchos pedigüeños provenientes de otras poblaciones como El Seibo, La Romana, Hato Mayor, San Pedro de Macorís, Santo Domingo y hasta de las regiones Sur y Norte corran hasta aquí movido por la generosidad, caridad y dadivosidad de su gente. 

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