domingo, 16 de marzo de 2014

El déficit de ambulancias en la región Este es de 28 unidades

MANUEL ANTONIO VEGA
HATO MAYOR. Referir a un enfermo grave a un centro hospitalario público o privado especializado a Santo Domingo es exponerse a la muerte o quedarse a medio camino, por la falta de un adecuado servicio de ambulancia en los hospitales de los pueblos del Este, que carecen de choferes, combustibles, desperfectos y por no existir el aparato en algunos lugares, lo que ha permitido un aumento en el número de muertes por accidentes de tránsitos.
El déficit de ambulancias en la región es de 28 unidades, para ser distribuida solo en los hospitales y centro de salud de las ciudades, según el orden de prioridad.
Las mayorías de las unidades de servicios en poblaciones como San Pedro de Macorís, Hato Mayor, El Seibo, Sabana de la Mar, Consuelo, La Romana e Higüey están en precarias condiciones y para hacer un servicio, los pacientes y familiares tiene que costear el combustible y dejar "caer algo" al chofer.
Las unidades que aún quedan en hospitales y los subcentros de salud en los pueblos del Este son donadas por fundaciones y gestiones políticas, pero la falta de un patronato impide que se alargue su uso, denunciándose que no se le da mantenimiento y la falta de choferes prudentes.
Reza un viejo refrán: "A lo que nada nos cuesta, hagámosle fiesta" y esto se refleja en muchas ambulancias que llevan meses abandonadas en los parqueos de hospitales en pueblos de la región.
El proceso para trasladar a un pacientes se convierte en una verdadera odisea, es más tangible cuando se presentan accidentes que hay llevar los heridos a centros especializados de la región y Santo Domingo.
Hay que hacer esfuerzos extraordinarios para conseguir una ambulancia para trasladar a un familiar a otro centro asistencial, cuyo trámite es agotador, porque muchas veces hay que redimirse a los pies de los políticos, que son quienes mejores conservan los aparatos.
En casi igual condiciones están las ambulancias de los cuerpos de bomberos de Hato Mayor, El Seibo, La Romana, Higüey y San Pedro de Macorís, pero son las que más utilizadas actualmente.
Los pueblos del Este tienen una gran necesidad de ambulancias.
José Rodríguez Abreu, director regional de Salud Públicas, considera de penoso el servicio de ambulancia, atribuyendo a la falta de conciencia de muchos conductores y la falta de recursos para su mantenimiento.
"El Estado provee las unidades pero la falta de conciencia y recursos suficientes impiden e buen funcionamiento", expone.
La carencia de ambulancias en condiciones normales para transportar los pacientes es uno de los mayores problemas que confrontan los principales centros de salud de la región del Cibao, desde el Noroeste al Nordeste. Esa situación se agrava aún más por la falta de recursos económicos para la compra de los combustibles en los centros que disponen de esos vehículos.
Para el traslado de emergencia a los hospitales, familiares de personas lesionadas tienen a veces que contratar minibuses y taxis, sino es que acuden a los políticos, que siempre tienen los vehículos en mejores condiciones que los hospitales.

Ninguna policlínica en las zonas rurales del Este dispone de ambulancia, teniendo sus habitantes que trasladar a sus enfermos en colas de motores, camionetas y camiones.

En clínicas

La falta de ambulancia en clínicas y otros centros sanitarios del Estado los familiares y los pacientes viven situaciones de desesperación y angustia por la falta de una ambulancia para trasladar al enfermo a otro lugar.
Las clínicas en su mayoría no cuentan con el servicio de ambulancia para movilizar los pacientes hacia los hospitales de Santo Domingo y San Pedro de Macorís, donde opera el hospital regional Antonio Musa.
Las funerarias
La falta de ambulancia a favorecido grandemente a las funerarias privadas, que cobran para ofertar el servicio por traslado de pacientes y muertos de un pueblo a otro, así como llevarlos a laboratorios a realizarse estudios especializados, que no ofrecen algunos centros clínicos públicos y privados en la zona.
Cifras
La provincia de Hato Mayor dispone de cuatro ambulancias para una población de 101 mil habitantes; hay unidades, con dificultades en los hospitales Leopoldo Martínez, El Valley Elupina Cordero de Sabana de la Mar, así como en las funerarias del senador Rubén Darío Cruz (Rubén Toyota) y la San Miguel, esta última privada.
En El Seibo solo hay unidades en condiciones precarias en el hospital Teófilo Hernández y la Defensa Civil.
Higüey es la ciudad con más servicios de ambulancias, lo que se justifica por el movimiento económico que generan las actividades turísticas, religiosas y económicas. Aquí opera el Centro Regional de Ambulancia del Ministerio de Salud Pública, con seis unidades, los bomberos 2 y las funerarias una cinco disponen del servicio.
En la zona turística, cada hotel, así como la Autoridad Metropolitana del Transporte (Amet), Clínica Dr Reyes una y las estaciones de la Cruz Rojas, los Bomberos y la Defensa Civil, para totalizar unas 42 ambulancias.
La Romana cuanta con unas 11 ambulancias, pero el cuerpo de bombero tiene su unidad fuera de servicio por averías. También hay ambulancias en el Central Romana, Alto Chavón y la administración de los políticos Chino Ceijas, Fèlix Morla, Alberto Cedeño.
San Pedro de Macorís, a pesar de ser una de las provincias más vulnerables para los accidentes de tránsitos e incendios por estar lleno sus barrios de tugurios y casas humildes solo dispones de nueve ambulancias.
La falta de servicios de ambulancias en las clínicas y hospitales públicos impide el traslado inmediato de personas a centros asistenciales de traumatologías, como el Hospital  Darío Contreras, en Santo Domingo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario