Solo
220 bancas operan legalmente, mientras más de 800 venden números de manera
ilegal en barrios y campos de la provincia ante las miradas complacientes de
las autoridades.
MANUEL
ANTONIO VEGA
HATO
MAYOR.- El anhelo de superación y el deseo de adquirir riquezas, ha provocado
un cao social en la provincia de Hato Mayor, donde la proliferación de bancas
de apuestas y de loterías ha superado el número de iglesias y centros educativos,
convirtiendo la ciudad en la meca de los juegos de azar en la región Este.
Muchos
de estos negocios operan de manera ilegal y violentando los parámetros de
distancias, que establecen los 200
metros una de otra, según la Ley 139-11.
La
proliferación de bancas va a la par con los niveles de delincuencia que se
registran en la ciudad, donde a diario se realizan atracos a manos armadas y
por escalamientos.
La
provincia cuenta con unos 60 templos y capillas católica, mientras que existen
unos 220 templos de otras congregaciones religiosas, mientras que más de mil
bancas de loterías y de apuestas deportivas operan abiertamente, dejando el 65
por cientos sin los permisos correspondientes.
A
pesar de la prosperidad que exhiben los dueños de estos negocios, el alto nivel
de desempleo, la deserción escolar, los embarazos en adolescentes y las
enfermedades de transmisión sexual forman parte del panorama descrito por los nativos, como parte de sus principales
preocupaciones.
Para
sacerdotes y pastores evangélicos, así como para organizaciones sociales y
deportivas, el surgimiento de los negocios ilegales, así como los de expendios
de bebidas alcohólicas, contribuyen grandemente con la deserción escolar, los
robos y el consumo de drogas narcóticas.
Para
pastores y sacerdotes, la proliferación de bancas y el consumo de drogas están
influenciados en el alcoholismo y otras actividades inmorales.
RELIGIOSOS
Para
el sacerdote Vicente Sánchez, la falta de espacios para cultivar la cultura,
como la casa de la cultura, escuela de música y otros lleva a niños, adultos y
envejecientes a jugar buscando la suerte le pueda cambiar su estatus y de vida
En
la provincia operan legalmente unas 220, pero unas 845 venden números de manera
ilegal en barrios y zonas rurales, así como 70 de apuestas deportiva, dejando
el estado de percibir sumas millonarias anualmente.
Muchas
de las bancas operan a menos de 20 metros una de otra, en violación a la Ley
139 que regula o normaliza el sector en la República Dominicana, que dice que
la distancia debe ser 200 metros.
HABLAN
LOS BANQUEROS
Gustavo
Santana y Miguel Angel Peguero (Hungo), de la Asociación de Dueños de Bancas de
Lotería de Hato Mayor, libran una campal batalla contra las bancas ilegales,
llegando a someter a varios dueños de negocios en el costero municipio de
Sabana de la Mar.
Denuncian
además que muchos colmados y kioscos venden número abiertamente con el aparente
consentimiento de inspectores de la Lotería y el ministerio de Hacienda,
instituciones que han sido notificados sobre la venta ilegal de número.
Denunciaron
que muchas bancas se han establecidos de manera ilegal, practicando un negocio
desleal, pagando 100 pesos por un peso jugado, cuando la Ley 139 establece que
se debe pagar 74 pesos por cada peso invertido.
Aprovecharon
para llamar a la Lotería Nacional y al ministerio de Hacienda, para que viajen
a Hato Mayor a disponer el cierre absoluto de las bancas de loterías y apuestas
que operan de manera ilegal.
LOS
VERIFONES
Cientos
de verifones táctiles móviles también forman parte de la ilegalidad en la venta
de número de loterías en Hato Mayor, cuyos vendedores recorren calles, caminos
y carreteras a pies y motocicletas, para ofertar los números a los incautos,
pero dejando de pagar impuestos al Fisco.
Muchos
jóvenes esperan el golpe de efecto de la Diosa de la Buena Suerte, para sacarse
en la lotería y luego correr a los centros de expendios de bebidas, que
permiten la entrada de menores, en franca violación a la ley.
Pese
a este panorama en la conocida Capital del Cítrico y el Ámbar, los muchachos se
sienten optimistas y se muestran confiados en que la situación mejorará y que
las autoridades judiciales y policiales enfrentarán estos males que acogotan a
la sociedad de Hato Mayor.
La
provincia de Hato Mayor es el corazón del Este, por estar ubicada al centro de
la región Oriental de la Isla Hispaniola.
Políticamente
está dividida en tres municipios: Hato Mayor del Rey, capital e la provincia,
así como El Valle y Sabana de la Mar, así como en cuatro distritos municipales:
Las Cañitas, Mata Palacio, Yerba Buena y Guayabo Dulce.
Aunque
la fiscalía de Hato Mayor ha iniciado un plan para evitar los niños vayan a
jugar números a las bancas y comprar cigarros, cervezas y alcohol a los
colmadones, los padres siguen mandando a los menores a jugar y comprar bebidas
alcohólicas para consumir los adultos.
Además
muchos niños y adolescentes se observan por las calles dedicados a lustrar
zapatos, panaderos u otros trabajos infantiles o simplemente caminando o
pidiendo por las calles, para destinar el dinero a los juegos de azar.
La
mayoría de esos menores proceden de hogares desintegrados, por lo que viven con
uno de sus padres, abuelos o con otros familiares, que disponen de poco o
ningún tiempo para velar por su cuidado y bienestar.
El
vandalismo, los problemas de drogadicción, manipulación por parte de adultos,
distorsión de la personalidad, violencia intrafamiliar y enfermedades diversas
son algunos de los peligros a los que se expone ese sector de la población que
pulula por las polvorientas calles de los barrios de la parte norte de Hato
Mayor.
Se
espera que las autoridades del ministerio de Hacienda y la Lotería Nacional,
regularicen y dispongan el cierre de bancas ilegales, que están contribuyendo a
un auge excesivo de la delincuencia juvenil y trastocando el desarrollo
intelectual y social de la juventud local.
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