HATO
MAYOR.- “Mata ese ratón que va ahí y espantas esos perros”, son expresiones que
se escuchan cada mañana en el deplorable matadero municipal de Hato Mayor,
donde ratas y perros van a comer los restrojos y vísceras de los animales sacrificados.
La
suciedad y la mugre se han apoderado del destartalado matadero, controlado por
el cabildo local, el cual ha sido cerrado en tres ocasiones por las autoridades
sanitarias.
El
abandono que exhibe y la falta de higiene que impera, han dado pie al
surgimiento de mataderos ilegales, que tampoco son eliminados por las
autoridades, aunque exponen a la población a graves enfermedades.
Los
animales son sacrificados con el método antiguo, a cuchilladas y no con
pistolas, como demandan los nuevos tiempos.
Los
matarifes o cortadores de carnes en el lugar, no usan uniformes y la carne es
llevada al mercado y carnicerías barriales en colas de camionetas a cielo
abierto y sino, al hombro en colas de motocicletas.
El
lugar no dispone de ningún tipo de control sanitario y los animales se matan de
un tajo en el cuello, sin que el matador se ruborice o entre en pánico.
Las
condiciones higiénicas del lugar son realmente deplorables, con ratas campando
a sus anchas y perros sarnosos que se encargan de comerse las vísceras de los
animales sacrificados.
El
local de sacrificio tiene poca iluminación y cuando llueve se convierte en un
río por el desparrame de agua mezclada con la sanguaza los animales.
En
Hato Mayor solo existe un matadero municipal legalizado, pero proliferan los
ilegales, que no pagan impuestos y sacrifican los cerdos, chivos y reses sin
ningún tipo de regulación.
El
lugar es tomado además para la crianza de cerdos, lo que es ilegal, según los
reglamentos sanitarios.
También
se denuncia que muchos animales que son robados en fincas, son sacrificados en
el matadero, porque tampoco hay una supervisión del Departamento Animal del
ministerio de Agricultura ni inspectores del ministerio de Salud Pública.
El
no disponer de los correspondientes permisos para sacrificar reses y
posteriormente venderlas, expone al consumidor a un riesgo bastante
considerable porque todo el material adquirido incumple las normas más básicas
de salubridad, con el consiguiente riesgo de adquirir algún tipo de enfermedad.
Los
animales a sacrificar para el consumo de la población, nunca han sido pasado
por un proceso de examen por parte de médico veterinario del ministerio de
Agricultura, que también han sido apático el problema de salud que puede
degenerar consumir carne sin examinarse.
DOS
VECES CERRADO
El
ministerio de Salud Pública, a través de la provincial de Salud ha cerrado por
dos ocasiones y en la gestiones de Cruz Tineo el matadero Municipal de Hato Mayor, por alegadamente no reunir
las condiciones sanitarias para operar.
El
cierre se ha sido realizado por la Procuraduría de Medio Ambiente de Hato Mayor
y el Departamento de Sanidad Ambiental de la dirección provincial de Salud
Pública, con el auxilio de tropas policiales.
Constantemente
el cabildo local es notificado para que ponga la debida atención de higiene al
lugar donde se sacrifican los animales, cuyas carnes es consumida por la
población.
En
las notificaciones se hace consignar que el matadero carece de cortinas,
puertas, tela metálica, agua a presión,
mesa de deshuese de cabeza, casilla o loocker, corrales para el ganado a
sacrificar.
Asi
mismo no dispone de cerca o verja perimetral, control de plagas.
Siempre
se la da 60 días para que se ponga a tono con las exigencias y normas de higiene,
pero los plazos se vencen como se le va olvidando en la memoria a las
autoridades de Medio Ambiente y Salud Pública, para obligar al cabildo a tomar
acciones a favor de la limpieza en lugar destinado al sacrificio de animales de
consumo humano.
Lo
cierto es, que el matadero o degolladero de animales se sigue realizando en
condiciones de higiene y salubridad muy precarias.
Hola hermano Vega. Es un honor saludale a usted, a través su Blogger.
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