jueves, 7 de mayo de 2015

Bayahibe, un asentamiento de manantiales con cavernas en el Este

Aquí hay manantiales en el bosque, en el centro de la ciudad y hasta a borde de carreteras y caminos reales.

MANUEL ANTONIO VEGA
Reportaje Especial

BAYAHIBE, La Altagracia.- En cada pueblo de la República Dominicana, existen atractivos que encantan y se convierten en lugares emblemáticos de la industria sin chimenea.
Es el caso del turístico pueblo de  Bayahibe, ubicado en medio de La Romana e Higüey que posee la particularidad en la zona Este de conjugar al propio tiempo el turismo de aventura, cultural, ecoturismo y el de playa, al poseer en sus entornos extravagantes cavernas, playas y manantiales.
La zona más rica en lagos o manantiales interiores es la que abarca el norte de Bayahibe, donde es una verdadera aventura que se vive por pasadizos secretos que se entrelazan uno con el otro.
El buceo en los manantiales es alucinante, ya que dan paso a túneles y pasadizos que te conducen a históricas cavernas con estalactitas y pictografías tainas, que te hacen repasar o evocar  nuestros origines.
En la zona de Bayahibe escasean los ríos y arroyos sobre tierra, pero los asentamientos humanos han estado presentes desde tiempos inmemoriales en la cercanía de los manantiales de agua dulce, que brotan de las entrañas mismas de la tierra.
No se tiene con exactitud la información del número de los afloramientos en terrenos o dentro de algunas cuevas, de los manantiales, que son cursos de agua subterránea que aparecen para hacer de Bayahibe un verdadero encanto natural.
Cuando se está en Bayahibe, no se sabe a cual manantial visitar primero, porque es que se destacan en diferentes puntos del pueblo, creando escenográficas piscinas naturales.
Son tan abundantes, que quienes le conocen primero que a sus playas, prefieren los manantiales, que en su rocosa planicie aparecen hasta debajo de las cavernas.
Aquí hay manantiales en el monte, en el centro de la ciudad y hasta a borde de carreteras y caminos reales.
Los yacimientos hídricos establecidos en las cuevas de la zona de Padre Nuestro, territorio del Parque Nacional del Este, son tan atrayentes que aparecen en portales digitales y revistas internacionales por sus frías aguas termales.
La abundancia de agua subterránea, manifestada en los manantiales es utilizada en la comunidad para el consumo y en estructuras hoteleras.
Las escorrentías subterráneas alcanzan hasta 10 kilómetros de distancia hasta aflorar en Bayahibe.
Desde siempre, los manantiales han sido el centro social de Bayahibe y comunidades circunvecinas, donde a diario cientos de personas van por un chapuzón o simplemente a conocer de estas estructuras de agua dulce, rodeadas de rocas.
ORIGEN

Las depresiones de la tierra originan las lagunas y manantiales, que constituyen cuerpos de agua que reciben aguas marinas y otras de montañas, sabanas y las precipitaciones de lluvias.
Las cuencas lacustres, se originan por depresiones tectónicas, que son las cavidades más profundas y que generalmente son de agua dulce.
Se presume que los cenotes o pozos bordeados de rocas y árboles de Bayahibe se formaron por derrumbes en las altas montañas al oeste de Higuey, creando cortinas que encerraron las aguas, convirtiéndolo en hermosos charcos, algunos de ellos subterráneos.
Geólogos han llegado a  estimar, además, que los derrumbes fueron rellenando cañones estrechos y profundos de agua, incluso con cavernas.
Los yacimientos de agua subterránea nacen en la cola de la Cordillera Oriental y las escorrentías alcanzan hasta 60 kilómetros de distancia hasta aflorar en Bayahibe.
En la cultura precolombina eran sitios sagrados, llamados jagüeyes, y el propio topónimo Bayahibe, elegido por los tainos, probablemente se relacionara con el agua, según el científico Adolfo López Belando.
Hay que resaltar, que algunas de estas fuentes de agua presentan descuidos, que se atribuye a los asentamientos humanos, que se han establecidos en la zona, atraído por la bonanza y prosperidad que ha llevado la actividad turística.
Las autoridades deben iniciar una agresiva campaña de concienciación ciudadana, para evitar sean afeadas estas fuentes eternas de agua subterráneas.
Los hoyos de agua  ya son un reclamo popular en entre turistas de todo el mundo que visita el encantador y turístico municipio de Bayahibe.
Es que son muy singulares y heterogéneos, por sus cristalinas aguas, los tamaños y los arbustos que rodea cada uno.
Las charcas o piscinas naturales, bien promocionadas y con una política de desarrollo turístico bien fundamentada y planificada, puede convertirse en una Marca País, que volcaría el mundo exterior a visitar por obligatoriedad  memorativa a Bayahibe.
Se puede vender como el pueblo de los Manantiales en el mundo, por sus singulares minas de agua aflorada.
ME IMPORTAN
“Los Manantiales me Importan”, es una asociación por iniciativa del Clúster Turístico y la Asociación de Hoteles de La Romana-Bayahibe, que lucha y promociona los recursos hídricos de la zona como atractivos turísticos.
Es dirigido por Ileany Caroll Herrera Mercedes, que surge de la idea de transmitir a niños los conocimientos ambientales necesarios para entender la importancia de proteger el medio ambiente y especialmente las fuentes de agua.
Entre las actividades que desarrollan están: limpiar, reciclar, reutilizar, recuperar, reparar y restaurar las fuentes de agua, que consideran un tesoro divino en la planicie oriental.
El Clúster, la Asociación de Hoteles, el Ayuntamiento local, la Fundación de Estudios Marinos y varios empresarios de la zona están interesados en una obra de rescate para convertir los manantiales en centros de actividades sociales y turísticas.
HISTORIA
Los manantiales son afloramientos de fuentes subterráneas de agua, originadas por el elevado drenaje del suelo de roca calcárea.
En geología, se clasifican como formaciones cársticas (cavidades escavadas por el agua que disuelve la roca caliza.
Constituyen un sistema acuífero dentro de cuevas y túneles subterráneos que, en Bayahibe, se extiende desde Padre Nuestro hasta el pueblo, desembocando en el mar.
Los manantiales de Bayahibe concentran el agua procedente de la infiltración de un territorio de unos 70 km2.
EN PADRE NUESTRO
Padre Nuestro es considerado la meca de los manantiales en Bayahibe, donde las estructuras subterráneas tienen mayor presencia, incluyendo la caverna o cueva de Chicho, un espacio con paredes decoradas con petroglifos rituales de épocas prehistóricas.
El levantamiento hecho en esta zona, precisa que existen unos ocho manantiales, que se entrelazan uno del otro por entre las rocas Kársticas.
En la “Cueva de Chicho”, el agua forma un pequeño lago de agua fresca y transparente, que se cree era utilizado por los indígenas para actos rituales.
Las galerías están repletas de estalactitas y estalagmitas, donde se han encontrado depósitos notables de vestigios paleontológicos y arqueológicos, según explican los guías turísticos en la zona.
CÓMO LLEGAR
El Clúster y la Asociación de Hoteles La Romana-Bayahibe han trazado dos tours eco-culturales con guías especialmente formadas: el
 El manantial de Paula es más sencillito, y mejor para quienes no se atrevan a bañarse en el manantial de Chicho.
Aquí el buceo de inmersión se hace de cuevas en cuevas, por túneles que conectan varios manantiales subterráneos.
Para ir a la Cueva de Chicho, y a la Cueva de Paula, primero hay que ir a la Caseta de Medio Ambiente, en el aparcamiento de Bayahibe y comprar un brazalete, que cuesta RD$ 100.00.

En definitiva, Bayahibe es, el asentamiento de los cenotes más espectaculares que existen en la zona Este de la República Dominicana.

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