jueves, 6 de agosto de 2015

Dulce: la “mamá” de los vinos en el Este

FLORENTINO DURÁN
Raportaje Especial

HATO MAYOR.- Partiendo de su fórmula, se han criado, graduado y multiplicado familias, profesionales y generaciones. Su temple desborda admiración y su laboriosidad ha dado frutos jamás imaginado por una iniciativa con la que ha provocado impacto en su entorno, promoviendo y generando una transformación positiva.
Se trata de Octavia Morillo de Amparo, conocida por todos como Doña Dulce, una verdadera estampa del trabajo, cuyo esfuerzo dio como parto una de las empresas de más promisorio futuro y que aporta empleos y mueve dinero en la zona, a partir de la “fórmula del cacao”.
Todo surgió cuando siendo ella empleada de la secretaría de Agricultura, ahora Ministerio, para 1974, se dio un encuentro en el Club de Leones de Hato Mayor en el que el empresario Juanito Barceló le pidió una botella de vino casero que luego él presentó en una feria nacional. 

En esa ocasión el empresario le entregó RD$2,000 para incentivarla con la compra de azúcar, materiales y equipos para que continuara la elaboración, y a partir de ahí ella participó en otros eventos y compartió con la Asociación de Mujeres Unidas para el Progreso, que logró etiquetar botellas, preparar barricas y vender en cajas.
Doña Dulce trabajó para Agricultura desde el 1 de diciembre del 1962, cuando el Consejo de Estado y luego como nutricionista en el Ministerio de Salud Pública, en donde ha dejado muchas barricas de sudor, pero su mayor emblema ha sido la cantidad de mujeres que ha enseñado e involucrado en el negocio de la preparación de vinos y repostería.
Desde ese tiempo trabajó en Elías Piña, Azua, Baní, San Juan, Las Matas y otros, con experiencias variadas, hasta que en 1978 llegó a Hato Mayor como agente de desarrollo rural, se casó con don Octavio Amparo -vaya coincidencia- con su mismo nombre y con quien ha procreado una familia ejemplar. 
La “mamá de los vinos y la repostería”, narra todo lo que ha ocurrido desde ese tiempo a esta parte; recuerda cuando uno de los hermanos de la familia  Bonetti  llegó a su casa para involucrarla en los inicios de la harina de Maíz Mazorca, en cuyo nombre ella orgullosamente recuerda que puso su parte.
Su laboriosidad la llevó a estar entre las tres mujeres que organizaron la primera feria del maíz, dado que del maíz y del maguey, también ha sacado vinos que se ha multiplicado y expandido tanto en el país como en el extranjero.
La marca
Poco ha poco la fórmula de esta mujer ha sido un atractivo del cual no escapa ni el presidente Danilo Medina, quien no solo ha visitado en varias ocasiones a las mujeres de la asociación que elabora los vinos en Hato Mayor sino, incentivando este mercado, coherente con el Plan de Iniciativa de la Producción, del cual habló este miércoles a todo el país. 
De sus enseñanzas se han beneficiado más de 800 mujeres que incursionan tanto en los vinos como en la elaboración de repostería, en botellas, tarros y diversos envases que se comercializan dentro y fuera de la provincia, la región y el país, con lo que se mantienen muchas familias.

Al respecto refiere: “Yo recuerdo cuando preparé 350 formas de cómo comer el maíz, fue la primera feria del maíz en 1974 y de ahí surgió mi relación con los Bonetti”.
Solo en las Matas de Farfán laboró con 54 grupos de mujeres. Doña Dulce guarda recortes y fotos de sus afanes. Ha viajado a varias ciudades de Estados Unidos, Panamá, Colombia y otros países, tanto a cursos como a ferias.
Origen y elaboración
Y es que esta mujer que está pensionada ahora y reside en la zona céntrica de Hato Mayor, fue quien al viajar a la comunidad rural de Yabón, junto al encargado de Agricultura de entonces Danilo Polanco, conversó con Juana María Solano y otras, para pasarle la fórmula de elaborar vinos; a partir de ahí ha impulsado los cambios como excelente ejemplo de emprendedurismo.

Al ver correr el mucílago o líquido del cacao fermentado, ella preguntó que se hacía con eso, solicitó un galón, lo preparó en su casa y  reconoce que optó por el segundo que mejoró pero no fue hasta el tercer intento que alcanzó su objetivo del buen vino. Su elaboración requiere 18 días de fermentación y 6 meses de envejecimiento para estar listo para el consumo y la venta. 
La botella de RD$250 las hay orgánica, sin aditivo, solo con azúcar y levadura. Le satisface que más de 300 mujeres se ganen la vida con ello.
((Concurso
Mujeres que cambian el mundo, del Banco BHD León 
Es una de las seleccionadas del concurso Premio Mujeres que Cambian el Mundo que auspicia el Banco BHD León. Una valiosa iniciativa que busca reconocer mujeres que han cambiado la vida de otros, promoviendo y generando transformaciones positivas en sus comunidades. 
En la iniciativa participan mujeres dominicanas mayores de 18 años de edad, residentes en el país o en el extranjero o residentes en el país por más de 10 años de cualquier sector o ámbito social, y que tenga como foco social el impacto positivo en su entorno, comunidad o en la sociedad, en el área de acción social, medio ambiente, emprendimiento, salud, educación, cultura o investigación científica.

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