Reportaje Especial
CAPOTE, Hato Mayor.-
El aleteo y “funfuneo” de los murciélagos le dieron el nombre a la cueva Fun
Fun, el monumento natural más espectacular del turismo de aventura que tiene Hato
Mayor, declarada mediante la Ley 77-02 como la primera provincia eco-turística
de la República Dominicana.
El turismo de aventura
en la cueva Fun Fun te permite medir las temperaturas, entre fría y cálida;
disfrutar de la humedad en las paredes de la gruta y la frialdad que produce el
contacto con el agua del río Almirante, por el que hay que caminar por más de
tres horas que dura la excursión a las entrañas misma de la tierra.
Aquí la adrenalina se
dispara, pero se va adaptando a los diferentes obstáculos que se encuentran en su interior, que es lo que hace
más emocionante estar bajo la tierra, especialmente entre rocas.
La Fun Fun está
consignada como uno de los mejores destinos de turismo de aventura de la
República Dominicana, siendo elegida por la generalidad de las empresas
dedicadas a organizar actividades de aventuras.
Las cabalgatas y
descender a la gruta es lo que más le gusta a los turistas, que ya adentro
cambian de opinión al conocer de los chorros, charcos y cascadas entrelazadas
en las rocas que existen en su interior.
Las cascadas
subterráneas vienen dadas por lo accidentado del terreno, que se desprende de
la zona de amortiguamiento de Los Haitises.
Abajo, en el fondo de
la caverna, se experimenta el contacto directo con la naturaleza, al observar
las estalactitas y estalagmitas.
Hay galerías que
tienen bancos de piedras, como si alguien lo hubiera tallado, que sirven para
el descanso del visitante.
En algunos puntos de
su interior se vive un verdadero “Cicloturismo”, por la llanura que se
registran y que se articulan con los cañones de agua en medio de las rocas.
Se recorren caminos de
tierra y accidentados por los peñones incrustados en las paredes, que sirven de
escudo heráldico, a quienes osen caminar por el alargado túnel.
El recorrido de casi 2
kilómetros de extensión no te separa del río “Almirante”, nombre dado al
descubridor, Cristóbal Colón.
Para llegar al destino
turístico de roca y agua hay que cruzar cerros, valles, flora y fauna por una encurvada
carretera, que la acción del tiempo y el descuido oficial han ido borrando y
haciendo el recorrido más tortuoso.
En la parte baja, en
la boca de entrada y salida, hay una cascada o charca, de donde se puede uno
lanzarse a darse un chapuzón en las termales aguas del Almirante.
FAUNA Y FLORA
El gigante socavón
está rodeado de importantes árboles de algarrobo, javilla, pino teta, cabirma
sabana, mango, piñón.
Los guías matizan el
viaje con anécdotas que refieren a al Fun Fun de los murciélagos y van describiendo
la flora y la fauna que adornan el santuario de rocas y agua.
Esta fascinante
aventura de galería en galería, te permiten escuchar el sonido sepulcral del murciélago
y gritar de las corrientes de agua dentro la gruta.
El inusual paisaje
interior se te gravará y asignará en tu cabeza, para solo contarlo como un
episodio de tu vida.
La excursión incluye
desayuno, refrigerio y almuerzo en la tropical finca de Rancho Capote.
Bañarse y nadar debajo
de la tierra, en el río Almirante es espectacular, porque desde las charcas
puede apreciar los petroglifos.
Innúmeras leyendas
sobre los taínos se han tejidos y conjeturados al pie de la caverna, que aún
son contadas por lugareños de la comunidad de Capote, que es donde está ubicada
la gruta más extensa conocida en el Caribe.
Es el destino
turístico de aventura más insólito y destacado que se pueda conocer en el país,
oculta bajo tierra.
La cubierta de los 28
kilómetros de la cueva, de los cuales 9 han sido explorados, es utilizados por
hacendados y agricultores para el pastoreo de animales y cultivo agrícola.
Se cree que las aguas
de más de 20 ríos y arroyos le entran a la caverna por aberturas subterráneas,
que se producen en los pastizales y montañas de la Cordillera Oriental.
En su entorno, en la
comunidad de Castellano existen bancos de caobas y robles centenarios, rodeado
siempre de abedules y helechos,
La Fun Fun goza de
tener túneles con galerías gigantescas y corredores subterráneos, donde se observan
espectaculares estalactitas y estalagmitas.
Es un lugar donde las
rocas emiten chirridos por los deslizamientos del agua en las partes rústicas,
creando una verdadera sinfónica en lo profundo de las entrañas de la tierra.
Desde que se desciende
a la caverna, con focos y equipos especiales y
seguro, para evitar lesiones o rasguños en las caídas, que no fallarán
en la excursión, sentirá el agua entre sus pies y caminará por pequeños
túneles.
Terminada la excursión
subterránea, regresará en cabalgata al comedor de Rancho Capote a disfrutar de
un buffet, acompañado de bebida criolla.
La excursión es un
paseo para conocer las interioridades de la tierra y la vida subterránea.
El inmenso sistema
cavernario del cual sólo se han explorado 9 kilómetros, es un regalo de Dios a
Hato Mayor, que ha sabido conservar la caverna para la explotación turística.
ADVERTENCIAS
La excursión no
permite fumar ni comer dentro del sistema cavernario, por lo que se exhorta
aguantar los vicios hasta que se escape de la gruta.
Volver a ver la luz solar
y observar la muestra del arte rupestre de los primeros habitantes de nuestra
isla, los taínos, es un goce que se vive a la salida del alargado túnel.
HAY LIGNITOS
Al final, también los
visitantes pueden conocer los yacimientos de lignitos, que se producen dentro fuera
de la caverna por el desplazamiento de residuos vegetales de árboles y hojarascas,
en formaciones de miles de años en las aguas del río Almirante.
El Lignito, es un
carbón mineral de color negro o pardo, en el cual aún se distingue la textura
de la madera de que procede.
Son significativos los
yacimientos, que se emplea como combustible en centrales térmicas y en la
fabricación de briquetas o ladrillos.
LA EXCURSIÓN
La empresa Rancho
Capote, que dirige el empresario Ricardo Barceló Salas es la encargada de la
expedición subterránea en Fun Fun.
La misma recibe
excursionistas de Europa y Estados Unidos, así como nacionales, tiene sus
oficinas en la calle Duarte, Hato Mayor del Rey, con su correo ranchocapote@hotmail.com
y los teléfonos 809-553-2656 y 809-553-2812.
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