lunes, 23 de enero de 2017

Nosotros los “corruptos” Vs. “Nosotros” los mansos y cimarrones

RAMÓN PERDOMO
Hay que educar al hombre para que respete las leyes. Sin leyes no hay sociedad humana, y las leyes sólo tienen valor si cada persona las acepta y las respeta y las hace respetar”.
Juan Bosch 

RAMÓN PERDOMO

Dicen algunos, otros lo aceptan, que ya han desaparecido los principios (refiriéndose a los principios ideológicos), cosa que en la realidad no es cierta. Pues, por principio, por apego a los reclamos a una mayor justicia social, quien suscribe, de ninguna manera podía estar contrario a la marcha de este domingo 22 de enero, pese a mis cuestionamientos. Los que provocaron en algunos hacerse la idea de que yo estaba opuesto a la marcha. Claro, el dominicano no acepta “la contradicción”: “tú estás conmigo o estás en mi contra”, y es que la influencia maniqueista por asuntos de cultura fluye en el dominicano: “Quien no está conmigo, está en mi contra” "Si tú no eres mía, no serás de nadie”.

Mis pareceres sobre la impunidad y la corrupción, no son excusas para no aceptar dicha campaña así por así, preso de otras experiencias, soy de los que creen que esto debe ir más allá de una marcha (bastante concurrida la del domingo 22), porque no creo que es el remedio definitivo a una enfermedad que afecta el cuerpo social dominicano y si se ve así, pues auguro que es un “paño tibio” que en definitiva solo creará expectativas fantasiosas que dejarán la amargura de la frustración, porque aquí estamos viendo la corrupción como un efecto de un mal ejercicio en el manejo de los bienes públicos y eso es falso, la corrupción que se vive hoy día, está diseminada en todos los estratos sociales, en todas las clases sociales y la clase que más se beneficia es la que representa la clase dominante.
Esa clase dominante que en nuestro país, se ha hecho dueña de una gran parte de los medios de comunicación: ¿“para educar al país”?, empresarios que hace unos años solo hacían sus inversiones en renglones como la importación, la fabricación y los servicios, ahora tienen en sus manos decenas de medios de comunicación: Escritos, y electrónicos (Mass media) y todo esto con la mera intención de manipular a una gran parte de la sociedad. 
Esto lo digo, porque el viernes 20 del presente mes, dos días antes de la marcha, los empresarios dominicanos agrupados en unas 50 instituciones dieron a conocer un comunicado, a través de los medios escritos, donde pedían al Procurador General de la Republica que se tomaran medidas drásticas “aplicando todo el peso de la ley” a los implicados en el caso Odebrecht, no así contra los corruptos en sentido general.
La clase dominante de nuestro país, tiene grandes responsabilidades en la corrupción que se verifica y esto lo demuestra una simple actitud como la de usar agentes policiales y militares como empleados suyos en sus negocios, en sus fincas, en sus empresas: Porteros, capataz, choferes, etc. y a estos militares y policías nosotros los ciudadanos los dotamos de armas de fuego, uniformes, vehículos, seguros médicos. El ejemplo lo pondría esa clase dominante, contratando empresas privadas que dan esos servicios y dejar que los militares y policías den el servicio a toda la sociedad y no a ellos en particular: Esa sería una muestra de la toma de conciencia de esa clase dominicana, dueña única del sistema capitalista en que vivimos y que ahora parece “La perrita de María Ramos”.
De esos empresarios (capitalistas) que están “en contra de la corrupción” habría que verificar cuántos de ellos permiten la libre sindicalización de sus trabajadores y empleados, y cuántos de ellos no entregan prebendas (sobornos), a los seudos-sindicalistas sin darse cuenta que con actitudes como esas, atentan contra el propio sistema del que ellos son los sustentadores o deben ser los sustentadores principales, y ni hablar de cuántos de ellos hacen pactos colectivos, pagan sus impuestos o la seguridad social a tiempo de sus empleados.
“Las sociedades (o sistemas) se enferman y esas enfermedades también son sintomáticas, que contrario a un ser humano puede que ese efecto solo afecte a un individuo, sino es una enfermedad contagiosa, pero en la sociedad esos efectos esas enfermedades por lo general afectan la colectividad…”, esto lo expresé en mi escrito pasado y ahora quiero concluir con unas preguntas ¿Después de la marcha qué? ¿Esperaremos a que la clase dominante cambie? ¿Y los actos de corrupción de años anteriores? ¿Borrón y cuenta nueva? ¿Y la evasión de impuestos? ¿Y el incumplimiento en el pago de la seguridad social?

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