FLORENTINO DURÁN
HIGUEY, LA ALTAGRACIAl.- El obispo de la diócesis de La Altagracia, tronó en contra de la corrupción, la falta de unidad, el afán egoista del poder al implorar a la Virgen de la Altagracia para cambiar esa realidad y encaminarnos por los valores, la unidad, la justicia y la coherencia al pueblo dominicano.
Monseñor Jesús Castro Marte resaltó que lo que se quiere es una iglesia que haga frente a los ataques ideológicos contra la vida humana, el matrimonio y la familia; situaciones que nos afligen cada día y de la cual conocemos las respuestas.
“El afán egoísta del poder, es de donde nacen las injusticia, las explotaciones, la violencia de género, en contra de las personas y de la familia, lo cual favorece el crecimiento de la corrupción, el narcotráfico y destruye el patrimonio nuestro que hemos creado”, manifestó.
Se refirió a la necesidad poner el oído y corazón maternal de la Virgen, a sus pie, todas las situaciones materiales, espirituales, comunitarias y familiares, así como todas las situaciones que envuelven al país.
Sostuvo la importancia de que todos los ciudadanos podamos alcanzar una aptitud, en que los valores, la unidad, la justicia, la coherencia entre lo que decimos y hacemos, así como el respecto por los demás, sea parte de la vida de los dominicanos.
Castro Marte exhortó estar atento en lo que la iglesia católica llama: Estructura de Pecado, que consiste en quedar atrapado en una estructura, como la araña, que envuelve y que ella se acostumbra a vivir en medio de esa realidad, sin cargo de conciencia.
“El que opta por ser deshonestos, corrupto e inmoral a quien más le hace daño es a esa porción del pueblo dominicano, por lo tanto, esta que es la iglesia que defendió los derechos del hombre, en la defensa de nuestros indios. La iglesia que alzó su nombre con autoridad, que no estuvo miedo a las autoridades españolas y que ahora no tiene miedo a este mundo contemporáneo”, expresó.
El prelado se preguntó: Porqué hay que tener miedo, ¿si nuestra confianza está en el Reino de Dios?, al tiempo que detalló que esta iglesia que fue fundada en nuestros pueblos y ciudades, con nuestros valores patrióticos, con criterio moral, ético y cristiano, también nos enseñó el valor de la vida, de las necesidades fundamentales y de la conciencia social.
El obispo acompañado del obispo Camilo, se refirió a la urgencia de fundar una iglesia con originalidad como el pueblo dominicano; la iglesia que se identifica con miles de dominicanos con; Patria, nacionalidad, identidad y originalidad.
“Es con esos principios, que se fundó la iglesia. Eso nos enseñó la iglesia y no podemos ser mediocres y no reconocer que la iglesia es parte de la nacionalidad del pueblo dominicano”, enfatizó.
Dijo que esa iglesia no puede ahora, en los peores momentos, guardarse en la seguridad de los templos y el confort, sino recuperar la misión de ser una iglesia misionera, profeta y valiente frente al pueblo.
Agregó que no puede mantenerse al margen, frente a la justicia y el bien común, sino insertarse nuevamente con nuevos bríos en el quehacer de todo el acontecer nacional y no conformarse con lo poco.
Citó las palabras del Papa Francisco, de que la iglesia no puede ser como una niñera, que cuida el niño, para que se duerma, para no convertirse en adormecida.
Se refirió a la fuerza de ser profeta y el papel de la iglesia de convertirse en padre que va generando los hijos, que la sociedad requiere. “Los católicos no adoramos imágenes, sino adoramos y veneramos a Dios y quienes se entregaron al compromiso del maestro Jesús”, dijo.
La corrupción
Durante la lectura de la homilía con motivo del Dia de la Virgen de la Altagracia el obispo enfatizó en la necesidad de enfrentar la corrupción en cuyo compromiso dio su apoyo al gobierno. Agradeció la presencia de monseñor Camilo, junto a su equipo, así como al senador Virgilio Cedano y el alcalde Rafael Barón Dulúc, sacerdotes, diáconos, seminaristas y otros presentes.
Enfatizó en que muchos se aprovechan de los bienes del Estado, para fines personales, egoista y mediocre al tiempo de dar apoyo a la jornada en contra de la corrupción del actual gobierno.
“Apoyemos la decisión valiente de las nuevas autoridades que se han pronunciado contra la corrupción, contra esa lacra que está destruyendo la sociedad de la República Dominicana”, expresó al leer la homilía de este 21 de enero.
El obispo de la diócesis de la Altagracia valoró los 50 años de dedicación de la basílica Nuestra Señora de la Altagracia, resaltando como un acontecimiento en medio de lo que llamó: “El enemigo invisible” en referencia al Covid-19 y agradeció a quienes han hecho posible que se haya podido llevar a efecto, la eucaristía, a pesar de la pandemia.
Citó como un regocijo, el poder celebrar en este santuario nacional, que cumple 50 años de su dedicación, para que nos siga fortaleciendo en la fe.
Citó el encuentro del profeta Isaías, en un encuentro con el Rey de Judás, en la primera lectura; seguida de la segunda lectura de Los Gálatas de la fidelidad de la encarnación, refiriendo la importancia de colocarse en el corazón del hijo de Dios, nacido de una mujer, relacionándolo con el ángel que anuncia a María.
Falta de unidad
“En medio de la tempestad de la pandemia, ha revelado, nuestra mayor debilidad. La desunión. A los dominicanos nos ha faltado unidad”
Pidió para que la Virgen María cubra con su manto al pueblo dominicano y le provea del espíritu de unidad, al considerar que de la crisis generada por el Covid-19, nadie se salva, solo.
“No podemos seguir cada uno con nuestras particularidades, sino tenemos que aprender a remar juntos. Tenemos que encontrar la unidad entre el pueblo dominicano, aprender a caminar y a trabajar, juntos”, expuso.
Dijo que hay que atender la mirada dulce de Dios y aunque muchos se empeñen en desacreditar el papel de la Virgen de la Altagracia, en la historia, ha sido un fortalecimiento.
“Nuestro pueblo es altagraciano, en su esencia y en sus raíces. Para nosotros la fiesta de hoy es más que una fiesta litúrgica, es la fiesta de resaltar el ser auténtico dominicano”, apuntó.
Exhortó a que manto de la Virgen de la Altagracia que está cubriendo toda la República Dominicana, aminore nuestras penas, sufrimientos, preocupaciones, y las muchas tristeza, que nos traiga esperanza, que existe cuando hay la presencia de Dios, entre nosotros.
Castro Marte apuntó que por las familias, los amigos, a las autoridades, por todos ellos, desde este Santuario, vamos a orar por ustedes.
“Tantas familias que están pasando por situación difíciles, La inseguridad, la violencia de género, la crisis económica que produce intranquilidad en la vida de nuestra familia. La falta de fuentes de trabajo que de tranquilidad y seguridad a nuestros hogares”, forma parte del pedido y plegaria de oración a nuestra madre.
Se refirió a los ataques ideológicos contra la vida humana, el matrimonio y la familia; que nos afligen y que cada uno conoce la respuesta al indicar que lo que nos aparta del Señor, no son estatuas de madera o de piedra, sino el afán egoista del poder.
El religioso dijo que a partir de esto es que nacen las injusticias, las explotaciones, la violencia de género, en contra de las personas y de la familia. La iglesia Católica mantendrá la seguridad de que Cristo está en nuestros corazones.
“En la miseria y en la promesa, seremos solidarios. Hay un gran manejo, muchos se aprovechan de los bienes del Estado, para fines personales, egoista y mediocre. Lo que favorece el crecimiento de la corrupción, el narcotráfico y el patrimonio nuestro que hemos creado”, sostuvo.
La explotación del Medio Ambiente, de la madre natural. La naturaleza está llorando constantemente por su destrucción. Apelemos a la Virgen de la Altagracia para encontrar la respuesta.
Apoyemos la decisión valiente de la nueva autoridad que se ha pronunciado contra la corrupción, contra esa lacra que está destruyendo la sociedad de la República Dominicana.
“La corrupción se convierte en humillación en afrenta. El deseo de la Virgen es que todos caminemos juntos, que nos cuidemos los unos a los otros, es el misterio de la vida. Ver a los niños, adultos mayores que no construyan odios. Fundamentense en el diálogo y en la fraternidad, los valores y el amor”, dijo y que la Virgen de la Altagracia que ha acompañado nuestro pueblo, siga caminando con nosotros.
CITAS
“No podemos seguir cada uno con nuestras particularidades, sino tenemos que aprender a remar juntos. Tenemos que encontrar la unidad entre el pueblo dominicano, aprender a caminar y a trabajar, juntos”.
“El afán egoísta del poder, es de donde nacen las injusticia, las explotaciones, la violencia de género, en contra de las personas y de la familia, lo cual favorece el crecimiento de la corrupción, el narcotráfico y destruye el patrimonio nuestro que hemos creado”.
“La corrupción se convierte en humillación en afrenta. El deseo de la Virgen es que todos caminemos juntos, que nos cuidemos los unos a los otros, es el misterio de la vida. Ver a los niños, adultos mayores que no construyan odios”.
Jesús Castro Marte, obispo de la diócesis de La Altagracia
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