El Seibo inicia patronales; corrida de toros mayor atractivo
Manuel Antonio Vega
EL SEIBO.- Esta ciudad celebra desde este sábado el inicio de sus tradicionales fiestas patronales, dónde las lidias de toros es el aayor atractivo del ciclo festivo.
Los preparativos para las fiestas
patronales, que se celebran cada año desde el 3 de mayo, en honor a la Santísima Cruz, patrona de la ciudad, lo organiza la Hermandad de Fervoroso de la Santísima Cruz.
Del ciclo festivo, las corridas de toros son el mayor atractivo de las celebraciones, las cuales atraen a cientos de visitantes.
Las festidades son organizada por la “Hermandad de Fervorosos de la Santísima Cruz”, la cual anunció que el ciclo festivo inicia con una misa en la iglesia Santa Cruz, seguidas sonadas de atabales y finalizará la noche con un evento con el artista invitado Toño Rosario.
Las corridas de toros inician el domingo 4 hasta el 11 de mayo.
El evento taurino del domingo 4 de mayo, estará patrocinado por la Policía Nacional, donde habrá desfile militar, corridas de toros y un show artístico en horas de la noche con DJ Adoni y Fernando Villalona.
La tradición
La tauromaquia ha estado ligada intrínsecamente a la cultura española, pero se asegura que el evento viene desarrollándose desde hace dos mil años antes de Cristo
Las corridas de toros son un evento cultural y artístico que lleva siglos celebrándose en países de Europa, pero que en El Seibo, una provincia enclavada al este de la isla Hispaniola, fue introducida por un ciudadano español en el siglo XIX, específicamente hacia 1890, que denominó “tarde taurina seibana”.
En los libros de registros de actas de la Hermandad de Fervorosos, entidad ligada a la iglesia católica en El Seibo, existen datos documentados que sostienen que fue un español que se estableció en la blasonada e hidalga ciudad oriental, que comenzó el evento para festejar y alegrar a los seibanos en medio del ciclo festivo de las patronales en honor a la Santísima Cruz, para aquella época.
Las corridas de toros de El Seibo tienen su origen en la cultura española, pero han ido variando en otros países, como en República Dominicana, donde el ejemplar no es sacrificado ni cabalgado.
El evento es considerado por algunos tratadistas del tema como un deporte, mientras otros la consideran un evento cultural y de recreación. Algunos, en cambio, consideran torear, azuzar el toro hasta que el animal inicie la persecución del torero, como una manifestación arraigada que da seguidillas a los espectadores.En sus mutaciones, se han agregados aditamentos, que ponen en peligro la vida del torero, como ha estado ocurriendo últimamente en el redondel rudimentario donde se desarrolla el evento en El Seibo, donde los toros bravos, facilitados por el Central Romana Corporation cada año a instancias de la Hermandad de Fervoroso.
Alexander Fiske-Harrison, un experto en el tema, defiende en sus estudios como torero, la práctica de torear y sostiene que es una de las más fascinantes sobre la tierra, porque no sólo pone a divertir al que ejecuta la acción, sino al toro y a los espectadores.Lidiar con el toro es un espectáculo que atrae a los mortales, que se aglutinan sentados, parados, acostados dentro y fuera del redondel, para apreciar cómo el toro se abalanza contra el “torero” en El Seibo, lo que aumenta la adrenalina de quienes tienen la oportunidad de estar en el evento.Torear es la manifestación cultural más arraigada y famosa que no solo atrae a seibanos, sino a todo el pueblo dominicano, que va en procesión en mayo de cada año a El Seibo a presenciar el espectáculo.
Torear viene del idioma griego “Toupoc, taurus toro y uxaual machomai luchar”, que se define como “el arte de lidiar toros tanto a pie como a caballo”.Es un evento que solo se da con el toro bravo, que nacen y se crían en los pastizales del Central Romana, algunos de ellos son utilizados para arrimar la caña hasta el chucho, para ser pesada y enviada a la fábrica de procesamiento de azúcar.El clímax del evento comienza cuando el toro comienza a embestir al torero que bailotea siempre un pañuelo o manta de color rojo, que se cree embravece al animal.La tradición comenzó a fomentarse en los terrenos del Estadio La Manicera de la ciudad oriental, donde el historiador local, Ramón Rijo, asegura: “La lidia de toros erige como la joya de la corona más preciada del ciclo festivo de las patronales en El Seibo”.El espectáculo del tipo sevillano comienza en el redondel al toque de una corneta, que el toro sale embravecido en busca de quien considera su objetivo y enemigo principal, el torero.