MIGUEL DE JESUS RAMIREZ
¿Hermanos y amigos que el Dios verdadero (Padre, Hijo y Espíritu Santo) les bendiga a todos, Mateo 18:19; en esta oportunidad expondremos el tema:
¿Qué es la envidia, qué la produce, cuáles son sus consecuencias y cómo podemos evitarla?, esperando les sea de gran edificación y enseñanza.Bien, comenzamos diciendo que la envidia es el sufrimiento, el pesar, la amargura que siente una persona cuando a su prójimo le va bien en cualquier área de la vida.Por lo regular la envidia nace cuando alguien obtiene algo que otro no tiene y lo desea.Ponemos como ejemplo cuando alguien progresa y compra un buen vehículo, cuando una joven se casa con todos los powers, cuando alguien cae bien a los demás, cuando alguien realiza un buen trabajo, cuando alguien tiene una buena casa, etc., despierta la envidia, en muchos casos de aquellos que no tratan de superarse y mejorar o que no quieren que otros lo hagan.Citas bíblicas: “Y tuvo hato de ovejas, y hato de vacas, y muchas labranza; y los filisteos le tuvieron envidia". Génesis 26:14; “Viendo Raquel que no daba hijos a Jacob, tuvo envidia de su hermana y decía a Jacob: Dame hijos o si no, me muero”, Génesis 30:1; “Y sus hermanos le tenían envidia, más su padre meditaba en esto”, Genesis 37:11.Mis queridos hermanos y amigos, la envidia la produce la codicia que hay en los seres humanos de tener los bienes de otro.La codicia o la ambición desmedida e ilícita lleva a sus poseedores a la envidia. Así que, el generador de la envidia es la codicia.Citas Bíblicas: “Es cierto que al necio lo mata la, ira. Y al codicioso lo consume la envidia”, Job 5:2; “He visto asimismo que todo trabajo y toda excelencia de obras despierta la envidia del hombre contra su prójimo. También esto es vanidad y aflicción de espíritu”, Eclesiatés 4:4.Ahora bien, las consecuencias de la envidia es que empieza robándole la paz al envidioso. El envidioso sufre cuando ve que otro tiene y él o ella no.El envidioso le busca defectos a los bienes, a las bendiciones y a las cualidades de sus hermanos, , de sus amigos, de sus vecinos, de sus compañeros de trabajo, de sus autoridades, de sus familiares y esto lleva al envidioso a hablar mentiras de los demás. Cita bíblica: “El corazón apacible es vida de la carne; más la envidia es carcona de los huesos”, Proverbios 14:30.Por otra parte, el primer envidioso del universo fué y es Lucifer, hoy conocido como diablo y satanás quien no estando conforme con el lugar recibido de Dios, quiso ocupar el trono del Señor.“Lucifer no estando contento con el lugar que tenía codició y envidió y procuró robar lo que no era de él, por lo que fue derribado del Cielo (mundo espiritual) junto con los ángeles que le hicieron el coro, de ahí en adelante ha estado llevando a los seres humanos a la envidia y motivando a la codicia de cosas pecaminosas y no pecaminosas de una manera afanada.Por estas razones es que hoy vemos que se rompen amistades por envidia llevando y trayendo chismes y despretigiando las buenas cualidades del prójimo, vemos como mujeres y hombres desbaratan los hogares de su prójimo por envidia, se difama, se critica, se agrede, se perjudica sin razón para ello.La envidia es incitada por espíritus de demonios trabajando en la mente una persona y hasta en un conjunto de personas con el objetivo de destruir, robar y matar. Isaías 14:12 al 17; Juan 10:10; Proverbios 27:4.Hermanos y amigos, aún los cristianos pueden caer en el pecado de la envidia, aunque asistan a un templo, sino, cómo se explica que se le pongan defectos a los hermanos en Cristo que trabajan en predicar, en ser fiel, en aprender de la palabra de Dios, en invertir tiempo, dinero y esfuerzo para grabar una producción cristiana de canciones, por santificarse, por ayudar, por cantar, etc. ¿Por qué un cristiano se molesta por el bien del otro, o por las buenas cualidades de su hermano, no es porque un espíritu de envidia lo está influenciando?, Génesis 4:3 al 10.En este mismo orden de enseñanzas, la envidia se puede evitar: 1.- Cuando deseamos el bien a nuestros semejantes; 2.- Estando conforme con lo que tenemos y Dios nos ha dado; sea mucho o sea poco y aunque otro tenga más.Debemos darle gracias a Dios porque él sabe hasta donde podemos recibir, hay que dejar la codicia y la ambición desmedida que nos lleve a fallarle al Señor violando sus mandamientos, y deseando el mal al prójimo hasta llegar a ser un instrumento en las manos de satanás y sus espíritus de demonios que incitan a la envidia y de ahí caer en otros pecados peores.¿Ha sido usted envidioso alguna vez?¿Le duele que su prójimo le vaya bien en la vida y sea apreciado por los demás por sus buenos modales y cualidades?¿Sabía usted que la envidia es producida por la codicia de tener lo que Dios ha dado a otro?¿Cree usted que los envidiosos entrarán al Reino de los Cielos?¿Piensa usted que en los barrios y ensanches, en los centros de estudios, en los templos, en los centros de trabajo no hay envidiosos?¿Cómo se explica que alguien desee el mal de su prójimo cuando progresa o cae bien a los demás y llevando un buen comportamiento, no será que hay un espíritu de envidia operando ahí?Concluyendo, todo aquel que ha caido en el pecado de la codicia y la codicia le ha llevado a la envidia y la envidia lo ha llevado a hacer mal a su prójimo debe pedirle perdón a Dios en oración y pedirle también al Señor que lo liberte de esta influencia espiritual satánica, pedirle a Dios que le ayude a conformarse con lo que le ha dado o le haya permitido conseguir honradamente, porque si se deja arrastrar de la envidia pueda que lo lamente aquí y después de aquí, porque la envidia puede llevar a la cárcel, pero también al Infierno, claro si no se deja a tiempo, solo el Señor Jesucristo y el Espíritu Santo nos puede ayudar a vencer a Satanás, el promotor y productor de la envidia.Así que, ya usted sabe que la envidia es amargarse por el bien de nuestro semejantes; qué la produce la ambición y la codicia de las cosas del prójimo; las consecuencias de la envidia es ofender a Dios, ofender al prójimo, ponerle defectos y perdernos en el Infierno por envidiosos sino nos arrepentimos y la dejamos, y que la forma de evitar la envidia es alegrándonos con el bien y el progreso de nuestros semejantes y estar conforme con lo que Dios no haya dado y nos pueda dar en un futuro, por lo cual, quien peca con la envidia, debe convertirse a Jesucristo y vivir de acuerdo a sus enseñanzas escritas en el Nuevo Testamento. El Señor Jesucristo no está de acuerdo con la envidia, si lo vamos a seguir imitémosle no practicándola.Que el Señor les bendiga y nos ayude a todos...
Hola:
ResponderEliminarque dios te bendiga ...
te cuento que buscando citas biblicas sobre la envidia encontre tus post y lei todo el articulo que además me ayudo complementar en mi blog este tema.. por ello tome algunas de las citas que tu pusiste...
por lo demás quiero dejarte un saludo y decirte que te invito cordialmente a que me visites en www.levantatusmanos.blogspot.com
bendeciones desde Colombia y te espero...