El hombre siempre se ha enamorado de la mujer, pero que lo haga un animal es algo que se sale de lo normal, como sucede en las playas del Este, que venduteros obtengan beneficios llevando sus animales a los centros turisticos.
El caso del burro, que se pasea por la arena de la playa Vayahibe, en La Romana, excitandose al tiempo que va mirando a las turistas soleandose en camarotes y la arena.
La imagen que presentamos habla más que mil palabras que podamos escribir a esta corta historia de amor entre el burro y la turista.
El asno es dejado a la bringadina por su propietario en plena playa y el animal inicia un recorrido, hasta detenerse ante las mujeres que supone uno puedan atraerlo y excitarlo.
La gente disfruta más la escena, ya que el burro permanece estirando su falo debajo de la barriga, lo que es interpretado por los expectadores como una excitación que hace el animal al ver la turista casi desnuda.
Este escena se repite a menudo, se ha dicho.
jaja, amigo Vega, es muy buena historia. La coloqué en mi blog ultimominutolibre.blogspot.com. Ah, espero que la justicia y la libertad de prensa triunfe en tu caso. Cuídate
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