lunes, 11 de mayo de 2009

Aplican tres meses de prision en Hato Mayor matadores de teniente

MANUEL A. VEGA
HATO MAYOR.- La jueza de la instrucción, Kenia Santana Sosa, cantó tres meses de prisión como medida de coerción a tres jóvenes acusado de supuestamente asesinar de dos balazos al segundo teniente de la Policía, Urdí Valdez Álvarez, hecho ocurrido en la comunidad de Jalonga en Hato Mayor.
Los apresados fueron identificados como Carlos Manzueta Willy alias (Marquitos o Carlitos), de 22 años, y Mateo Beltré Ramírez alias (Marcos Güele) de 23, residentes en el batey Jalonga de Hato Mayor y Palavé, de Santo Domingo.
Purgarán la medida en la cárcel pública de El Seibo, por no existir en Hato Mayor un recinto para albergar los reos procesados en los tribunales locales.
El móvil de crimen fue el robo, ya que los asesinos cargaron con dinero y la pistola que portaba el oficial.
Luego de matarlo, sus verdugos arrastraron el cadáver por la comunidad de Jalonga de Hato Mayor hasta el batey Consuelito de San Pedro de Macorís, a unos tres kilómetros, lo que provocó que el oficial fuera encontrado con sus piernas y brazos “fracturados”.
Al parecer, se arrastró el cadáver del occiso a esa distancia para despistar a los investigadores, que no escatimaron esfuerzos y localizaron a dos de cuatro de los presuntos asesinos.
El informe policial indica que a los detenidos les habría ocupado la pistola HI Power calibre 9 milímetros, que es el arma de reglamento del malogrado oficial y otra que portaban de manera ilegal
Además, le ocuparon una motocicleta color rojo en la que andaban los alegados asesinos.
Al ser interrogados en la Policía, los delincuentes admitieron haber cometido el hecho aprovechando que al oficial se le había acabado la gasolina de su motocicleta, próximo a la entrada de Jalonga.
Agrega que uno de ellos lo encañonó y le dijo que se trataba de un atraco. Posteriormente le dispararon y luego de ultimarlo lo subieron en la motocicleta, dejándolo muerto próximo al referido batey.
Al lado del cadáver quedó la motocicleta del oficial, de color azul y el bulto donde estaban sus ropas.
El segundo teniente Ruddy Valdez Álvarez fue encontrado muerto en la mañana del pasado sábado en el batey Consuelito de Consuelo, en la carretera que va desde esta ciudad hacia Hato Mayor.
Valdez Álvarez había laborado en varios departamentos de la Policía de esta ciudad y pertenecía a la seguridad del síndico del municipio Consuelo, Juan Ignacio Vargas Padilla.

Ruddy Valdez Álvarez había procreado varios hijos, tres de los cuales fueron procreados con su esposa Aracelis Mota, quien al momento de su asesinato se encontraba en Santo Domingo, donde estudiaba derecho.
Valdez Álvarez y su esposa se graduaron juntos de bachilleres el pasado año en el programa Prepara el que se inició en una escuela de Consuelo y concluyó en el liceo José Joaquín Pérez de San Pedro de Macorís.
Posteriormente decidieron estudiar Derecho por lo que cada fin de semana viajaban a Santo Domingo a cursar la carrera.
El pasado sábado, Valdez Álvarez cayó abatido a tiros por desconocidos en el hecho delictivo, en el que le robaron su pistola calibre 9 milímetros, la que luego fue recuperada en poder de dos hombres quienes fueron apresados y sometidos a la justicia.
Su sepelio constituyó una verdadera manifestación de dolor entre los consuélenses, donde era ampliamente conocido.

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