Los mandatarios del SICA acordaron medidas políticas inmediatas, como la llamada a consultas de sus embajadores acreditados ante el Gobierno de Honduras, algo que ya han empezado a hacer algunas administraciones, como la salvadoreña.
También instruyeron a sus directores ante el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) para que suspendan de forma inmediata todos los préstamos y desembolsos para Honduras.
Asimismo, acordaron suspender todo tipo de reuniones políticas, económicas, financieras, culturales, deportivas, de turismo y cooperación con el "Gobierno de facto" de Tegucigalpa, encabezado por Roberto Michelletti.
Zelaya fue sacado del poder y del país de manera forzosa por los militares ayer, domingo, y destituido por el Congreso, que nombró a Micheletti como nuevo jefe de Estado el mismo día.
Entre los acuerdos del SICA está vetar la participación de todo representante que no sea acreditado por Zelaya en las distintas reuniones del grupo.
Los gobernantes apoyaron plenamente la resolución emitida por la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre la detención y expulsión de Zelaya de Honduras por parte de los militares y que está destinada a reactivar el restablecimiento del orden constitucional en esa nación.
También solicitaron una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para que se emita una resolución condenatoria y se adopten las medidas coercitivas que correspondan en el caso de Honduras.
Asimismo, pidieron al presidente de la Asamblea General de la ONU, el nicaragüense Miguel D'Escoto, la incorporación de un tema que se denomine "La situación política en Honduras", que conlleve a una resolución condenatoria de la Asamblea General contra el "golpe de Estado" en Tegucigalpa.
Señalan que si no se restablece el orden constitucional en Honduras, los países del SICA tomarán de manera escalonada las medidas necesarias, incluidas las relacionadas con la suspensión del comercio común, contra el "Gobierno de facto" hasta que Zelaya sea restituido en sus funciones presidenciales.
Los dirigentes declararon que no se reconocerá a ningún Gobierno que surja de esta ruptura constitucional y acordaron mantener contacto permanente, en particular a través del Grupo de Río, para evaluar la situación y las medidas que más adelante se juzgue tomar para lograr la normalidad democrática en Honduras.
El presidente Ortega, tras leer la declaración del SICA, saludó la presencia en el foro del secretario general de la OEA, José Miguel Insulza.
En esta reunión también se hallan los jefes de Estado de los países miembros de la Alianza Bolivariana de las Américas (ALBA) y del Grupo de Río, que también analizan la situación en Honduras. EFE
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