Lleva dos horas sentado frente a un videojuego de lucha de
A los treinta minutos de iniciar la partida, media docena de chicos le rodea, dándole ánimos para que “golpee” más fuerte a su contrincante. “Dale una patada en la cara”, “retuércelo con una llave”, le gritan los espectadores.
Hasta cuatro horas pasa Manuel frente a la pantalla del televisor.
No piensa en alimentarse ni se acuerda de las tareas escolares. Solo quiere ganar partidos y “pasar mundos”.
Esa exposición excesiva que Manuel tiene ante los videojuegos incide en su conducta volviéndolo agresivo y violento, como las caricaturas que maneja. Las consecuencias que puede tener este entretenimiento es un tema bastante debatido pero aún no se han logrado los controles suficientes.
Los centros de videojuegos continúan en aumento y abarrotados de clientes, en su mayoría adolescentes de entre 9 y 13 años. Cientos los visitan a diario. La media del precio por hora es de 25 pesos. Es un negocio que mueve millones de pesos al año.
Dos servicios. Muchos de estos lugares funcionan también como centros de Internet. En un uso inadecuado de esta herramienta, los adolescentes entran a páginas pornográficas y nocivas a su desarrollo integral.
Durante el estudio se detectó que lugares que también ofrecen servicios de Internet tenían cubículos privados para usar la computadora, donde los agentes encontraron menores conectados a páginas pornográficas.
“Ha habido centros en los que se ha perdido el control. En uno de ellos encontramos a un menor masturbándose dentro de esas salas privadas”, sostuvo la psiquiatra Digna Martínez, del Departamento de Estadísticas de
Martínez apunta que esos centros son más frecuentes en barrios marginados porque en los de cierto poder económico tienen acceso a esas herramientas en su casa.
La situación también es advertida por
El
“Tuvimos el caso de un menor que tenía dos meses que no iba a la escuela por estar metido en esos centros”, dijo.
El Departamento de Niños, Niñas y Adolescentes de
La procuradora adjunta Marisol Tobal expone que no son frecuentes esos casos y que hay otras problemáticas más graves como las máquinas tragamonedas.
Incidencia en los escolares
Orientadoras de escuelas consultadas afirmaron que tienen casos de ausencia escolar de niños que salen de sus casas vestidos de uniforme pero no llegan al recinto educativo porque se quedan en centros de videojuegos.
“Algunos casos se dan a la inversa, niños que no llegan a su casa porque se quedan entretenidos en esos centros. Los padres acuden a nosotros desesperados preguntando por sus hijos”, explica Ana Gloria Antigua.
Afirman que en el recreo y en los pasillos de las escuelas es frecuente observar cómo ellos imitan los movimientos agresivos que aprenden en los videojuegos.
“El niño que dedica muchas horas a ese tipo de juego se le nota en su comportamiento. Anda distraído, no presta atención a las clases pendientes al juego y preocupados por lo que van a hacer para buscar dinero. A la mayoría le gusta ponerle la mano a las cosas ajenas”, sostiene Antigua.
Padres deben controlar horarios y contenidos
Se da el caso de padres que personalmente dejan a sus hijos en esos centros mientras realizan sus diligencias, por considerar que están en buenas manos.
Profesionales de la conducta recomiendan a los padres que tengan mayor vigilancia sobre en qué invierte su hijo el tiempo libre y que se les promueva juegos educativos.
La psicóloga Olga María Renville exhorta que se pongan reglas claras para el uso de estos entretenimientos y que controlen el horario, para evitar que se creen dependencias. “No es que no tengan videojuegos.
La selección de material es responsabilidad de los padres. Que no se anule en su totalidad pero que los padres tengan control”, expresa.
Al escoger el juego hay que tomar en cuenta que los movimientos de las caricaturas no sean muy rápidos para evitar la sobreestimulación del cerebro, que es lo que causa hiperactividad.
Por la emoción y la excitación, se activan varios mecanismos del cuerpo que aceleran el ritmo cardiaco.
Además, aumenta la secreción de adrenalina y el ritmo de la respiración.
“El uso de los videojuegos es una actividad sedentaria por lo que debe de equilibrarse con actividades físicas y deportivas”, apunta Renville.
En cuanto a
De su lado, el Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones promueve la campaña “Internet sano” con el objetivo de que los niños tengan una navegación segura, responsable, creativa e innovadora de la red y que su uso contribuya a la creación de una cultura del conocimiento y la innovación sin que les afecte de manera negativa.
Cuestionan los videojuegos
Marisol Tobal
“No creo que esos centros sean beneficiosos para los niños. Dime qué tipo de regulación pueden tener los padres con estos niños, que salen a estos lugares y pierden el tiempo, el dinero.
A nivel mundial se ha demostrado que muchos usuarios pierden las nociones de sus deberes como hijos y como estudiantes. No creo ese tipo de diversión adecuado”.
Olga Renville
“La violencia en cualquiera de sus manifestaciones ya sea través de los videojuegos o de programas de televisión es una mala influencia para el desarrollo del niño porque les enseña la violencia como una forma para comunicarse con las demás personas.
Los videojuegos sobreestimulan el cerebro cuando el niño está expuesto por muchas horas”.
me parece ke los videojuegos, no son solo juegos son deporte, son una forma de vida, tu decides si entrar en un mundo en el que todo puede ser realidad o quedarte en el mundo real al ingual que los demas, esto no tiene nada de malo, yo llego a jugar mas de 4 horas diarias y aun asi estudio y concerbo buenas calificaciones, e incluso me atrevo a decir que los videojuegos me enseñaron lo que se de ingles asta ahora
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