MANUEL A. VEGA
HATO MAYOR DEL REY.- Pese a los adelantos que proveen los nuevos tiempos, la educación en Hato Mayor sigue teniendo tropiezos, debido a la falta de aulas, principalmente en las zonas rurales más empobrecidas, donde aún muchas escuelas operan en enramadas y viejas casonas de tablas y pencas de yaguas de palma real.
En el batey Isabel, sección Don López, a unos 27 kilómetros al oeste de Hato Mayor, la educación está de remiendo, debido a que la escuela opera en una vieja casona que no le caben más parches y remiendos de cartones.
HATO MAYOR DEL REY.- Pese a los adelantos que proveen los nuevos tiempos, la educación en Hato Mayor sigue teniendo tropiezos, debido a la falta de aulas, principalmente en las zonas rurales más empobrecidas, donde aún muchas escuelas operan en enramadas y viejas casonas de tablas y pencas de yaguas de palma real.
En el batey Isabel, sección Don López, a unos 27 kilómetros al oeste de Hato Mayor, la educación está de remiendo, debido a que la escuela opera en una vieja casona que no le caben más parches y remiendos de cartones.
Cuando llueve y hay clases los niños tienen que correr a casas de vecinos, debido a que "llueve adentro y escampa afuera".
Hacen falta pizaras, butacas, escritorios y maestros, mientras que se denuncia que el desayuno escolar llega una y dos veces a la semana.
Ya no le cabe un remiendo más a lo que parece ser un bohío, de esos comunes en barrios paupérrimos de la República Dominicana.
Cierto, no se trata de una vivienda familiar, es el segundo hogar de niños y niñas.
Desdichados son juntos a sus profesores, el estudiantado que recibe docencia en su interior, entre precariedades ambientales.
Las autoridades tienen conocimiento del drama que se vive en el batey Isabel, pero la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) ha estado callada, muy a pesar de que allí imparten clases maestros que pueden quedar sordo, porque no hay las condiciones para laborar
La esperanza de un nuevo plantel no está perdida.
RUBEN TOYOTA
Y es que en medio de la panorámica que presenta el centro educativo y el descontento de los padres de los alumnos, como una luz de apadrinamiento, el senador de la República por la provincia Hato Mayor, Rubén Darío Cruz, llegó al lugar en búsqueda de la imagen que mostramos.
Rubén Toyota se ha comprometió diligenciar un nuevo local en el batey Isabel
Se espera la urgente solución al problema de techo que tienen los educandos que residen en el olvidado Batey Isabel.
Ya no le cabe un remiendo más a lo que parece ser un bohío, de esos comunes en barrios paupérrimos de la República Dominicana.
Cierto, no se trata de una vivienda familiar, es el segundo hogar de niños y niñas.
Desdichados son juntos a sus profesores, el estudiantado que recibe docencia en su interior, entre precariedades ambientales.
Las autoridades tienen conocimiento del drama que se vive en el batey Isabel, pero la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) ha estado callada, muy a pesar de que allí imparten clases maestros que pueden quedar sordo, porque no hay las condiciones para laborar
La esperanza de un nuevo plantel no está perdida.
RUBEN TOYOTA
Y es que en medio de la panorámica que presenta el centro educativo y el descontento de los padres de los alumnos, como una luz de apadrinamiento, el senador de la República por la provincia Hato Mayor, Rubén Darío Cruz, llegó al lugar en búsqueda de la imagen que mostramos.
Rubén Toyota se ha comprometió diligenciar un nuevo local en el batey Isabel
Se espera la urgente solución al problema de techo que tienen los educandos que residen en el olvidado Batey Isabel.
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