MANUEL A. VEGA
HATO MAYOR.- Sin que a nadie preocupe el problema, centenares de haitianos están siendo desplazados a campos y ciudades de la región Este, creando una situación sanitaria que amerita la intervención urgente de Salud Pública.
La presencia haitiana ha desplazado en más de un 60 por cientos la mano de obra a dominicanos en el área agrícola, la construcción y labores de artesanía.
La seccional Hato Mayor del Colegio Dominicano de Periodistas, calificó de preocupante y alarmante el aumento de tráfico de familias completa de origen haitiano a los pueblos de la región Este.
Las ciudades más afectadas con el trasiego de indocumentados haitianos en la región Este son Hato Mayor, Sabana de la Mar, El Valle, El Seibo, Consuelo, La Romana, Higüey, Guaymate y San Pedro de Macorís.
Advierte la entidad que agrupa los periodistas de Hato Mayor, que los haitianos están siendo transportado en camiones desde la frontera, pero que antes son alquiladas viviendas en los pueblos, donde viven como apilados como sardinas.
Los periodistas de Hato Mayor, llamaron a Inmigración a enfrentar la “invasión pacifica” que se ha implementado de haitianos hacia territorio dominicano.
Los barrios más afectados con la presencia haitiana en Hato Mayor, son Villa Vilorio, Punta de Garza, Gualey, Las Malvinas, Las Chinas, Villa Navarro, Los Multis, San José y La Franja.
En Hato Mayor hay viviendas que tienen hasta cuatro familias haitianas de más de 6 miembros cada una y en muchas de las zahúrdas o cuartuchos habitados n o disponen de agua potable, energía eléctrica y cama para dormir.
“Llegan con corchas que tiran al suelo, esa gente vive como nómada y están haciendo sus necesidades en fundas plásticas, que luego lanzan a solares yermos y arroyos”, apunta el documento de la seccional del CDP en Hato Mayor.
La entidad demandó del gobernador civil de Hato Mayor, que implemente un programa de regreso a su patria de los indocumentados, para evitar daños en la salud y el medio ambiente.
Una vez se establecen, los haitianos se dedican al chiripeo en haciendas ganaderas, la industria de la construcción y las mujeres y niños a vender maní y viandas por las calles de Hato Mayor, San Pedro Macorís, La Romana, Higüey, El Seibo y otras ciudades del Este.
EN SANTIAGO
Autoridades dominicanas e instituciones no gubernamentales y de la sociedad civil denunciaron hoy el "alarmante" aumento del tráfico de niños de origen haitiano al país, particularmente a Santiago (norte), en las últimas tres semanas.
La procuradora del Tribunal de Niños, Niñas y Adolescentes de Santiago, Antia Beato, calificó de "preocupante" la gran cantidad de menores de origen haitiano que recorren las calles de esta ciudad pidiendo limosnas, limpiando zapatos y cristales de vehículos.
La funcionaria explicó a Efe que la ley que creó el Código del Menor en República Dominicana es un sistema para la protección del derecho y que en ese caso deben intervenir el Ministerio Público, la Dirección de Migración y el Consejo Nacional de la Niñez (CONANI).
Según Beato, a Migración le corresponde establecer el estatus migratorio de esos niños y niñas de origen haitiano y al CONANI insertarlos en las escuelas.
Mientras, el Ministerio Público, de acuerdo a la magistrada, tiene la responsabilidad de determinar si hay adultos que se están lucrando y explotando a esos menores.
"Nosotros estamos para garantizar los derechos fundamentales de los niños sin importar su nacionalidad, no para persecución. Determinar su situación de legalidad en el país es una tarea de Migración", insistió Beato.
De su lado, la coordinadora del programa educativo de la institución Acción Callejera en Santiago, Bentodima Jiménez, dijo a Efe que esa entidad ofrece asistencia a más de 35 niños haitianos que deambulan por las calles de la ciudad de Santiago y que están en calidad de riesgo.
Según Jiménez, los menores son transportados a la República Dominicana por "extraños" que "los tiran a las calles sin importar el riesgo que corren".
Asimismo, reconoció que el trabajo con los menores haitianos es mucho más difícil, debido a sus dificultades para aprender el idioma, insertarse a la sociedad y porque no cuentan con el apoyo de los padres.
Por su parte, el jesuita Regino Martínez, coordinador de Solidaridad Fronteriza y del Servicio Jesuita para los Migrantes Refugiados, calificó de "inhumano" el tráfico de personas.
Una fuente de Migración en la zona norte dijo a Efe que el problema de los niños y adolescentes haitianos que son traficados desde su país hacía la región norte dominicana "parece lo de nunca acabar".
Según subrayó, su institución repatría en el día entre 15 y 22 menores haitianos, pero en la noche llegan más de cien, incluyendo los mismos que habían sido enviados al vecino país.
La República Dominicana anunció ayer que sus militares reforzarán la frontera con Haití para evitar la "masiva" inmigración de haitianos indocumentados, el contrabando y otros delitos comunes en el área fronteriza.
HATO MAYOR.- Sin que a nadie preocupe el problema, centenares de haitianos están siendo desplazados a campos y ciudades de la región Este, creando una situación sanitaria que amerita la intervención urgente de Salud Pública.
La presencia haitiana ha desplazado en más de un 60 por cientos la mano de obra a dominicanos en el área agrícola, la construcción y labores de artesanía.
La seccional Hato Mayor del Colegio Dominicano de Periodistas, calificó de preocupante y alarmante el aumento de tráfico de familias completa de origen haitiano a los pueblos de la región Este.
Las ciudades más afectadas con el trasiego de indocumentados haitianos en la región Este son Hato Mayor, Sabana de la Mar, El Valle, El Seibo, Consuelo, La Romana, Higüey, Guaymate y San Pedro de Macorís.
Advierte la entidad que agrupa los periodistas de Hato Mayor, que los haitianos están siendo transportado en camiones desde la frontera, pero que antes son alquiladas viviendas en los pueblos, donde viven como apilados como sardinas.
Los periodistas de Hato Mayor, llamaron a Inmigración a enfrentar la “invasión pacifica” que se ha implementado de haitianos hacia territorio dominicano.
Los barrios más afectados con la presencia haitiana en Hato Mayor, son Villa Vilorio, Punta de Garza, Gualey, Las Malvinas, Las Chinas, Villa Navarro, Los Multis, San José y La Franja.
En Hato Mayor hay viviendas que tienen hasta cuatro familias haitianas de más de 6 miembros cada una y en muchas de las zahúrdas o cuartuchos habitados n o disponen de agua potable, energía eléctrica y cama para dormir.
“Llegan con corchas que tiran al suelo, esa gente vive como nómada y están haciendo sus necesidades en fundas plásticas, que luego lanzan a solares yermos y arroyos”, apunta el documento de la seccional del CDP en Hato Mayor.
La entidad demandó del gobernador civil de Hato Mayor, que implemente un programa de regreso a su patria de los indocumentados, para evitar daños en la salud y el medio ambiente.
Una vez se establecen, los haitianos se dedican al chiripeo en haciendas ganaderas, la industria de la construcción y las mujeres y niños a vender maní y viandas por las calles de Hato Mayor, San Pedro Macorís, La Romana, Higüey, El Seibo y otras ciudades del Este.
EN SANTIAGO
Autoridades dominicanas e instituciones no gubernamentales y de la sociedad civil denunciaron hoy el "alarmante" aumento del tráfico de niños de origen haitiano al país, particularmente a Santiago (norte), en las últimas tres semanas.
La procuradora del Tribunal de Niños, Niñas y Adolescentes de Santiago, Antia Beato, calificó de "preocupante" la gran cantidad de menores de origen haitiano que recorren las calles de esta ciudad pidiendo limosnas, limpiando zapatos y cristales de vehículos.
La funcionaria explicó a Efe que la ley que creó el Código del Menor en República Dominicana es un sistema para la protección del derecho y que en ese caso deben intervenir el Ministerio Público, la Dirección de Migración y el Consejo Nacional de la Niñez (CONANI).
Según Beato, a Migración le corresponde establecer el estatus migratorio de esos niños y niñas de origen haitiano y al CONANI insertarlos en las escuelas.
Mientras, el Ministerio Público, de acuerdo a la magistrada, tiene la responsabilidad de determinar si hay adultos que se están lucrando y explotando a esos menores.
"Nosotros estamos para garantizar los derechos fundamentales de los niños sin importar su nacionalidad, no para persecución. Determinar su situación de legalidad en el país es una tarea de Migración", insistió Beato.
De su lado, la coordinadora del programa educativo de la institución Acción Callejera en Santiago, Bentodima Jiménez, dijo a Efe que esa entidad ofrece asistencia a más de 35 niños haitianos que deambulan por las calles de la ciudad de Santiago y que están en calidad de riesgo.
Según Jiménez, los menores son transportados a la República Dominicana por "extraños" que "los tiran a las calles sin importar el riesgo que corren".
Asimismo, reconoció que el trabajo con los menores haitianos es mucho más difícil, debido a sus dificultades para aprender el idioma, insertarse a la sociedad y porque no cuentan con el apoyo de los padres.
Por su parte, el jesuita Regino Martínez, coordinador de Solidaridad Fronteriza y del Servicio Jesuita para los Migrantes Refugiados, calificó de "inhumano" el tráfico de personas.
Una fuente de Migración en la zona norte dijo a Efe que el problema de los niños y adolescentes haitianos que son traficados desde su país hacía la región norte dominicana "parece lo de nunca acabar".
Según subrayó, su institución repatría en el día entre 15 y 22 menores haitianos, pero en la noche llegan más de cien, incluyendo los mismos que habían sido enviados al vecino país.
La República Dominicana anunció ayer que sus militares reforzarán la frontera con Haití para evitar la "masiva" inmigración de haitianos indocumentados, el contrabando y otros delitos comunes en el área fronteriza.
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