La periodista Nuria Piera criticó este viernes que el presidente Leonel Fernández quiera justificar la corrupción administrativa, minimizando los casos que han sido denunciados.
La veterana periodista reveló que el gobierno de Fernández cuenta con una estructura “muy bien montada” con periodistas pagados para que lo defiendan.
Consideró que el gobierno se maneja con una doble moral, porque mientras justifica los actos de corrupción y paga a periodistas, imparte cursos en el Palacio Nacional sobre “ética periodista”.
La controversial comunicadora insistió en el peligro que representa para el oficio periodístico dominicano, porque de repente, políticos disfrazados de periodistas hayan tomado los medios de comunicación para hacer campaña, lo que a su juicio hace mucho daño a la libertad de prensa.
Lamentó que esos periodistas pagados para defender todo lo que proviene del gobierno gocen de cierta credibilidad en la población, lo que considera un peligro para la libertad de prensa en el país.
A su juicio esa actitud de la población deja mucho que desear, tras indicar que esas irregularidades que se dan en el ejercicio del periodismo dominicano es la expresión de lo mal que va la sociedad.
Piera emitió sus declaraciones en el programa “El Despertador” de la televisora Antena Latina canal 7, donde se presentò un sondeo hecho por la producción del espacio en personas tomadas al azar en las calles quienes valoraron como muy seria y responsable a la periodista y la obra que desempeña.
Sin embargo, la productora del programa de investigación periodística “Nuria” dijo sentirse confundida por la forma que hablan sobre su trabajo, ya que existen otros periodistas que hacen totalmente lo contrario a ella y tienen una considerable aceptación en el público.
“Lo que pasa en la prensa es lo que pasa en la sociedad”, apuntó.
Puso como ejemplo el hecho de que el país cuenta con un jefe de la Policía que no es destituido pese a las constantes denuncia que le imputan varios crímenes contra ciudadanos.
Dijo no entender como la sociedad no raciona ante un gobierno que justifica los casos de corrupción en su administración, a los cuales se resta importancia porque alegadamente son “pequeños actos de corrupción”.
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