HATO MAYOR.- Durante décadas la comunidad de El Manchado, ubicada en la parte norte de este municipio ha celebrado sus fiestas de atabales en honor a Nuestra Señora La Virgen de la Altagracia, Madre del Pueblo Dominicano.
Los atabales de El Manchado se inician cada 10 de enero y terminan con la celebración de la tocada final de los atabales del 20 del mismo mes, lo que sus residentes llaman el Velorio de la Virgen de La Altagracia, de donde parten diferentes comitivas a dar el beso a la efigie de la Santa en la basílica de Higuey.
El Novenario de atabales cada noche tiene un padrino oriundo de una de las mas vieja Sección de la provincia, que brindan panes, jengibres y en muchas ocasiones sacrifican un cerdo o una res para brindar una suculenta cena a los visitantes.
Cada año decenas de hombres y mujeres de la comarca que emigraron a otras ciudades y a la misma población de Hato Mayor, se dan cita en la enramada de los atabales a disfrutar de las plenas y las competencias por quien toque mejor el palo con el cuero una de las mas viejas tradiciones del lugar.
Entre el 10 y el 20 de enero, Manchado es un punto de fiestas y tradiciones culturales desde casi la época colonial.
Berto Ventura es uno de los más dinámico atabaleros de El Manchado, aparece en la foto dando notación de entrega sin par a la tradicional actividad.
Los atabales de El Manchado se inician cada 10 de enero y terminan con la celebración de la tocada final de los atabales del 20 del mismo mes, lo que sus residentes llaman el Velorio de la Virgen de La Altagracia, de donde parten diferentes comitivas a dar el beso a la efigie de la Santa en la basílica de Higuey.
El Novenario de atabales cada noche tiene un padrino oriundo de una de las mas vieja Sección de la provincia, que brindan panes, jengibres y en muchas ocasiones sacrifican un cerdo o una res para brindar una suculenta cena a los visitantes.
Cada año decenas de hombres y mujeres de la comarca que emigraron a otras ciudades y a la misma población de Hato Mayor, se dan cita en la enramada de los atabales a disfrutar de las plenas y las competencias por quien toque mejor el palo con el cuero una de las mas viejas tradiciones del lugar.
Entre el 10 y el 20 de enero, Manchado es un punto de fiestas y tradiciones culturales desde casi la época colonial.
Berto Ventura es uno de los más dinámico atabaleros de El Manchado, aparece en la foto dando notación de entrega sin par a la tradicional actividad.
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