MANUEL A. VEGA
SAN PEDRO DE MACORÍS.- La falta de valores morales y la pobreza intelectual se está manifestando en San Pedro de Macorís en grado sumo, ya que son acentuados los casos donde mozalbetes agreden a centros educativos, a maestros, se mata a hermanos y se atenta contra los monumentos históricos, de esta histórica y deportista población.
El caso más palpable de la degradación social que se registra en San Pedro de Macorís, lo constituye, que delincuentes hayan mutilado la nariz del busto del patricio Juan Pablo Duarte, colocada en el parque del mismo nombre, en el centro de esa ciudad.
El periódico Diario Digital de San Pedro de Macorís, resalta que “indignación y vergüenza ha causado el atentado de que fue objeto el monumento erigido a la memoria de uno de los padres de la patria por parte de vándalos”.
El busto fue atacado a golpes como si se estuviera peleando en físico con Juan Pablo Duarte y la nariz del busto fue desprendida de tajo, al parecer con un machete.
La acción vandálica esta siendo condenada por los petromacorisanos, que asombrado piden una exhaustiva investigación de parte de las autoridades judiciales y policiales en la provincia.
Muchas personas consultadas por la brutal acción, atribuyen el hecho al consumo de drogas alucinógenas, que en esta ciudad se vende como el arroz en los colmados.
Los desaprensivos también dañaron parte del monumento sin que nadie se haya dado cuenta, pese a que ese parque es uno de lo más visitado.
Hasta el momento las autoridades no han ofrecido información sobre las razones que tuvieron los autores para cometer la acción vandálica.
Se estableció que el parque Duarte de San Pedro de Macorís no cuenta con un sereno o vigilante nocturno, por lo que se está pidiendo al cabildo local, que dirige Tony Echavarría, implementar una vigilancia permanente.
Esta ciudad nunca había estado viviendo una situación tan difícil como ahora, aseguran parroquianos que indican que San Pedro de Macorís está sitiada por los delincuentes, mientras las autoridades policiales y judiciales hacen muy poco para enfrentar el delito, el crimen organizado y el narcotráfico.
En San Pedro de Macorís, hay sectores, como Barrio Blanco, ubicado al oeste de la ciudad, donde la gente tiene que recogerse en sus casas pasadas las seis de la tarde por temor a ser asaltada o apuñaleada por vándalos que ocupan aceras y contenes para hacer diabluras.
La situación se torna peor por el mutismo de parroquianos, que prefieren que pasen las cosas y que la tragedia llegue a su casa ante que denunciar a los delincuentes, que se pasean con pistolas, revólveres y machetes al cinto.
Esta ciudad se ha convertida junto con La Romana e Higüey, en la ciudad más insegura de la región Este, donde los casos por drogas son los más conocidos en los tribunales.
SAN PEDRO DE MACORÍS.- La falta de valores morales y la pobreza intelectual se está manifestando en San Pedro de Macorís en grado sumo, ya que son acentuados los casos donde mozalbetes agreden a centros educativos, a maestros, se mata a hermanos y se atenta contra los monumentos históricos, de esta histórica y deportista población.
El caso más palpable de la degradación social que se registra en San Pedro de Macorís, lo constituye, que delincuentes hayan mutilado la nariz del busto del patricio Juan Pablo Duarte, colocada en el parque del mismo nombre, en el centro de esa ciudad.
El periódico Diario Digital de San Pedro de Macorís, resalta que “indignación y vergüenza ha causado el atentado de que fue objeto el monumento erigido a la memoria de uno de los padres de la patria por parte de vándalos”.
El busto fue atacado a golpes como si se estuviera peleando en físico con Juan Pablo Duarte y la nariz del busto fue desprendida de tajo, al parecer con un machete.
La acción vandálica esta siendo condenada por los petromacorisanos, que asombrado piden una exhaustiva investigación de parte de las autoridades judiciales y policiales en la provincia.
Muchas personas consultadas por la brutal acción, atribuyen el hecho al consumo de drogas alucinógenas, que en esta ciudad se vende como el arroz en los colmados.
Los desaprensivos también dañaron parte del monumento sin que nadie se haya dado cuenta, pese a que ese parque es uno de lo más visitado.
Hasta el momento las autoridades no han ofrecido información sobre las razones que tuvieron los autores para cometer la acción vandálica.
Se estableció que el parque Duarte de San Pedro de Macorís no cuenta con un sereno o vigilante nocturno, por lo que se está pidiendo al cabildo local, que dirige Tony Echavarría, implementar una vigilancia permanente.
Esta ciudad nunca había estado viviendo una situación tan difícil como ahora, aseguran parroquianos que indican que San Pedro de Macorís está sitiada por los delincuentes, mientras las autoridades policiales y judiciales hacen muy poco para enfrentar el delito, el crimen organizado y el narcotráfico.
En San Pedro de Macorís, hay sectores, como Barrio Blanco, ubicado al oeste de la ciudad, donde la gente tiene que recogerse en sus casas pasadas las seis de la tarde por temor a ser asaltada o apuñaleada por vándalos que ocupan aceras y contenes para hacer diabluras.
La situación se torna peor por el mutismo de parroquianos, que prefieren que pasen las cosas y que la tragedia llegue a su casa ante que denunciar a los delincuentes, que se pasean con pistolas, revólveres y machetes al cinto.
Esta ciudad se ha convertida junto con La Romana e Higüey, en la ciudad más insegura de la región Este, donde los casos por drogas son los más conocidos en los tribunales.
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