MANUEL A. VEGA
Conforme al informe policial, al obrero después de ser asesinado, su matador le incrustó un alfiler cabeza roja en el cuello, como tratando de hacer aparentar que se trató de un rito satánico.
Dimas Bobea, médico legista, certificó que el obrero murió a consecuencia de una hemorragia, provocada por la herida cortante en el cuello
Al cuerpo además le hacía falta el dedo mayor de la mano derecha
La víctima era oriunda de San Pedro de Macorís, se estableció.
En levantamiento del cadáver estuvieron presente, el fiscal Hochimi Rodríguez, el Teniente Sánchez y demás miembros del Departamento de Homicidio de la policía en Higüey.
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