JUAN BAUTISTA RODRÍGUEZ
HIGÜEY.- Un haitiano que guardaba prisión en la cárcel de Higüey falleció ayer en ese recinto penitenciario y se presume que estaba afectado por el cólera.
Alberto Disla, de 32 años, guardaba prisión acusado de violar a una menor de 13 años en el batey de Palo Bonito y falleció aquejado de los mismos síntomas que provoca la enfermedad. Estaba prófugo y fue apresado el 15 de noviembre día en que llegó de Haití.
De inmediato, las autoridades de Salud Pública en la zona iniciaron una jornada de limpieza en la cárcel y ordenaron el traslado de todos los reclusos que guardaban prisión allí a otras celdas contiguas para iniciar su evaluación.
El recinto es limpiado con cloro y se cogieron muestra de todos los reclusos, para ser sometidas a pruebas de laboratorios.
Al ser consultado al respecto, el ministro de Salud, Bautista Rojas Gómez, no confirmó ni negó la versión y solo se limitó a decir que están investigando si la causa de la muerte del haitiano fue por cólera.
Dijo que le tomaron las muestras y esperan los resultados para dar una versión real sobre la situación.
“No podemos confirmar nada, me han llamado varias veces de esa provincia y allá se está investigando todo. Estamos esperando los resultados e inmediatamente lo tengamos lo ofrecemos”, dijo.
Las autoridades de Salud en la zona sospechan que la causa de la muerte del recluso pudo haber sido el cólera, por lo que su cadáver fue enviado al Instituto de Patología Forense de San Pedro de Macorís, para practicarle una autopsia y determinar las reales causas de su fallecimiento.
Un equipo integrado por el gobernador provincial Rafael Barón Duluc; director provincial de Salud, Jaime Rodríguez; Juan Bautista Polo, de Salud Ambiental; el vice- síndico Leandro Piña; el procurador fiscal Lucas Evangelista Pérez José; el dirigente sindical Manolo Ramírez y el coronel de la 25 compañía Pablo Pujol, se reunieron para tomar medidas al respecto en la cárcel, cuyos reclusos fueron trasladados a otro centro.
Luego de sostener la reunión, el Director Provincial de Salud, Jaime Rodríguez, ordenó al personal bajo su mando, entre ellos más de 14 médicos, abrir un centro de acopio en el cuartel de la Policía para examinar y tomar muestras a todos aquellos reclusos y policías que tuvieron contacto con el fenecido, para así evitar el contagio en caso de que se diagnostique que el recluso estuviera infectado de la bacteria.
La situación ha creado pánico en la población carcelaria y entre los familiares de los internos, quienes se mantienen en los alrededores del recinto, donde les piden a las autoridades tomar medidas para evitar que se propague la bacteria.
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