MANUEL A. VEGA
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ISLA SAONA, La Romana.- En la Isla Saona, localizada al extremo sureste de la Hispaniola y con encantos y bellezas costero-terrestre, que encantan a cualquier mortal, ha sido imposible lograr instalar antena que faciliten o permitan realizar una llamada telefónica, por lo que para lograrlo sus habitantes deben encaramarse a árboles para comunicarse con el resto del mundo.
Fotografías tomadas por el Italiano Stefano Biliotti, revelan como un árbol se convierte en árbol de navidad, donde los adornos son hombres y mujeres que se trepan buscando señal en sus móviles.
En ocasiones se arman discusiones y hasta reyertas en la cercanía de la costa, entre turistas y excursionistas dominicanos, por subir a los árboles.
En Mano Juan, un poblado de unas 300 habitantes de la Saona, hay que hacer filas para poder trepar a un frondoso árbol, para lograr señal.
Para trepar al árbol los habitantes de Mano Juan, construyeron una escalera de palo.
Se recuerda que Indotel anunció la instalación de teléfonos públicos en Isla Saona, pero aparato que sus escasos habitantes esperan para tener contacto con familiares y amigos.
El anuncio del Indotel decía que los teléfonos públicos funcionarían con paneles solares, para tener garantía de comunicación permanente en la Isla
Los citados teléfonos funcionarían con paneles solares, para tener la garantía de comunicación permanente en la islita. A tan solo un par de años –porque al parecer no le dieron seguimiento al proyecto de Bectel- los casi 300 habitantes de Mano Juan, tienen que hacer fila para treparse en este árbol, cada vez que requieren hacer una llamada por teléfono celular debido a la falta de señal en la isla.
Breve historia de la Isla Saona
La Isla Saona, localizada en el extremo sureste de la Republica Dominicana, es la más grande de las islas adyacentes a la Hispaniola, forma parte del Parque Nacional del Este y sirve de santuario a varias especies de aves migratorias. Originalmente su nombre es “ADAMANAY”, es un nombre primitivo aborigen.
Se presume que en el segundo viaje de Cristóbal Colón a la Isla Hispaniola, venía acompañado de un italiano de origen Sabone, una región Italiana. Este italiano fue quien descubrió la Isla, y Don Cristóbal Colón quiso bautizar la Isla en honor a él con el nombre de “Isla Sabona”.
Con el paso del tiempo, los pobladores de la Isla se encontraban el nombre difícil de pronunciar, por lo que le cambiaron el nombre por “Isla Saona”.
La Isla Saona, también tiene interesantes cuevas, como la de Cotubanamá nombrada en recuerdo del orgulloso jefe indígena de esta misma región quien fuera capturado por los conquistadores españoles y ejecutado en Santo Domingo.
Una de las pocas áreas pobladas de este parque nacional, la isla Saona tiene un pintoresco asentamiento llamado Mano Juan. Este poblado de pescadores con sus casas de maderas en colores pastel es también un centro de manualidades.
En la Isla Saona encontraremos kilométricas playas solitarias de finísimas arenas blancas de aguas cristalinas y rodeadas de millones de palmeras de coco, podemos encontrar algunas cuevas que recuerdan la presencia de los nativos taínos, fondos coralinos ideales para el buceo y criaderos de peces y mariscos, posee la denominada "Piscina Natural" , es un área de agua cristalina que en el fondo se pueden observar innumerables especies como la estrellas de mar entre otras, y aves como el flamenco.
Se han registrado 112 especies de aves dentro de los límites del parque, correspondiendo la mitad a las especies existentes en el país. De ese total, 8 especies son endémicas de la isla y 11 especies endémicas del área del Caribe. El manatí es un mamífero marino en peligro de extinción. También se encuentra allí el delfín. .
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