SANTO DOMINGO.- Odalis Vega, sobrino del periodista asesinado Marcelino Vega, anunció que con diversos actos se conmemorarán los 30 años del vil asesinato de esta pluma que sirvió de orgullo a la clase periodística nacional.
Una misa de recordación, la colocación de ofrendas florales en su tumba ubicada en el Cementerio Municipal de Hato Mayor, y los discursos que exigen castigo para los responsables intelectuales y materiales del horrendo crimen considerado de Estado, constituyen las principales muestras de respeto a su memoria.
Odalis Vega, ganador del Premio de la Juventud y recientemente reconocido por el Gobierno de Taiwán, afirmó que un día como hoy hace 30 años, martes 7 de abril del año 1981, a las 8.30 de la mañana la familia Vega recibió la amarga noticia a través de una información de último minuto de la emisora Radio Popular, donde se informaba que en ese momento había caído asesinado en la calle San Juan de la Maguana esquina Moca del sector Villas Agrícolas el periodista Marcelino Vega reportero del periódico La Noticia, junto al canillita Ciprian Valdez mientras cubría las incidencias de una huelga de empleados del Ayuntamiento del Distrito Nacional por mejora salarial en ese sector, en manos de un oficial de la policía Nacional, quien disparo a quemarropa traspasándole el corazón.
Ninguno de los implicados fueron sometidos a la Justicia Civil, sino a una corte policial amañada, En fin, nunca se hizo justicia.
Indicó que esta en la fase final la impresión del libro CRIMEN DE UN PERIODISTA, de su autoría, donde en una recopilación de documentos, se narra lo sucedido con Marcelino Vega, así como se los motivos que sirvieron de base a sus asesinos para ejecutar este crimen.
Indicó que esta en la fase final la impresión del libro CRIMEN DE UN PERIODISTA, de su autoría, donde en una recopilación de documentos, se narra lo sucedido con Marcelino Vega, así como se los motivos que sirvieron de base a sus asesinos para ejecutar este crimen.
“Con el nombre de Marcelino Vega han bautizados calles, clubes, institutos comerciales, hospitales, grupos de poesía y teatro en Hato Mayor del Rey, Cotuí, Pedernales y Santo Domingo. Con su muerte, la prensa dominicana pierde a un prometedor periodista. Sus asesinos lo hicieron porque tenían miedo por todo lo que escribía y pudiera escribir, ya que se acercaban momentos difíciles para todos los que como él no pueden callar la verdad”. Apuntó.
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