LUIS CARLOS LÓPEZ CALCAÑO
SABANA DE LA MAR.- Al parecer atraído por las corrientes marinas, en ebullición por el huracán Irene, fue localizado en las aguas de la bahía de Samaná un pez León, especie depredadora del mar que el ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, quiere eliminar, porque extermina las demás especies acuáticas marinas.
El pintoresco animal del mar, fue capturado por el pescador Julio Alberto Mejía, quien recientemente también capturó un ejemplar del paz murciélago, que movilizó a todo Sabana de la Mar.
Todas las espinas del Pez León son venenosas y su picadura, aunque es relativamente indolora al principio, es extremadamente dolorosa después de un rato, dependiendo del veneno recibido.
Luis Carlos López Calcaño, administrador del Museo del Parque Nacional Los Haitises, quien dio a conocer de la captura del extraño pez, dijo que el animal murió, pero que fue refrigerado para ser sometido a estudio y para que las presentes generaciones conozcan del raro pez.
El depredador mide unos 30 centímetros y tiene libra y media de pesos.
Es una especie marina que abunda en aguas tropicales y su nombre científico es Pterois Voliantans. Gusta de agua de pocas profundidades, sobre todo entre los arrecifes coralinos, bancos de algas, rocas, lagunas costeras y zonas semi protegidas del océano pacifico y Oceanía.
Aparece con frecuencia en aguas relativamente turbias y ha sido reportado en profundidades de más de 30ms y puede vivir en ambientes con temperaturas entre 23C y 27C.
No es un pez de abundar en esta zona, por lo que se le tienes como un intruso y depredador en potencia, que extermina con rapidez cualquier otra especie. Ataca en colonia o trulla.
Fue avistado por primera vez en 1992 al sur de la florida a raíz del paso del huracán Andrew y desde entonces se ha propagado por toda la costa Este de Estados Unidos hasta Las Bahamas y recientemente por Las Antillas Mayores.
La primera vez que se capturó en República Dominicana fue en la costa de Montecristi y Pedernales, Barahona, Boca Chica Samaná y ahora en Sabana de la Mar.
Se presume que el pez es capturado con frecuencia por pescadores, pero que lo votan por verlo rara y con melena coloreada como si realmente fuera un león.
Las autoridades de Medio Ambiente en Sabana de la Mar, indican que el pez León se come, por lo que recomendaron a los pescadores capturarlo y comerlo, para ayudar a su exterminio, ya que se le considera un depredador de peces, que solo busca reinar.
MÁS DATOS
Durante los últimos dos meses, un grupo de científicos dominicanos liderados por Kelvin Guerrero de Counterpart, Mónica Vega, del Acuario Nacional y Rubén Torres, de Reef Check, certificaron científicamente la presencia de esta especie en la costa Norte y deciden informar sobre esta situación a fin de estar alertas, pero sobre todo para indicar la forma de manejo de esta especie invasora y tomar las medidas correspondientes para contrarrestar cualquier incidente.
El Pez León (Pterois volitans), especie originaria del Pacífico Oeste y Oceanía, es una especie marina, relativamente grande, que puede llegar a alcanzar los 38 cm y pesar 1200 gramos. Se distingue por presentar líneas verticales rojas, café y blancas a lo largo de todo su cuerpo, aunque los tonos varían en función del hábitat, y por presentar 13 espinas dorsales cargadas de un potente veneno, 3 anales alongadas y separadas, y entre 10 y 11 rayos dorsales suaves y 6-7 rayos anales.
Las aletas pectorales tienen forma de abanico. Tienen pequeños tentáculos carnosos arriba de los ojos y debajo de la boca.
La especie es crepuscular y nocturna y se encuentra en las costas tropicales en bancos de algas, arrecifes coralinos o lagunas costeras de poca profundidad y es muy popular entre los entusiastas de acuarios, siendo una de las 10 especies importadas más valiosas en los Estados Unidos.
Su presencia en nuestra costas era esperada por los expertos, ya que desde el año 1992 fue avistado por primera vez en el sur de la Florida, y desde entonces se ha propagado por toda la costa este de los Estados Unidos, hasta bajar a las Bahamas y recientemente a las Antillas Mayores.
Debido a que las características de la región son parecidas a las que se encuentran en su área nativa, es posible que esta especie ya esté establecida y reproduciéndose en la zona.
Entendemos que es importante reportar sobre la vida y las costumbres de este animal y sobre su presencia en las costas del país, crear una red nacional para que los avistamientos sean reportados correctamente, así como poner en vigor un plan de educación ambiental que incluya la divulgación, por los medios de difusión, de su presencia en aguas dominicana y su alto riesgo.
Por ser un fenómeno nuevo, no podemos asegurar que se convierta en un peligro inminente para las personas. Desde el punto de vista científico su peligro radica en que, como consumidor tope (en la cima de la trama alimentaria), se puede convertir en depredador de algunas especies en el Caribe, llevando a la alteración en las estructuras de los ecosistemas de arrecifes y, por tanto, afectando la ecología costera marina del país.
No se conoce exactamente qué puede ocurrir en el Caribe con el Pez León. A lo mejor no se adapte completamente o quizás desplace a otras especies. Debe saberse que generalmente se encuentra entre los arrecifes y no en limpias playas de arena.
Además, no agrede al hombre. Sólo se puede ser herido con sus espinas si se tiene algún contacto con él. No hay una cifra estimada de heridos o lesionados por el Pez León en ninguna parte del mundo, lo que no quiere decir que no se hayan dado casos.
El pez león
Su coloración le permite pasar desapercibido, representando un riesgo para los buzos o nadadores. Es un pez territorial que en ocasiones nada rápidamente hacia el agresor para herirlo con sus espinas.
Los síntomas pueden incluir inflamación, enrojecimiento, sangrado, nauseas, entumecimiento, dolor de articulaciones, ansiedad, cefalea, confusión, mareo, parálisis o convulsiones. Las heridas más comunes en humanos son en la mano, y se ha reportado daños severos al manejar ejemplares recién muertos.
Son carnívoros que se alimentan de pequeños peces, crustáceos y moluscos y son notablemente rápidos en adaptarse a consumir nuevas presas, por lo que representan una amenaza para la biodiversidad marina, y las actividades económicas enfocadas hacia el turismo y la pesca. Es una especie depredadora muy eficiente, alimentándose de otros peces e invertebrados.
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