AN O. TAMAYO
JTAMAYO@ELNUEVOHERALD.COM
El papa Benedicto XVI rezó el martes ante la Virgen de la Caridad del Cobre por “los que están privados de libertad”, y habló con el gobernante cubano Raúl Castro sobre asuntos tales como los presos políticos durante el segundo día de su visita a la isla.
Las autoridades no perdieron tie
JU
mpo en responder a cualquier pregunta sobre las libertades.
“En Cuba no va a haber una reforma política”, declaró ante la prensa el vicepresidente Mariano Murillo.
El portavoz del Vaticano, el padre Federico Lombardi, declaró que los diversos pedidos humanitarios por la liberación de prisioneros eran “un asunto que estuvo presente” en la reunión de 40 minutos entre el Papa y Castro, pero agregó en una conferencia de prensa en el habanero Hotel Nacional que no tenía nombres ni otros detalles.
El Pontífice está además “al tanto y tiene en su corazón” los pedidos de las disidentes Damas de Blanco de encontrarse con él, añadió Lombardi. Y, aunque no tendrá tiempo de encontrarse con ellas, agregó, sus preocupaciones están reflejadas en los discursos y homilías que está pronunciando en Cuba.
Más de 60 disidentes fueron detenidos o puestos bajo arresto domiciliario sólo el martes para mantenerlos alejados de los eventos papales, según activistas de oposición en la isla. Esto eleva a más de 210 la cifra de arrestos reportados en los últimos cinco días.
Benedicto XVI comenzó su jornada el martes con una oración frente a la imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre, la santa patrona de Cuba, en la Basílica de El Cobre, cerca de Santiago de Cuba, en el extremo oriental de la isla. La Iglesia celebra este año el 400 aniversario del descubrimiento de la imagen flotando en la Bahía de Nipe.
El Papa dijo luego a una pequeña muchedumbre reunida afuera del santuario que había rezado a la Virgen para que ayudara a los cubanos en su “renovación”, y a “los que sufren, los que están privados de libertad, separados de sus seres queridos o pasan por graves momentos de dificultad”.
El breve discurso pareció además referirse a la negativa del gobierno a permitir la construcción de nuevas iglesias desde 1959, señalando que muchas familias en el campo “ofrecen sus casas” para celebrar misa. El gobierno considera esas “casas culto” como ilegales y a menudo les impone multas o las cierra.
Pero Murillo, dirigiéndose a los periodistas en La Habana mientras Benedicto XVI volaba desde Santiago, repitió el persistente lineamiento de Castro sobre las reformas económicas que ha estado haciendo desde que reemplazó a su hermano Fidel Castro en el 2006.
“En Cuba no va a haber una reforma política”, dijo Murillo, quien está a cargo de llevar a cabo las reformas económicas. “Estamos hablando de la actualización del modelo económico cubano, que haga nuestro socialismo sustentable”.
A su llegada a La Habana, Benedicto XVI recibió una bienvenida discreta en el Aeropuerto Internacional José Martí, a la cual asistieron pocos altos funcionarios con la excepción de Caridad Diego, encargada de asuntos religiosos del Comité Central del Partido Comunista.
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