SEATTLE — Un niño de 3 años se dio un tiro con una pistola que encontró dentro de un automóvil el miércoles por la madrugada, mientras su familia se detenía en una gasolinera en el estado occidental de Washington, informó la policía.
Fue el tercer caso reciente en que un niño sufre heridas graves de bala en Washington.
“Es increíble esto, a la luz de los otros casos”, dijo Naveed Benjamin, agente policial en Tacoma, donde ocurrió el deceso. “Uno pensaría que la gente debe tener más cuidado, no menos”.
La familia había detenido el vehículo para cargar combustible poco después de la medianoche. El padre puso la pistola debajo del asiento y salió del vehículo, mientras la madre entraba en un minisupermercado, dijo Benjamin.
El niño y su hermana, una bebé, permanecieron dentro del auto. De algún modo, el chico salió de su asiento de seguridad, encontró el arma y se disparó en la cabeza, informó la policía.
Un médico certificó su muerte en el hospital. La niña no resultó lesionada.
Los detectives interrogaron a los padres y concluyeron que el caso constituyó un accidente trágico, dijo Benjamin. El padre tenía permiso para portar un arma oculta, y no se esperaba que enfrentara cargos, añadió el funcionario.
El estado de Washington no tiene una ley específica sobre el acceso de menores de edad a las armas de fuego.
El caso sigue a la muerte de una niña de 7 años, hija de un policía de Marysville. El hermano de la menor encontró una pistola y abrió fuego cuando los padres de ambos estaban fuera de un vehículo.
Y el 22 de febrero, una niña de 8 años quedó en estado crítico tras ser herida en un aula en Bremerton, cuando se disparó accidentalmente una pistola dentro de la mochila que fue colocada sobre un escritorio por un chico de 9 años.
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