ROMA.- Al menos trece personas han muerto y hay varios desaparecidos por el terremoto de magnitud 5,8 grados en la escala Richter que sacudió hoy la región de Emilia Romagna (norte de Italia), tras el derrumbe de varios edificios y naves industriales, según informaron fuentes de Protección Civil.
El director de Protección Civil en la región, Demetrio Egidi, explicó al canal "Skytg24" que por el momento se cuentan trece muertos y cientos de heridos, y que se han recibido unas 6.000 peticiones de evacuación.
El temblor tuvo su epicentro en la provincia de Módena, en la región de Emilia Romagna, en la misma zona en la que ya se produjo el terremoto del pasado 20 de mayo, que causó siete muertos y 5.000 evacuados, a los que se sumarían los de hoy.
Mientras se intenta identificar a las trece víctimas mortales, por ahora se ha comunicado la muerte de dos trabajadores, un marroquí y un indio, en el derrumbe de la nave industrial de la empresa Meta de construcción en San Felice sul Panaro y de un técnico italiano que había acudido a la fábrica hoy para comprobar su estabilidad.
Otras dos víctimas mortales se han producido en derrumbes en otra fábrica en la localidad de Mirandola, que justo hoy abrió al haber sido declarada segura tras el terremoto del 20 de mayo.
Un anciano murió al ser golpeado por una cornisa en Concordia y otra víctima mortal se produjo en Finale Emilia, también al derrumbarse su casa.
También se registró la muerte del párroco de Rovereto di Novi, cuando le golpeó una piedra que se desprendió del techo de su parroquia.
Al temblor de 5,8 grados de las 09.00 hora local (07.00 GMT) le siguieron hasta 40 réplicas de menor intensidad, hasta las 13.00 hora local (11.00 GMT), cuando se produjeron dos nuevos terremotos de 5,3 y 5,1 grados en la escala Richter.
Estos terremotos empeoraron la ya grave situación en la región causando nuevos derrumbes en los edificios e iglesias de las zonas ya afectadas, aunque esta vez sin víctimas.
Por precaución las oficinas públicas y colegios de toda la zona han sido evacuados, así como las fábricas, entre ellas las deFerrari, Lamborghini y Ducati.
Los medios italianos señalan entre otros daños materiales el derrumbe de la torre de San Felice sul Panaro y de la basílica de San Francisco en Mirandola, y de otras iglesias de la zona.
Estos temblores se sintieron en todo el norte y centro del país, en las regiones -además de Emilia Romagna- de Génova, Lombardía, Piamonte, Veneto y Toscana, y fueron desalojados numerosos edificios públicos en varias ciudades, como Milán, Bolonia y Florencia, pero sin que se hayan producido mayores problemas.
El presidente del Gobierno italiano, el tecnócrata Mario Monti, compareció ante los periodistas tras el seísmo para garantizar que "se hará todo lo posible y lo antes posible" para llevar ayuda a los ciudadanos, y aseguró que está seguro de que "se superará este momento".
El Gobierno comparecerá también hoy a las 17.00 hora local (15.00 GMT) ante el Parlamento para dar nuevos detalles sobre el terremoto
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