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| DIPUTUDOS PARTICIPARON EN EL ENCUENTRO |
Manuel Antonio Vega
atacando10@gmail.com
Consuelo, San Pedro de Macorís.- Cada semana que pasa mueren hasta
tres obreros de la caña en bateyes de San Pedro de Macorís, La Romana, El Seibo
y Hato Mayor, que cotizaron por más de 50 años a la Seguridad Social, para
recibir una pensión digna, que le ayudara a prolongar su vida.
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| IDALINA BORDIGNOM |
Asi lo denunciaron un conjunto de
organizaciones humanitarias, religiosas campesinas y la Comisión Nacional de
los Derechos Humanos (CNDH), que advierten que las cifras de víctimas aumenta
de manera desorbitantes, sin que el gobierno le busque una solución a la
sufrida vidas de cientos de hombres que dejaron sus dientes, brazos, piernas,
visión en los bateyes y campos, en los chuchos, las chimeneas de los ingenios y
tractores.
Reunidos en el Centro de Atención “Jesús
Peregrino” en el municipio Consuelo de San Pedro de Macorís, los dirigentes
José Guzmán de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos; la brasileña Idalina
Bordignom, directora del Centro de Atención Jesús Peregrino y Jesús Núñez, de la Unión de Cañeros, asi como los
diputados Franklin Peña (PLD), Sergio Tulio Núñez, asi como una comisión del Centro
Bono’, evaluaron que el gobierno no debe dejar que los ex empleados de la caña mueran para entregarle la pensión.
Los diputados por San Pedro de Macorís,
que estuvieron presentes en el encuentro con obreros de la caña, Franklin Peña
y Sergio Tulio Núñez, consideraron de justa la exigencia de los obreros cañeros
y dijeron que encaminaran esfuerzos en el Congreso Nacional para que el nuevo
gobierno incluya en el nuevo presupuesto de Ley Gastos Públicos las pensiones a
los antiguos empleados de los ingenios azucareros. |
| DIRIGENTE CAÑERO JESÚS NÚÑEZ |
En el escenario se pidió la
formación de una comisión bicameral para investigar donde fueron a parar los
recursos que le descontaron por seguro de pensión a los obreros por más de 50
años.
José Guzmán de la Comisión Nacional
de los Derechos Humanos, denunció que de las personas que pensionó en mayo el
presidente Leonel Fernández, hay un número significativo de gente que nunca
laboró en los campos agrícolas ni en los ingenios del Consejo Estatal del
Azúcar (CEA).
“La casi totalidad de los
pensionados por el ex presidente Leonel Fernández no son trabajadores cañeros y
eso obliga a no creer en Estado, y cuando usted deja de creer en el estado, la
sociedad fracasó”, acotó Guzmán, quien coordinó con la Unión de Trabadores
Cañeros el encuentro.
Idalina Bordignom, directora del Centro
de Atención Jesús Peregrino, entidad que trabaja con la capacitación y
orientación de hombres y mujeres en las zonas bateyeras del Este, recordó al
gobierno que los derechos humanos son bienes adquiridos y que los productores y
trabajadores agrícolas deben luchar por mejores condiciones de vida.
Dijo tener la esperanza de que el
presidente Danilo Medina, dará una respuesta positiva a las calamidades que están
pasando los hombres que laboraron por décadas en los cañaverales.
“Soy brasileña y solo lucho por las
causas de los trabadores, y por eso me siento indignada cuando veo gente que
trabajó una vida entera y tiene que morir de hambre, tiene que sentir dolores
profundo, porque no logra comprar una pastilla ni para extraer un diente, eso
es muy indigno”, consideró en su
exposición la religiosa de origen brasileño, que ha logrado establecer un
centro de defensa y orientación al
hombre rural y de bateyes en San Pedro de Macorís.
La dama dijo tener esperanza de que
Danilo Medina pueda hacer causa con la tristeza y dolor que viven cientos de
familias en las zonas bateyeras, que trabajaron años y hoy no gozan de una
pensión digna.
Exhortó a los medios de comunicación
unirse a la lucha de los trabajadores de la caña, tras indicar que los
medios tienen una incidencia tremenda,
que pueden hacer cambiar la sociedad.
Dijo que los medios de comunicación
en coordinación con las instituciones pueden lograr que el gobierno cree una
política de pensión para favorecer a quienes gastaron su vida en el campo y en
las ruedas de los ingenios.
“Es un compromiso de las
instituciones y de la prensa luchar para que todos los trabajadores cuando
lleguen a los 60 años de edad no necesiten coger tantas lucha para cobrar un
derecho que ha sido adquirido”, apuntó de manera enérgica sor Idalia.
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