Más de 20 cavernas y 10 saltos de
agua existente en montañas de la Cordillera Oriental colocan a esta vieja y
olvidada provincia en zona privilegiada para desarrollar el eco-turismo y el
turismo de aventura
El agua viene arrecostada de la montaña Limón |
Manuel Antonio Vega
EL SEIBO.- La provincia de El Seibo,
la más vieja del Este, olvidada por los gobiernos, pero no por la
naturaleza, goza el privilegio de contar con los saltos de agua dulce más alto
de la República Dominican, como El Cocuyo, con más de 100 metros de caída de
agua, que al descender en medio de los pastizales forma una impresionante
correa de agua, que atrae y deleita a cualquier mortal, así como la loma
conocida como “La Gruma”, con 21 atractivas cavernas que atraen el turismo de
aventura.
Realmente, esta provincia posee
recursos ecoturísticos, que abrazados a la rica fauna y flora, están atrayendo
a turistas nacionales y extranjeros, que en excursiones pasan casi los 365
días del año en bosques y praderas hurgando conocer de la naturaleza.
Unos diez salto de agua y más de 30
cavernas, hacen de El Seibo una importante zona de explotación ecoturística,
incluyendo los clúster del Cacao, en la comunidades de Los Botados y
Vicentillo, donde cientos de turistas viajan a conocer de la historia, el
cultivo y el procesamiento del grano aromático.
EL COCUYO
Entre las bellezas naturales que
adornan a esta provincia, fundada hacia 1506, está el salto “El Cocuyo”,
ubicado en la sección La Majagua, en el distrito municipal de Pedro
Sánchez, a 15 kilómetros al norte de la ciudad, en la carretera que lleva al
costero municipio de Miches.
La espesura del agua en su caída de
más de 100 metros de altura se va entrelazando con rocas y curvas
naturales hasta depositarse en una charca, que por la frondosidad del bosque
hace oscuro el lugar.
Su nombre le deviene, precisamente,
porque hasta en la noche, la blancura del agua en su descender brilla en la
oscuridad.
El salto se encuentra casi dentro del
parque nacional Saltos La Jalda, reserva natural, que guarda en sus
bosques a más de 10 salto de agua, incluyendo La Jalda, de unos 120 metros de
caída de agua, el más alto del Caribe.
El Cocuyo está cubierto por bosques
nativos de gran diversidad de flora y fauna.
Es realmente impresionante ver como
se hacen formaciones las aguas en las partes rocosas y paredones,
obligando a transeúnte a detenerse, atraído por su singular belleza.
El vapor que brota la cascada y los
acantilados crean un ambiente propicio para la presencia del pájaro bobo y el
ruiseñor, aves que forman parte de la fauna endémica en la zona.
Aquí se puede pensar en la
construcción de una hidroeléctrica, ya que cuenta con espacio de uso y libre
acceso por estar ubicado a escaso metros de la carretera Seibo-Miches.
Se aprecia desde la carretera y está
rodeado de una rica flora y fauna, para que el visitante disfrute del lugar con
todo el confort que nos regala la madre naturaleza.
Los sudores o humores son una belleza
cuando aparece el sol en la mañana, pero en la tarde la espesura del bosque
acerca la oscuridad y hace casi de noche el lugar.
Se alimenta de las lluvias caídas que
se van almacenando en las montañas contiguas y nunca se ha secado en tiempo de
sequía.
En este mágico lugar, se puede
respirar...sentir la inmensidad de la vida en el verde de la naturaleza y el
blanco del agua que desciende a una velocidad impresionante, llevando la vista
a la montaña.
El agua brota desde la cima de la
montaña Limón, donde se ha formado a especie de un cono y entonces, el agua
va brotando y cayendo gradualmente hasta formar una correa blanca en medio de
la furnia, que tienes una 10 quebradas, las cuales a su vez forman charcas para
el baño a media montaña.
Cuentan que por el agujero de donde
brota el agua en la cima de la montaña, varias reses han caído y su cuerpo no
han aparecido jamás.
El nacimiento del salto está
desprovisto de árboles y personas que adquirido terreno en el lugar han tratado
de represarlo, lo que pudiera quitarle belleza a esta extensa correa de agua,
que a tanta personas atrae.
Otros saltos de agua conocido en la
provincia es La Jalda con más de 120 metros de altura, La Cueva o La Higuera,
el Yabón con más de 90 metros en el distrito municipal de San
Francisco-Vicentillo
FAUNA
En algunas de las quebradas y los
gigantes árboles que bordean el afluente colgante han sido avistados unos ocho
Gavilanes de la Hispaniola, así como cotorra, cuervo, pájaro Bobo, el pájaro
carpintero, el ruiseñor.
La charca que se forma al caer el
agua ha dado lugar al nacimiento del arroyo Pedro Sánchez, un afluente lleno de
jaiba, camarones, dajao, tilapia, anguila y otras especies acuáticas.
LA FLORA
De abajo hasta casi llegar a la cima
del salto El Cocuyo, hay una acentuada espesura de árboles diversos, entre los
que se destacan, Grayumo, Javilla, Algarrobo, Bangaño, Cabilma, Anón, Palo
Seco, Mango, y Ceiba, cuya vegetación hace oscuro la zona en horas vespertina.
Muchos de estos árboles son
atrayentes por su voluminoso follaje y contextura, a los cuales turistas y
excursionistas se pasan largo rato haciéndole fotos y filmes.
LAS CUEVAS
La montaña conocida como El Grumo,
que da pie a la cordillera Oriental desde El Seibo hasta Miches e Higüey, tiene
una historia digna de contar en otro trabajo, pero quisiera adelantarle, que
ella guarda entre árboles y fuertes rocas, unas 21 cavernas o cuevas, donde se
han encontrado importantes cementerios de piezas indígenas.
En esta elevación redondeada de forma
limitada elevada por encima de las tierras circundantes con el alivio local de
menos de 300 metros de altura, existen cavernas extremadamente impresionantes,
que atraen a turistas nacionales y extranjeros.
La Chiva, Jonduná, El Zumbío, son de
las más visitadas por turistas en la Loma el Grumo, en Pedro Sánchez y la que
están rodeada de una espesa vegetación, que a veces hace difícil el
escalamiento en la montaña.
En La Chiva tiene tres salas o
galerías espaciosa, donde se pueden apreciar estalactita y estalagmita y raíces
de árboles que buscan encontrarse con los rayos del sol, sirviendo para el
entretenimiento del visitante, que se encaraman hasta la advertura de la
caverna.
Aquí el grupo de Turismo de Acción
Comunitaria “Tesoro del Este”, ha recolectados sacos de piezas taína, que
tienen para montar un museo en Pedro Sánchez de El Seibo.
Hay que ir a El Seibo y conocer de
sus encantos ecoturísticos y darse un baño con la naturaleza que
encierran saltos y cuevas.
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