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| WILSON MAURICIO LEE EL DOCUMENTO |
Manuel
Antonio Vega
atacando10@gmail.com
SABANA
DE LA MAR.- La pesca del “apaleo”, que consiste en golpear el agua para lograr
que los peces se espanten y vayan a parar a redes de tramayos, está de moda entre
pescadores de Sabana de la Mar, pero la misma está afectando la reproducción de
peces y ahuyentando a delfines y manatíes que pernoctan en las bahías San
Lorenzo y la de Samaná. Con este método miles de peces infantes mueren y son visto a flor de agua en las aguas de las bahías.
Al
denunciar la perversa práctica, Wilson Mauricio, presidente de la Asociación de
Ganaderos del costero municipio de Sabana de la Mar, apeló al Ministerio de
Medio Ambiente y Recursos Naturales a detener, lo que consideró “Asesinato de
Agua”, que pronto dejará la zona sin peces para pascar.
Explicó
que la pesca de apaleo se realiza por pescadores de Sánchez y Samaná que
utilizan la zona de Punta Arena y zonas aledañas, donde hay presencia de
manatíes y delfines.
“Estamos
solicitando a Medio Ambiente para que vaya al rescate de los manatíes y
delfines, que juegan en las aguas de la bahía, porque la pesca de “apaleo”,
para evitar su huida, ya que pescadores están lanzando sus chinchorros y ponen
en peligro la vida de estas especies marinas”, significó.
Dijo
que nadie está regulando la pesca de subsistencia, comercial e industrial, por
los que empresas y pescadores inescrupulosos utilizan todo tipo de métodos y
prácticas de pesca, capturando especie en peligro de extinción.
Hablando
en rueda de prensa, celebrada en el restaurant Rancho Rey, el dirigente
ganadero, llamó a Medio Ambiente a controlar y velar por la conservación, uso e
investigación de los ecosistemas costeros y marinos y sus recursos, así como
los humedales
Sostiene
que aunque hay leyes, resoluciones
decretos que prohíbe el empleo de
determinados artes para la captura de especies, en Sabana de la Mar nadie
respeta eso y por consiguiente se las pesca se realiza sin regulaciones y sin
control alguno.
Se
recuerda que varios manatíes han muerto tras ser atacado por pescadores con arpones
en las bahías de Samaná y San Lorenzo, reservatorio de un rico ecosistema
costero-marino y centro de reproducción de cangrejos en Sabana de la Mar.
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