Hablar o exponer sobre la figura de Juan Pablo Duarte en estas fechas destinadas a la celebración de los eventos que dieron origen a la Independencia Nacional y que coinciden con las celebraciones sacramentales para nosotros los dominicanos, tanto por conmemorarse el bicentenario del natalicio del patricio, posterior al día de nuestra Protectora Virgen de la Altagracia y a un mes del glorioso 27 de Febrero, día en que nace la República Dominicana y en víspera inmediata de la cuaresma, es una costumbre popular y se encuentra dentro de nuestro código genético.
Es mi intención exponer mis criterios y análisis personales sobre Duarte, ser humano normal a simple vista corriente, al que presentaré en esta entrega como el hombre de Fe que personalmente he percibido. Duarte, formado en una familia cristiana que le inculcó la Fe y los valores que predicó durante su evangelio Jesús El Cristo.
Como inicio de mi análisis, veo que Duarte al definir su ideal independentista, está convencido de que no puede llevar a cabo por cuenta propia su autoimpuesta misión, de dotar de libertad a la nación oprobiosamente ocupada. Conoce sus limitaciones y precisa de adeptos comprometidos con la causa, es ahí donde nace su gran dilema y principal paso para el inicio de la obra magnífica de la independencia nacional: ¿quiénes y por qué deben ser los elegidos para asistir y acompañar al prócer en la grandiosa empresa de la libertad?
Quiero creer, que como orientación divina, al igual que el Rey David cuando consultó a Dios sobre si atacar o no a los Filisteos que lo esperaban en formación de combate y recibió del Creador el curso de acción del movimiento envolvente, "¡No subas a perseguirlos!
Da una vuelta por detrás de ellos y enfréntalos desde el lado de las balsameras (I Crónicas 14:14-15), asimismo Duarte recibió la orientación de cómo definir el perfil de quienes, como él, serian apóstoles de la libertad y otorgadores de la soberanía dominicana.
Para mí, la respuesta a su interrogante fueron tres palabras LA SANTISIMA TRINIDAD, el más grade misterio de la Divinidad, DIOS ser único que existe simultáneamente como tres personas distintas: EL PADRE, EL HIJO y EL ESPÍRITU SANTO (Concilio Vaticano II).
Duarte entendió que al igual que las tres personas de la Trinidad Divina, sus compañeros deberían ser lo mismo como entidad aun siendo diferentes en su individualidad humana, el cuestionamiento era ¿de qué forma se puede lograr tal igualdad? Para el patricio sólo aquellos que asumieran como él la misma voluntad, disposición, entrega, desprendimiento, vocación de servicio hasta el sacrificio supremo de la propia vida para otorgarlo todo por la patria y la libertad, serian los elegidos a formar parte del apostolado de la dominicanidad.
Es en ese instante que Duarte descubre la más pura forma de la identidad que integra estrecha y apretadamente a los miembros de una nación y que debería ser el modelo a seguir de todos los dominicanos, tener como único fin la salud de la patria y su perpetuidad para el disfrute y seguridad de las generaciones futuras, donde los intereses personales no primen y donde ningún esfuerzo o sacrificio sea bastante ante el llamado de la patria que pide redención.
Definido el concepto de identidad y el perfil patriótico, empieza la labor de concienciación, evaluación, adoctrinamiento y selección; tomado el modelo de la Santísima Trinidad, se organizaron tres grupos de tres miembros cada uno para un total de nueve fundadores de la Organización que desde su creación se le llamó La Trinitaria, en que cada miembro se comprometió a seleccionar a dos personas más que cumplieran con el perfil seleccionado y que por lo tanto aceptasen la identidad que los vinculase totalmente con su reclutador y por lo tanto con el prócer Juan Pablo Duarte, haciendo de La Trinitaria una verdadera Sociedad Secreta.
En este punto de mi análisis es donde concluyo, que el nombre de la sociedad secreta en la que se organizaron los independentistas, no se desprende de la forma en que se reclutaba a sus miembros, el prócer selecciona el nombre como una derivación de la "Trinidad Divina", ya que aún haciéndolo de forma colectiva, es su intención realizar una copia, desde la condición humana, del concepto de las tres personas de la Divinidad, todos tenían que ser una sola persona con Duarte en el proyecto de la libertad y todos de manera particular debían realizar sus funciones, cumplir con sus responsabilidades y salvaguardar la organización para que este proyecto fuera una realidad.
Los Trinitarios tenían claro estos conceptos bien enseñados por Duarte y eran para ellos una verdad y compromiso incuestionable, tal y como se aprecia en el juramento de adepción que cada nuevo integrante de la Trinitaria tenía que realizar de forma individual, es decir haciendo compromiso de identidad con el prócer y la causa, los fundadores lo firmaron con su sangre, como el momento en que el Mesías derramó su sangre para redimir nuestros pecados y garantizar la salvación del hombre:
“En el nombre de la Santísima, Augustísima e Indivisible Trinidad de Dios Omnipotente: juro y prometo, por mi honor y mi conciencia, en manos de nuestro presidente Juan Pablo Duarte, cooperar con mi persona, vida y bienes a la separación definitiva del gobierno haitiano y a implantar una república libre, soberana e independiente de toda dominación extranjera, que se denominará República Dominicana; la cual tendrá su pabellón tricolor en cuartos encarnados y azules atravesado por una cruz blanca. Mientras tanto seremos reconocidos los Trinitarios con las palabras sacramentales de Dios, Patria y Libertad.
Así lo prometo ante Dios y el mundo. Si tal hago, Dios me proteja, y de no, me lo tome en cuenta; y mis consocios me castiguen el perjurio y la traición si los vendo”.
Como se puede ver no se hace juramento en nombre de la persona de DIOS, se hace en nombre de la INDIVISIBLE TRINIDAD DE DIOS; apegado al concepto de trinidad vemos que en el mismo juramento se define la Bandera como PABELLON TRICOLOR; en el mismo orden deja claro el juramento que los Trinitarios serán reconocidos CON LAS PALABRAS SACROSANTAS DE DIOS, PATRIA Y LIBERTAD.
Bajo ninguna circunstancia el prócer se desligó de la Santísima Trinidad, en ella las tres personas alcanzan igual jerarquía, así se presentan los trinitarios y lo destacan al final de su juramento cuando dicen Y MIS CONSOCIOS…, es decir, los que estamos en el mismo nivel. Es definitivo para mí, que todos los pasos dados por Duarte para la creación de la Trinitaria, la organización de sus miembros y la creación de los símbolos que desde la independencia y para siempre nos identificaron, nos identifican y nos identificarán como dominicanos, se inspiraron en la DIVINA TRINIDAD.
No tengo dudas de la Fe del Prócer y su apego a los principios religiosos; su aporte y sacrificio, así como su desprendimiento sin límites, emulan el ejemplo de una de las personas de la Trinidad Divina EL HIJO, que fue capaz de permitir su inmolación en aras de la salvación del hombre y su acceso a la vida eterna, de igual forma se sacrificó Duarte y con él su familia a los que pidió que se desprendieran de todo su patrimonio y lo entregaran para el logro del proyecto independentista que hoy se llama República Dominicana.
Entiendo ahora por qué el Doctor Joaquín Balaguer llamó a Juan Pablo Duarte EL CRISTO DE LA LIBERTAD, éramos una nación ocupada y acostumbrada a estarlo por veintidós años bajo el mismo yugo, control y represión; únicamente con la firme convicción que puede tener un iniciado en la Fe, seguro de que no importando la adversidad, toda causa justa y de derecho está destinada a ser alcanzada, aunque de principio todo le sea opuesto al proyecto. La indoblegable Fe del Prócer y sus adeptos fue tan fuerte que pudieron mover la firme montaña de la ocupación y dotar a todo un pueblo de soberanía, orgullo y nombre propio, es por ello que hoy somos DOMINICANOS.
LOR AL PROCER …A NUESTROS PATRICIOS, HEROES Y HEROINAS DE LA DOMINICANIDAD.
DIOS, PATRIA Y LIBERTAD.
VIVA LA REPUBLICA DOMINICANA!!!!
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