domingo, 3 de febrero de 2013

Hace un año del naufragio donde murieron 57 personas Sabana de la Mar


Manuel Antonio Vega
atacando10@gmail.com

SABANA DE LA MAR.- Este domingo se cumple el primer aniversario del naufragio donde perdieron la vida unas 57 personas al zozobrar una embarcación en el Atlántico  frente a la bahía de Samaná, con más 70 indocumentados que trataron de llegar a Puerto Rico.
Al menos cinco personas quedaron desaparecidas y 13 sobrevivieron, porque llegaron a alcanzar tierra por Sabana de la Mar.
Algunos de los cadáveres fueron rescatados en la caverna San Gabriel en las  inmediaciones del Parque Nacional Los Haitises.
En la ocasión los cadáveres fueron depositados en el cementerio municipal “Cristo Redentor” de Sabana de la Mar, donde fueron examinados por patólogos del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF).
Varios son los actos conmemorativos previstos para este domingo, incluyendo misas en la provincia María Trinidad Sánchez, San Francisco y Samaná, de donde eran partes de las víctimas.
En Sabana de la Mar, donde  fueron llevados los cadáveres rescatados y por donde salieron los sobrevivientes, 13 en total, se celebró una misa.
Las autoridades de la Marina de Guerra y de organismos de socorro, como la Defensa Civil, los Bomberos y pescadores de Sabana de la Mar, se lanzaron en la ocasión al mar en embarcaciones para tratar de localizar personas vivas o cadáveres.
 HISTORIA
La frágil embarcación de 26 pies de eslora salió con unos 70 pasajeros a bordo, la madrugada del 4 de febrero del 2012, pese a que su capacidad era de 32, desde la desembocadura del río Yuna, en Sánchez.
Los pasajeros de la embarcación pagaron entre 30 y 40 mil pesos por la travesía.
Se supo de la tragedia cuando varios de los sobrevivientes lograron llegar a la costa de Sabana de la Mar a nado y dieron la voz de alarma.
“Las fibras de vidrio que se colocan para reforzar la embarcación en la parte de abajo se quebraron y la yola se llenó de agua y se hundió, y todos nos fuimos al fondo del agua”, contó en la ocasión Rey David Cepeda.
Muchos de los náufragos hipotecaron fincas, casas e hicieron préstamos para pagar el pasaje a la muerte.
Alguno de los cadáveres fueron rescatados en ropa interior y presentaban quemaduras en todo su cuerpo.
En la búsqueda participaron dos helicópteros de la Guardia Costera de Puerto Rico, que en horas de la tarde decidieron retirarse por la falta de suministro de combustible, se rumoró en la playa de Sabana de la Mar.
Los muertos
Entre las víctimas figuran Rafael Antonio Calderón, de 36 años; quien era nativo de San Francisco de Macorís y padre de seis hijos; Yovani Alejandro Tejada Abreu, 42 años, de San Francisco de Macorís; Altagracia Sosa del Orbe, 44 años, del ensanche Quisqueya en Santo Domingo; Hipólito Moscoso, 21 años de Moca; Tony Rafael Mercedes, de 25 años, también de San Francisco; Yoel Mercedes.
También Hipólito Moscoso, de 21 años, nativo de Moca, y Altagracia Subero del Orbe, de 44, que residía en el Ensanche Quisqueya, de la ciudad de Santo Domingo, Juan Alberto Mena de 20 años, oriundo de San Francisco de Macorís, entre otros. .
APRESAN ORGANIZADOR
La jueza del Juzgado de la Instrucción Permanente aplicó un año de prisión como medida de coerción a Rey David Cepeda Calcaño, acusado de ser el “capitán” de la yola que zozobró el pasado sábado, suceso en que perdieron 52 personas y varias siguen desaparecidas en la bahía de Samaná.
La jueza Arlin Ventura Jiménez tomó la medida de coerción porque, además de la acusación, se informó que Cepeda Calcaño estaba prófugo de la justicia desde el 2008, cuando recibió una fianza y variación de medida de coerción, pero nunca volvió a firmar el libro a la fiscalía, entrando en rebeldía judicial.
El imputado estaba declarado en rebeldía por la justicia de Samaná, cuando fue sometido como organizador de viajes ilegales, pero nunca se presentó al tribunal a cumplir la medida cautelar.
El Gordo, como al parecer se le conoce en el negocio de los viajes ilegales, según versiones, es considerado por la Armada Dominicana como un hombre astuto, y que ha conseguido y malgastado dinero con los viajes ilegales.
Al menos 11 cadáveres fueron sepultados sin identificar.
El fiscal de Hato Mayor, Manuel Emilio Santana Montero, se opuso a que las víctimas fueran sepultados en una fosa común.
El legista Santini Calderón Gastón, llegó a denunciar que no podía examinar los cadáveres por falta de guantillas y mascarilla.
Los cuerpos sin vida eran llevados en camiones y vaciado como si se trataran de un metro de arena, lo que indignó a familiares y la población que vieron la acción como inhumana.  

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