jueves, 28 de febrero de 2013

Los jardines de Amapolo en Vicentillo atraen turistas

El intenso color rojo que despiden sus flores bañan los campos de esta comunidad, cobijan las plantaciones de cacao, donde semanalmente visitan  turistas a conocer de la belleza del árbol y la producción del cacao.

Manuel Antonio Vega

Vicentillo, El Seibo.- Aunque no ha llegado la estación de Primavera, los jardines naturales de Amapolo, en el distrito municipal de San Francisco-Vicentillo, en El Seibo, son un verdadero espectáculo de la naturaleza, que sirven de paragua a las empinadas montañas, plantaciones de cacao y valles, agradando a turistas.
Haciendo simetría ante los ojos humanos, este hermoso árbol de más de 14  metros de altura, hace creer que se está en un parque de recreo o en un jardín botánico.
Existe la creencia en Vicentillo de que las féminas no deben pisar la flor cuando caen al suelo, porque despierta el apetito sexual, por los poderes afrodisíacos que se le atribuyen al árbol.
Sus hojas impirinadas hacen perder la vista en la lejanía, quitándole la vista a las demás poblaciones de árboles que hay en la zona.
El intenso color rojo de sus rosas, al ser tocada por los vientos alisios que son más intensos por las montañas de la cordillera Oriental, se hacen inflorescente.
Desde las alturas de la carretera Vicentillo-Yabón los árboles parecen racimos alineados y sombrillas de color rojo.
El cultivo del amapolo se acentuó en Vicentillo después del ciclón Georges, cuyos vientos pudieron transportar semillas que se incrustaron en la tierra con las correntías de agua, haciendo de esta zona un verdadero jardín.
El llamativo árbol es muy perceptivo al frío, por lo que su cultivo se restringe solo a tierra pródigas, como al parecer lo es la de Vicentillo.
Las alineaciones y su color rojo anaranjado, quitan la vistosidad a las plantaciones de cacao y café que abundan en la zona.
Actualmente los amapolo de Vicentillo están en la etapa de floración, por lo que su color es más espectacular y atrayente al ojo humano.
Al caminar por los campos, su exuberante sombra sirve de sombrilla roja al visitantes y las demás especies de arbustos menores, especialmente sirve de sombra a las plantaciones de cacao.
Mitos y creencias
Para los turistas y nativos, el árbol está rodeado de creencias y mitos, que hacen conocer más de la naturaleza y el poder atractivo del frondoso árbol
En Vicentillo, los productores de cacao, tienen la creencia de que las adolescentes no deben pizar la flor de amapola, porque la misma le alienta el apetito sexual.
Hay quienes aseguran que muchos matrimonios se produjeron en el pasado reciente, cuando niñas campesinas de 13 y 17 años pisaban la flor de amapola, que le atribuyen poderes afrodisíacos.
Los Amapolo engalanan a Vicentillo, zona donde se visualiza la mayor plantaciones, en medio de cacaotales, montañas y alambradas rurales.
Son enormes jardines que se aprecian en las comunidades de La Pocilga y Yabón, en cuyas zonas están los saltos de agua Yabón y El Jobo, dos espectáculo de la naturaleza en El Seibo.
Los paraguas rojo que forman los árboles son más llamativos a media montaña, donde sobresalen a los verdes pastizales. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario