viernes, 1 de febrero de 2013

Tribunal canta 30 años a madre estranguló y lanzó hija a retrete en Hato Mayor


Manuel Antonio Vega
atacando10@gmail.com
HATO MAYOR.-El tribunal colegiado del Juzgado de Primera Instancia de Hato Mayor, aplicó la pena máxima de 30 años contra una mujer que el 10 de abril del 2011 mató a su hijo recién nacido lanzandolo a un retrete, hecho registrado en el sector Villa Navarro, al norte de esta ciudad.
Se recuerda que la infanticida tenía horas había alumbrado la criatura en su casa y lanzado el cuerpecito para desaparecer evidencias de que estaba embarazada a su familiares.
El tribunal colegiado, integrado por los magistrados, Luisa María Acevedo, Víctor Manuel Pérez Fragoso y Zeneida Bastardo, encontraron serios y concordantes indicios de culpabilidad que comprometen penalmente a la imputada Noemí Camacho.
La decisión judicial establece que Camacho violó los artículos 300 y 302 del Código Penal Dominicano, que implica la premeditación y el crimen agravado.
El expediente en contra de la mujer fue instrumentado por la fiscal Atahualpa Yucet Brito de Salas, quien solicitó la pena máxima a la acusada, pedimento que fue acogido por los jueces del colegiado.
Historia del hecho

La madrugada del domingo 11 de abril del 2011, vecinos del barrio Villa Navarro, escucharon gritos ensordecedores de una mujer que alumbraba a una criatura, que al nacer también se esuchó gritar, llegando a levantarse e identificar la casa de donde salían los gemidos de la  mujer y gritos de la criatura, que resultó ser de sexo femenino.
Para determinar la veracidad de rumores que fueron puesto a circular por vecinos que dijeron que la niña había nacido viva y gritó y que llegó a hasta los oídos del fiscal, Manuel Emilio Santana, un juez de la instrucción ordenó el allanamiento de la vivienda y romper el retrete, y ya en su interior, casi putrefacto,  estaba el cuerpecito de la infante.
La mujer que habría sido denunciada por vecinos, fue identificada como, Noemi Camacho González (Corina), 32 años, residentes en la calle Alelí  del sector Villa Navarro, al norte de Hato Mayor, quien alega en todo momento que la niña nació muerta.
Para extraer el cuerpo de la criatura del retrete, se solicitó al cuerpo de Bomberos una brigada, quienes descendieron a la profundidad y extrajeron de entre los excrementos y pestilentes agua y orina, el cadáver.
Tras ser extraído el cuerpecito, las autoridades ordenaron llevarlo a la morgue del hospital Leopoldo Martínez y de ahí fue enviado a Patología Forenses,  en San Pedro de Macorís, para determinar la real causa de muerte, resultado que arrojaron que murió por asfixia por ahogamiento.
En el operativo que dio al trate con el apresamiento de la infanticida y el rescate del cadáver participó la fiscal adjunta, Kenia Romero, el médico legista, Santini Calderón Gastón, así como miembros del Departamento de Investigaciones Criminales, la dirigió el mayor, Leonel Taveras Constanzo, así como miembros de los Bomberos, la Cruz Roja y la Defensa Civil.
Tras su apresamiento la mujer admitió haber introducido la criatura que alumbró al hoyo de  sanitario del patio de su casa, porque alegadamente le misma había nacido muerta.
Sin embargo la versión de la supuesta infanticida, quedó en entredicho, tras el médico legista, Santini Calderón Gastón, certificar que la criatura murió por asfixia por ahogamiento macerado fétido y enfisema.
La mujer es madre de otros seis hijos, procreados con distintos hombres y que la víctima sería la número siete.
Vecinos que pidieron el anonimato y que habrían escuchado la criatura gritar al momento de nacer, llegaron a decir durante el operativo, que la mujer no quería parir más, porque supuestamente el padre de la barriga, que no fue identificado,  lo negaba.
Se dijo que una mujer habría ayudado a hacer el parto.
“La criatura que nació gritó y eso ocurrió en la madrugada del sábado, gritó varias veces y luego cesaron los gritos, escuchándose  después una puerta que estaba siendo cerrada", dijo un vecinos que pidió reserva de su nombre,  horas después de ocurrir el crimen.
La tragedia conmovió  a todo Hato Mayor, cuyos residentes pedían un castigo ejemplar, que le llegó ahora de 30 años.
Corina Camacho González, purgará la pena de 30 años en la cárcel de  mujeres en Higüey, según el dispositivo.

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