martes, 19 de marzo de 2013

Llovedera, un salto protegido por un cañón de rocas en Miches

Atractivos. Se estima que unos 22 saltos y cascadas existen en la provincia de El Seibo.Añadir leyenda

Manuel Antonio Vega

MICHES.- Allá... Muy lejos, por un camino anónimo y deleble, encaramado entre las cadenas de montañas de la cordillera Oriental, en medio de un cañón de rocas de agua dulce y un espeso bosque, está el salto La Llovedera, una catarata donde el sol no penetra y su agua es casi escarcha de hielo.
Con más de 40 metros de altura, Llovedera es un reto digno para los amantes de la naturaleza.
Para llegar al lugar, hay que caminar más de 24 kilómetros desde la comunidad de El Cedro,  a pie o a caballo por caminos a veces cenagosos, otras veces escabrosos, cruzar túneles de majagua, helecho y plantaciones de caucho.
El nombre deviene por las constantes precipitaciones de agua que se registran en la zona, cuya pluviometría es considerada buena, por estar frente al Atlántico y ser plataforma de los vientos alisios.
Además hay que cruzar cinco veces el río El Cedro y dos al arroyo Llovedera, debido a que hay que ir caminando en expirar, dándo vueltas a las montañas, por pequeños senderos, habilitados por propietarios de fincas contiguas a la catarata.
Nace del arroyo Llovedera, un afluente que surte de agua al río El Cedro, distante a 700 metros, en la comunidad del mismo nombre.
Está a 360 metros sobre el nivel del mar y desde las alturas de las montañas que le rodean se pueden observar las lagunas Limón y Redonda, así como el Océano Atlántico y el poblado de El Cedro.
Según cuentan lugareños es un salto poco conocido, dando como cifra que solo 25 o 30 personas saben de su existencia, por lo escabroso y el acentuado bosque que hace casi imposible llegar a la cascada.
Para llegar desde  El Cedro, un distrito municipal, distantes a 22 kilómetros de Miches hasta Llovedera a caballo,  se hace en tres  horas y media, lo que serían siete horas llegar y regresar al punto de partida.
Misteriosa
La cabalgata entre rocas y árboles tropicales te llevará a la misteriosa cascada. 
Es imposible hacer el recorrido sin la ayuda de  un guía, el camino es pedregoso y cuando se llega al arroyo Llovedera, hay que abandonar los caballos, para caminar entre rocas y charcos del cauce del afluente, donde son escasos los rayos del sol.
La caminata vale la pena solo si usted es un aventurero, toma el viaje como diversión o si realmente le gusta el ecoturismo. 
Mientras te va acercando a la cascada, se puede sentir el rugir de los vientos alisios golpear las montañas y bosques, que al rebotar dan una agradable brisa al cuerpo humano.
Aunque el camino es muy abrupto y agreste el calor no ataca, lo que se atribuye a la confluencia y meneo aéreo del viento provocado por los alisios y las mareas del mar, que se puede avistar desde las alturas de las montañas adyacentes.
No es necesario llevar agua en recipientes, la del arroyo Llovedera se puede ingerir, porque está libre de contaminación y tiene  los minerales que muy bien puede asimilar el cuerpo humano.
Aconsejamos que si opta por conocer a Llovedera lleve repelente, para enfrentar las picadas de mosquitos y mosca de caballo, que dejan ronchas al tocar el cuerpo.
Esta atracción está en el lado norte de El Seibo. No haga el tour sin un guía; el lugar podría ser demasiado escabroso para alguien que no está familiarizado con la zona.
Esta pequeña catarata tiene unos 40 metros de altura, pero el grosor de agua, atrapada en el cañón de rocas no alcanza los 3 metros de ancho, lo que la distingue de otras que abundan en Miches.
República Dominicana tienes regada por todas sus cordilleras y bosques, cataratas, pero Miches tiene las de mayor altura y calidad boscosa.
Se estima que unos 22 saltos y cascadas existen en la provincia de El Seibo, de los cuales 17 están en territorio de Miches, las mayorías desconocidas por estar oculta entre el bosque y las accidentadas zonas montañosas.
El arroyo Llovedera es virtuoso, pues en su cauce nacen otras pequeñas cascadas, que con el trinar del agua al caer en chorreras y cantar de las aves que abundan en la zona, dan al lugar una zona encanto y deleite sin par.
FLORA Y FAUNA DEL LUGAR
 Hay abundancia de cabirma, capá, cedro, naranjo, helecho, yagrumo, anón, ceiba, javilla, Gina, majagua, piñón, laurel criollo, granadillo, cajuil.
Es la zona donde más árboles de majagua han visto mis ojos y donde solo se ven túneles formados por árboles de majagua y helecho.
En las aguas del Llovedera se pueden atrapar especies como tilapia, anguilla, chopo, guabina, camarones y jaiba.
Hay cientos de especies de distintas herbáceas y árboles, donde se corretean en sus ramas el cuervo, la cotorra, chinchilín, judío, bobo, colí, coco, cigua palmera y otras aves, que con su chillar engalanan el hermoso lugar. 

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