Manuel Antonio Vega
HATO MAYOR.- Los cuatreros se han convertido en la principal amenaza para
los productores de ganado, quienes ven desaparecer de sus fincas reses y
caballos, burlándose de esa manera de una supuesta vigilancia policial nocturna
que se inició para evitar el robo de ganado.
La última acción de los cuatreros afectó al hacendado Rafael Cabrera
(Fellito), a quien los cacos le descuartizaron unas cuatro reses, en la
comunidad de Las Claras, en el distrito municipal de Yerba Buena, Hato Mayor
del Rey.
Los animales sacrificados eran dos toros y dos vacas lechera, con un valor
en el mercado de 210 mil pesos, según la denuncia puesta en la policía.
La policía dice que persigue a los cuatreros, pero nunca son apresados y
cuando logran atrapar a uno o dos, entonces son liberados por la justicia de
Hato Mayor.
También los cuatreros descuartizaron reses en Mata Palacio y en Guayabo
Dulce al padre del empresario, Gustavo Santana.
La policía ha un puesto “chequeo” en
el batey Consuelito, a unos a 17 kilómetros de Hato Mayor, por la carretera que
va a San Pedro de Macorís, pero los cuatreros al parecer están guardando la
carne en frizer y la sacan al día siguiente en yipetas y carros privados, se
presume.
Ganaderos han llegado a pensar que en el descuartizamiento de animales
estarían involucrados militares y policías, por la forma de operar y el sigilo
que guardan las autoridades en Hato Mayor.
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