MICHES.- Laguna Limón es un cuerpo de agua dulce, localizado justamente al lado del océano Atlántico, en el costero municipio de Miches, que actualmente está siendo amenzada por la falta de árboles, la pesca indiscriminada y la presencia de lilas, que de no ser detenida en lo inmediato en la vuelta de cinco a diez años puede secar o disminuir de manera drástica el caudal de agua de esta reserva científica, rica en biodiversidad. 
Es una de las más extensas y su importancia ecológica y científica es vital en la región, ya que encierra uno de los ecosistemas de mayor importancia entre los recursos marinos-costeros del país.
Actualmente representa una fuente de empleos o sustentos para cientos de pescadores, que incursionan sin regulación del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales a capturar tilapias, moluscos y crustáceos, que luego son vendidos a precios elevados a turistas, que visitan el santuario natural.
Lo poco que se explica sobre los recursos que posee laguna Limón lo hace un italiano de apodo Varta, que ha instalado un hotel restaurant, próximo a la costa y ofrece tours al santuario, que se alimenta de agua lluvia y las correntías que se desprenden de las empinadas montañas que forman la cordillera Oriental en la comunidad de El Cedro, a 22 kilómetros al este de Miches. Separada por unos 10 kilómetros de Laguna Redonda, Limón es de agua dulce y tiene unos 1.4 metros de profundidad, lo que permite la navegación y los tours turísticos.
La explotación agrícola y pecuaria que se ha implementado en sus entornos ha venido malogrando paulatinamente la existencia de especies de árboles y aves, ya que desde las fincas contiguas se les dispara con perdigones automáticos.
Gradualmente se han ido eliminando los bosques de manglares que hace 20 años cubrían para dar paso a fincas ganaderas, a pesar de que Medio Ambiente ha dispuesto la protección de este recurso hídrico de invaluable valor biológico para la República Dominicana.
La pesca está siendo permitida por los guardaparques que hay en la zona por disposición de Medio Ambiente, cuyos pescadores tienen que dar parte del manjar, para dejarlo salir y entrar a la charca, como en Miches llaman a las lagunas Limón y Redonda.
En la laguna se pueden capturar tilapias de hasta cuatro libras, que son compradas por turistas y compradores que llegan de Higüey, La Romana, San Pedro de Macorís y Santo Domingo.
En las casetas de Medio Ambiente hay pesos para pesar las tilapias, camarones y moluscos, capturados con chinchorros que también atrapan las pequeñas especies.
Hydrillas o lilas
Las lilas o hydrillas avanzan a ritmo acelerado, como queriendo quitarle la vida al agua, que guarda especies de floras y faunas de invaluable valor para la investigación científica y la propia vida humana, que utiliza estos recursos para la sustentación económica y alimentaria.
ATRACTIVO TURÍSTICO
Por su estratégica ubicación y por la variada biodiversidad que encierra en sus aguas y entornos, laguna Limón constituye un atractivo turístico por excelencia.
Sus 5.5 kilómetros cuadrados dan un espacio idóneo para que turistas emprendan la hermosa tarea de navegar y pescar en un lugar donde nunca están expuestos al peligro.
Advirtió que no se puede aplicar veneno o herbicida para atacar la Hidrylla, porque lo mismo repercutiría en el ambiente y mataría miles de especies que cohabitan en las aguas y riberas de la laguna.
Dijo que hay carpas y aves que pueden ser traídos para enfrentar el avance de la herbácea, que avanza vertiginosamente y amenaza con secar la laguna.
También planteó que Medio Ambiente introduzca la producción de manatíes, que son biocontraladores por excelencia de la lilas o hydrillas, que están diezmando la flora y fauna en Laguna Limón. “Hay que hacer algo para detener el avance de esta plana invasora, que está afectando el desarrollo turístico y amenaza con segar a Limón, una reserva científica...”, dijo Peralta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario