martes, 12 de marzo de 2013

Plaga de langostas a punto de diezmar producción de cítricos en Hato Mayor

La enfermedad que produce el insecto vector es tan poderosos que mata la mata y el ácido de dulce y agrio que es lo convierte en retama, no apto para el consumo humano, obligando a productores a diversificar la producción agricola

Manuel Antonio Vega


HATO MAYOR.- Más de 500 productores de cítricos de Hato Mayor y El Seibo, con unas 300 mil tareas cultivadas, están desde hace cinco años luchando contra una  plaga de langostas, que ha infectado las plantaciones con la enfermedad conocida como Huanglongbing (HLB), generando pérdidas  y daños de cientos de millones de pesos.

El insecto que se cree llegó procedente de la región norte con plantas contaminadas, adquiridas en viveros a cielo abierto, ha obligado a grandes y medianos productores a diversificar la producción en sus predios, para cumplir compromisos  financieros y evitar así el colapso total.

La presencia de las langostas son más tangibles en los campos de chinas de las empresas Consorcio Citrícola del Este, Agro empresa BHS, Barceló CxA, ubicadas en la sección Juan Jiménez, en el municipio agrícola de El Valle, donde cientos de miles de plantas han tenido que ser eliminadas por estar contaminada por la enfermedad que produce el diabólico insecto.

Hay zonas donde se observan nubes de langostas, que oscurecen el espacio sideral y se aposentan sobre el follaje de las plantas frutales, dejando infectada la mata.


Productores han tratado de eliminar la plaga rociando pesticidas desde el aire y tierra, tratando de matar el insecto, pero el costo de producción se duplica, lo que no hace rentable la producción de naranjas, para la exportación y los mercados nacionales.


Son verdaderos "enjambres” en las plantaciones y se prevé que de no ser enfrentada  a tiempo, puede exterminar por completo  en vuelta de cinco años, la producción de cítrico en la región Este.
“La plaga avanza a ritmo acelerado y se requiere de acciones que sean eficaces, como fumigar por el aire para eliminar el vector, que nos puede llevar a la quiebra”, dijo Barceló.

Las langostas, que causan estragos por el consumo de los cultivos, han dañado más del 40 plantas solo en las empresas del grupo Barceló en Hato Mayor, que son los únicos que por su capacidad económica han tratado de contener el avance de la letal enfermedad en los cultivos.
La propagación de las langostas es favorecida por los vientos alisios, que en la cordillera Oriental es más maleable y tienen mayor celeridad.
Los productores temen la plaga se extienda y afecte a otros cultivos como la chinola, el cacao, la yuca y el plátano.

 “Hasta que penetró la enfermedad conocida como Huanglongbing, las plantaciones de cítricos de Hato Mayor, la provincia mayor productora de cítricos del país, eran imponentes y el color verde del follaje combinado con el amarillo de la fruta, hicieron de esta zona la Capital del Cítrico, lo que se ha desvanecido por la presencia de la enfermedad”, plantea Ricardo Barceló, del Consorcio Citrícola del Este.
Es que el avance vertiginoso del HLB ya ha diezmado y afectado más de 40 mil matas solo en  las plantaciones del grupo de empresa Barceló, obligando a los grandes y medianos productores a diversificar la producción para no morir de hambre y cumplir con los compromisos bancarios.

El Sida de los cítricos, como ahora los productores llaman a la enfermedad no permite que la mata se desarrolle y convierte el ácido del fruto de dulce y agrio que es en una retama “que casi envenena probarle”.

Las empresas del grupo Barceló, que tienen la mayor producción de naranja de la región Este, unas 105 mil tareas, no han podido enfrentar con eficacia el insecto vector, una esperancita, que se encarga de incubar el virus, que en menos de dos años elimina por completo el árbol.

“El ataque es despiadado, el que siembre cítrico  no descosechará nada, porque la enfermedad no da tiempo a que el árbol se desarrolle, lo mata en menos de dos años y quienes tenemos matas, estamos expuestos a ver los terrenos sin los frutos”, explica Ricardo Barceló, del Consorcio Citrícola del Este.
En vuelta de cinco años, si no aparecen patrones resistentes a la enfermedad, todos los árboles de esta familia tienen una muerte segura.
La letal enfermedad hace una conversión del acido agrio o dulce en amargo, no apto para el consumo humano. Además hace deformes las plantaciones y el fruto.

Se presume que fue introducida al país en el 2001 por la provincia de Puerto Plata, expandiéndose rápidamente a todo el país, con el traslado de plantas adquiridas en viveros a cielo abierto y contaminados.
De continuar la plaga de langostas unos 5,000 trabajadores agrícolas y más de 500 pequeños, medianos y grandes productores locales de El Seibo y Hato Mayor y otros pueblos de la región Este, quedarán sin las plantaciones.
Para Ricardo Barceló del Consorcio Citricola del Este, que los viveros a cielo abierto han contribuido a la expansión de la enfermedad.
Denunció que en Hato Mayor hay viveros a cielo abierto, en violación a normas establecidas por el Ministerio de Agricultura, ya que trae como consecuencia la propagación de la enfermedad con matas nuevas infectadas, porque las yemas son de plantas enfermas.

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