El Valle, Hato Mayor. Cerca de la laguna natural de Oleans, ubicada en el Parque Nacional Los Haitises, está El Zumbador una de las bellezas naturales más extraordinaria con que cuenta el agrícola municipio de El Valle, en la provincia Hato Mayor.
Con tres correas de agua que se precipitan a más de 35 metros de altura y donde el que va no aspira salir, porque disfruta de un “baño sauna” en sus termales y blancas correas de agua que al caer zumba, despertando a las aves y encantando a turistas y excursionistas, que visitan el lugar atraídos por este encanto de la madre naturaleza.
Son deslumbrantes las correas de agua que se desprenden de su altura, las cuales van a tono con la espesura vegetal, que abraza su casi helado entorno.
Alimentados por manantiales arroyos subterráneos que recorren kilómetros entre los pastizales, las enredaderas, los árboles entretejidos y la agradable temperatura que provoca el follaje de plantas endémicas, El Zumbador, permite ser cómplice de la aventura que se vive al introducirse en sus aguas.
Es posible ir de excursión desde El Valle o Sabana de la Mar, lo que le tomará unas tres horas ir y regresar al punto de partida.
A pies resulta muy agotador, a caballo es fascinante y llegar garantiza una extremada zambullida en el agua más merecida y refrescante que hay en el agrícola municipio de El Valle.
La carretera que lo lleva al salto está en la parte oeste, pero el salto está hacia el Sur, justo sobre los pastizales del hacendado Israel Pérez.
La excursión no es difícil, pero supone esfuerzos y sudor y la carretera no es verdaderamente plana, sino que también es accidentada, con algunas elevaciones montañosas de extremo a extremo.
Para visitar El Zumbador lo único que hay que hacer es tener el deseo de descubrir un pedazo de nuestro terruño, lo demás es fácil: sólo basta ir a la terminal de buses de Santo Domingo, que llevan a Hato Mayor y luego a El Valle, a unos 139 kilómetros al Este.
El agua cae en cascada por un farallón de rocas que se forma sobre el cauce del río Yanigua. Las aguas termales es tan fresca y cristalina, que sólo necesitaría embotellarse para mitigar la sed a los mortales.
Lo más impresionante que se observa es el maravilloso paisaje que rodea el entorno, cubierto por viejos árboles y una humeante y espesa neblina, que se va disipando suavemente según va en la mañana va subiendo el sol.
Una cueva
En el trayecto, los turistas pueden participar con su vista de las excavaciones de ámbar que realizan buzos del mineral, que en cada visita que reciben, explican y detallan sobre el origen de los fósiles que se encuentran en las piedras preciosas que extraen de las entrañas de la madre naturaleza.
Los excursionistas podrán conocer al parpar piedras de carbón mineral, que abundan en los cauces y potreros que circundan el recurso hídrico, que puede ser explotado por el gobierno para construir una hidroeléctrica.
Para enamorarse, para escribir poesías o simplemente para descansar, es la zona ideal en El Valle para vivir la nueva aventura del turismo de montaña. Es una verdadera terapia natural la que recibe el cuerpo cuando la correa de agua descarga en los hombros de los visitantes.
El lugar es frecuentado por turistas españoles y canadienses, que se alojan en el típico hotel “El 3”, ubicado a unos 4 kilómetros de El Valle, por la carretera que va al costero municipio de Sabana de la Mar, de donde se organizan las expediciones o excursiones al recurso hídrico, forrado por una espesa vegetación.
Está en la zona de amortiguamiento del parque nacional Los Haitises y para
llegar a él hay que apartar enredaderas, cruzar pastizales húmedos y saltar orificios y agujeros sobre rocas que se han formado en la zona cálcica de la reserva científica.
La correa blanca que se forma con la caída tiene un grosor de más de seis metros de ancho por 35 de altura, cualidad innata del afluente.
Las plantaciones de helechos, pajones, moriviví, combinadas con la humedad de la zona, te van indicando que está cerca del escenario acuático, donde el cambio de temperatura se convierte en cómplice de la fauna y la flora que asaltan en el lugar.
El Zumbador es el salto más alto que se registra en Hato Mayor y se conserva como una melena de agua dulce que asombra a visitantes. Es un verdadero legado que da la naturaleza y que bien explotado podría convertirse en lugar ideal para una verdadera convivencia con la naturaleza.
Aquí los rayos del sol penetran lentamente a tierra, porque antes son atrapados por las hojas que van impidiendo el astro luz quemen la corteza terrestre, haciendo un juego astral con los árboles.
Flora y fauna silvestre
En su entorno abundan la Palma Real, Caoba, Cabilma, Mango, Mamón, Cajuil, Guanábana y otras especies endémicas, que dan un toque de paraíso escondido al lugar.
La abundancia de árboles y los silbatos de aves endémicas como el zumbador, paloma turquesa, barrancolí, ruiseñor, chinchilín y otras, convierten el lugar en zona privilegiada para el descanso y el disfrute. Sin conocerlo, pero atraído por la fama que se le ha dado al grueso salto de agua, turistas españoles han expresado que “La naturaleza nació en El Valle y que termina en las aguas de El Zumbador”.
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